Pasado (-1)

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—¿Ese chico sigue molestándote? —El pelirrojo rió, permanecía acostado en la cama de su hermano menor, las piernas apoyadas en la pared, la cabeza colgando de la cama y el teléfono entre las manos metido en alguna red social que acaparaba la mayor parte de su atención.

—Yo no diría... —inhaló y exhaló, era cierto que todo ese asunto ya había terminado de hastiarlo— molestándome. Solo —se encogió de hombros— está enamorado, es todo.

—Está ilusionado, William —se giró para poder ver a su hermano que permanecía sentado en el escritorio, al derecho—, no puedes andar ilusionando a la gente —puso el teléfono en la cama—, ¿siquiera sabe que tienes novio?

—Claro que sabe que tengo novio —hizo un puchero, a pesar de estar estudiando la universidad solía ser bastante infantil si se trataba de estar en la comodidad de su casa—, es mi mejor amigo. Y yo no estoy por ahí "ilusionando" gente —hizo el ademán de las comillas. —Solo soy amable.

—¿Enserio? ¿Seguro que no les dices "te abriré mis piernas si eres mi amigo, pero solo estoy siendo amable"? —el mayor fingió una aguda y afeminada voz.

—¡Phillip! —William se levantó, tomó una almohada y golpeó a su hermano en la cara.

—Vamos —el pelirrojo tomó su muñeca, se sentó en la cama y lo jaló hacia él—, sabes que estoy jugando —rió, tras maniobrar de una manera que ni ellos se explicaban el menor quedó acostado donde antes Phillip estaba, este se encontraba sobre él, poniendo fuerza en sus muñecas a ambos lados de la cabeza del de cabello azules que ahora también reía.

—Phillip, no soy Bill.

—Pero no sabes cuánto te pareces —escondió su cara en el cuello de su hermano.

—Somos gemelos, claro que nos parecemos —suspiró el menor.

—¿Cuándo volverá? —preguntó el pelirrojo con cierta tristeza en su voz.

—Es tu novio, tú deberías saberlo —William sonrió.

—No tengo ni idea de que día es hoy y si ayer fui a trabajar o no, o siquiera que comí esta mañana —habló despacio, mordió su labio después de terminar y suspiró en el cuello del cabellos fantasía, cosa que provocó que cada fibra en la existencia de William se erizara.

—Si que estás mal —susurró.

—William, ¿dónde está Bill? —preguntó tranquilo, como si se hubiera reseteado hasta algún punto en el pasado, o solo hubiera olvidado dónde estaba la persona más importante en su vida.

—Volverá el viernes —liberó una de sus manos y comenzó a acariciar el cabello del mayor.

—¿Hoy es viernes? —su voz comenzaba a quebrarse.

—Es lunes, Phill —sus finos dedos de muñeca se paseaban con delicadeza.

—Lo extraño, tiene meses que no lo veo. Necesito a mi niño.

—Lo viste ayer, Phillip.

—¿Enserio? —las lágrimas comenzaron a mojar la camiseta de William—, que lindo.

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⏰ Última actualización: Jan 05, 2019 ⏰

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