HYUNJIN, PERDÍ MI CALCETÍN .ㅡHYUNMIN

Capítulo 1.

ㅡAh, se acabaron los frijoles ㅡdijo Seungmin luego de revisar las gavetas en busca de estos. Estaba preparando el almuerzo mientras a lo lejos escuchaba las risas ajenas. Cocinar lo distraía.

Con sigilo se obligó a salir a la sala de estar para ir a comprar lo que le faltaba, y cuando creía que podía pasar inadvertido, el maldito tonto de su amigo se percata de su huida.

ㅡ¿A dónde vas, Minnie? ㅡPreguntó su compañero. Seungmin no se atrevió a voltear, si era para ver cómo Hyunjin y su noviecita compartían un pequeño espacio en el inmenso sofá, mientras el chico pasaba su brazo por sobre los hombros de ella, prefería no ver.

ㅡVoy a la tienda, vuelvo en seguida.

Cual rayo salió disparado afuera del apartamento con el corazón saltando en su pecho. Eso estuvo cerca. Ya le había pasado otras veces que Hyunjin se ofreció a acompañarlo, sin poder decir que no, y de paso se unió Miyeon, quedando sublevado al cargo de violinista. Por suerte hoy había conseguido librarse de esa desgracia.

Cuando llegó a la tienda y entró, no fue recibido por el alegre ¿Qué tal, Seungminnie? de Jisung, miró el mostrador no encontrándose con la brillante sonrisa del nombrado, sino con la expresión estoica de un chico pelinegro, muy guapo a decir verdad. Con la duda en la cabeza se dirigió a los congeladores y sacó una bolsa de frijoles, no necesitaba nada más así que fue al mostrador.

ㅡBuenas tardes. ¿En qué le puedo ayudar? ㅡDijo ese chico que según su placa se llamaba Yang Jeongin.

ㅡMe llevaré esto.

ㅡ¿Algo más? ㅡEl aludido negóㅡ, son 3000₩.

Seungmin sacó su billetera mientras el pelinegro ponía los frijoles en una bolsa con el logo del local. Se escuchó una puerta abrirse y ambos voltearon, una cara, que Seungmin conocía bien, salió detrás de una caja que llevaba en las manos.

ㅡ¡Seungminnie! ㅡGritó Jisung al ver al castaño, dejó la caja en el mostrador y se lanzó a élㅡ. Creí que no te volvería a ver, ¿Viniste a despedirte de mí, cierto?

ㅡ¿Despedirme de ti?

ㅡSí, dejé el empleo e iré a Canadá para seguir mis estudios de música. Cuando me dijiste que en una semana debutarías, lo decidí. Este ha sido mi sueño desde pequeño, Seungminnie. Seré un gran compositor.

ㅡMe alegro por ti ㅡsonrióㅡ, espero que algún día podamos trabajar juntos.

El chico de tiernas mejillas sonrió más ampliamente.

Seungmin no quería regresar a casa, pero debía hacerlo, más que nada porque dejó la olla en la cocina y estaba seguro que nadie la estaría vigilando. Volvió a adoptar su forma cautelosa para entrar a la casa, odiaba que tuviese que hacer eso en su propia casa, pero no tenía más remedio.

Se extrañó al ver la mesa puesta y un agradable aroma que lo invadió al entrar al apartamento.

ㅡ¿Hyunjin? ㅡDijo, esperando una respuesta, mientras se dirigía a la cocina.

Lo encontró ahí, con un delantal de cocina, revolviendo la vaporosa olla. Se le quedó viendo por un momento, no sabía por qué, pero esa imagen le llamaba la atención.

ㅡ¿Qué esperas, Seungminnie? Dame la bolsa de frijoles.

El menor rodó los ojos, extendiéndole la dicha bolsa. ¿Por qué siempre lo llamaba así? Él ya no era un niño... pero, ¿por qué le molestaba todo lo que hacía ahora?ㅡ. No me llames así.

ㅡ¿Eh? ¿Por qué?

Seungmin abrió los ojos más aún. ¿Qué estaba haciendo? Estaba actuando de esa manera sin razón, ¿o siempre lo hacía? ¿Por qué nunca recordaba bien lo que decía o hacía?

Hyunjin desistió de esperar respuesta y volvió su atención a la olla frente a él, colocando los frijoles dentroㅡ. Olvídalo. Ve a lavarte las manos, eso está casi listo.

No dijo nada, estaba seguro de que si abría la boca en ese momento soltaría todo lo que guardaba, y hasta él mismo no estaba listo para escuchar lo que lo más profundo de sus sentimientos decían. Por lo menos hoy no.

Después que se lavara las manos regresó, encontrándose con el mayor sentado a la mesa en su espera. Y una vez que estuvo sentado frente a él, y le diera una corta mirada, comenzaron a degustar la cena. Era un extraño, pero cómodo silencio.

Pero por supuesto Seungmin tenía que interrumpirloㅡ. ¿Y Miyeon noona? ¿Ya se fue?

ㅡSí, dijo que tenía cosas qué hacer y no podía aplazarlas ㅡHyunjin se encogió de hombros como si eso realmente no le importara. ¿Por qué era así? Le hacía creer que su relación con la chica no era tan seria, pero después no podía pasar un segundo lejos de la susodicha.

ㅡNo creo que eso les genere problemas en una semana más. Ya no tendría por qué ir a su casa.

El mayor lo miró confundido y Seungmin quiso golpearse la frente por tener un amigo tan olvidadizo.

ㅡTe lo dije la semana pasada. Me voy a mudar.

Hyunjin no respondió, como si no hubiera escuchado o como si se negara a escuchar. Era parecido a la última vez que se lo dijo, excepto que esta vez, el mayor no pasó por alto lo que había dicho, esta vez no estaba más entusiasmado por hablar de lo increíble que era su nueva novia. Esta vez solo eran ellos dos y un tema que parecía ser bastante incómodo.

ㅡNo puedes hacer eso.

La cucharada que Seungmin se llevaba a la boca quedó a medio camino, cuando este alzó la vista para mirarlo, inclinando la cabeza, ligeramente, a un lado.

ㅡ¿Por qué?

ㅡNo es necesario que te vayas, Seungminnie. Esta es tu casa también.

Sinceramente no lo entendía, nunca iba a entender lo que el mayor estaba pensando. Pero estaba seguro de que si lo seguía escuchando iba a terminar cediendo y eso no es lo que queríaㅡ. Será mejor, creeme, en una semana verás que será un muy buen cambio.

No es cierto, no puedo vivir sin ti, Seungminnie. Y eso fue todo lo que alcanzó a escuchar. Hyunjin estaba siendo demasiado malo con él, que solo buscaba el bien común para los tres. Esas palabras seguían dando vuelta por su cabeza, para bien o para mal, escucharlo decir eso y que su corazón saltara como quisiera salir de su pecho, solo quería decir una cosa: le gustaba Hyunjin.