A través del Muro

Naranja (10)

Otro chirrido metálico se oyó, las puertas se abrieron y un peliazul de traje negro y corbata azul oscuro salió del elevador de metal. Dipper frunció el ceño, el sonido le molestaba, ni siquiera entendía porque seguía en funcionamiento, si por él fuera haría a todos usar las escaleras como lo hacía Paul.

-Pobre Paul.- susurró Dipper pasando la página del libro que no lograba terminar.

-William Cipher, ¿Quién lo diría?- El guardia castaño se levantó y caminó unos cuantos pasos hasta llegar al elevador, lo abrió y el peliazul solo salió de ahí completamente serio.

Paul mantenía una sonrisa hacia el abogado y William un rostro lleno de asco que miraba un punto indefinido en los barrotes de alguna celda. Misofobia. Desde el incidente que llevó a su hermano a la cárcel lo único que sentía la mayor parte del tiempo era asco. Will se limitó a fingir una sonrisa y voltear hacia el hombre unos años mayor que él.

-Muy buenos días, Paul, ¿dónde está el sujeto del caso 618?- Su vista se pasaba entre los barrotes de las pocas celdas que había en ese piso.

-¿Caso 618?

Otra de las muchas peculiaridades del peliazul, era bueno recordando sus casos, cada uno de ellos.

-Te juro que no soy yo, cariño.- río el castaño en la celda contigua a la que buscaba.

Enseguida el abogado frunció el ceño y volteo con reproche hacia el hombre mayor.

-¿Qué hace él aquí?- se notaba el disgusto e inconformidad en sus palabras.

-Órdenes del jefe Rises.- Paul se en encogió de hombros restándole importancia.

-Pero claro.- suspiró y negó, el motivo parecía demasiado obvio.

-Bill está en la celda de al lado.- sonrió el guardia y volvió a su asiento.

-Hola lindo.- caminó hasta allí y sonrío hacia su hermano. -Tienes razón, te queda bien el naranja. Traigo buenas noticias.