Jingle Bells for:Paul

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-Feliz navidad, Paul.- Canturreó el castaño que abrazaba con felicidad el regalo que su hermana le había llevado unas horas antes. Un par de calcetines.

-Feliz navidad, Pines. Feliz navidad, Cipher.- dijo el guardia mientras guardaba sus cosas.

-Feliz navidad, Paul.- Suspiró el menor desde su celda, abrazaba sus rodillas y cantaba una monótona canción en susurros.

-Jingle bells, Paul smells, Cipher love the incest, Mabel ne-chan is so cute and the prison is a suck ¡Hey!- Dipper comenzó a entonar una pegajosa cancioncilla inventada por el mismo con alegría. Comenzó a reír sin despegar su vista de los calcetines con diseño de pinos.

El guardia castaño negó con una sonrisa, ese chico enserio lo divertía.

De un momento a otro el chico divertido gritó y tapó sus oídos, era momento de ignorarlo. Comenzó a repetir nombres uno tras otro, cuatro chicos, uno tras otro. Reír, llorar.

-Adiós, Pines.- Suspiró Paul terminando de guardar sus cosas.

Enseguida Dipper se levantó de su cama y corrió hasta los barrotes y asomó la cabeza, comenzó a sacudirlos.

-¡Paul!- llamó al castaño quien volteó hacia él -los calmantes, por favor- suplicó con lagrimas resbalando por sus mejillas -por favor o está navidad me iré con ellos, dámelos por favor.

-Aléjate de los barrotes, M...

-¡No digas mi maldito nombre!- gritó con angustia.

-Aléjate, alejate Dipper.- suspiró -aléjate y te los daré.- volvió a abrir su mochila para buscarlos.

-Jingle bells... Jin... Jingle...- el chico retrocedió y cayó de rodillas temblando, llorando, estaba desesperado, no quería irse aún, aún debía ganarse el corazón de ese chico.

-Ten.- Paul puso las pastillas en una pequeña bandeja y las metió a la celda. Ese tipo de medicamento no era permitido en la prisión pero Paul no quería llegar un día y verlo colgado.

-A través... A través...- musitó, se extendió hasta las pastillas, las tomó y las metió con desesperación a su boca y tragó sin dificultad alguna.

-¿Qué dices?- Preguntó el guardia con curiosidad y preocupación.

-A través del muro... le quiero a través del muro...- musitó adormilado -aunque suene patético, aunque no tenga razón, aunque sea completamente descabellado pero...- levantó la mirada mientras continuaba llorando, mantenía una sonrisa, como engañándose a sí mismo -¿acaso yo estoy cuerdo?- rió débilmente entre llanto y cayó inconsciente en donde estaba.
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Ya que una personita me interrogó sobre porqué el rubio no habló en todo el capítulo, voy a explicarles.

Bill Edward Cipher Carim estaba en deprimisión porque estaba solo y ni su brother fue a verlo ¿dónde estaba? Fácil, en una cena navideña con su madre, su padre, su novio y su cuñada con su novia. Esa personita también me dijo que Will era un malo y que por lo menos lo fuera a ver el día siguiente así que, para que sepan, el día siguiente William fue a visitarlo y le llevó una foto de los tres de pequeños.

A través del Muro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora