HYUNJIN, PERDÍ MI CALCETÍN .ㅡHYUNMIN

Epílogo.

ㅡMuchas gracias por asistir, vuelvan seguros a sus hogares, los amo ㅡhabló el chico por el micrófono mientras cientos de fans gritaban por él. Le encantaba estar ahí, amaba compartir lo que lo hacía feliz con el resto.

Bajó del escenario aún en su ensoñación, era su primer concierto y todo le parecía tan irreal después de un año de haber debutado.

Estaba listo para irse, solo tenía que subir a la van con destino a su casa. Seguramente Hyunjin lo estaría esperando con la cena hecha, como siempre lo hacía, y él lo abrazaría, y se besarían, y... podría descansar al fin.

Pero cuando se dio cuenta que la van no iba en dirección a su casa, se extrañó. Giró a ver al conductorㅡ. Hyung, ¿a dónde vamos?

ㅡNo puedo decirte, Seungminnie, me dijeron que solo debía llevarte ahí.

ㅡ¿Ahí? ¿Quién le dijo?

Pero el menor no recibió respuesta y, resignado, se acomodó, mirando al frente. Buscó su celular para entretenerse por mientras, no encontrándolo.

ㅡHyung, creo que dejé mi teléfono en el concierto...

Su conductor le mostró el celular que tenía en el bolsillo y Seungmin frunció el ceño al momento en que el mayor volvía a guardar el aparato electrónico. No entendía nada, pero por alguna razón decidió ignorarlo a medida que iban por las calles hacia un lugar que desconocía.

ㅡ¿Esto? ¿Dónde estamos? ㅡPreguntó, pero siguió sin recibir respuesta. Bajó del vehículo, era solo la calle, la acera y un árbol.

Después la van se fue, dejándolo ahí confundidoㅡ. ¿No recuerdas este lugar? ㅡEscuchó detrás de sí y vio a Hyunjin salir detrás del árbol.

Seungmin sonrió por acto reflejo al verlo y se acercó con ganas de besarlo, pero el mayor se lo impidió.

ㅡNo te dejaré besarme, hasta que me digas dónde estamos.

El cantante hizo un mohín con los labios. Estaba algo oscuro y no podía reconocer bien el lugar. ¿Estás perdido?, dijo su novio y ahí fue cuando lo recordó.

Fue la primera vez que se vieron, en el inicio del año escolar hace aproximadamente nueve años atrás. Seungmin se había mantenido caminando sin rumbo por esas calles hasta que se topó con Hyunjin y este lo ayudó a llegar a la escuela.

Desde esa vez, nada fue igual. Y claramente que no fue igual, eran novios ahora. ¿Nueve años por nueve meses? ¿Valía la pena para Seungmin? Después de mucho pensar se dio cuenta que sí. Eran felices, se amaban y todo eso era lo que hacía que valiera la pena cada día.

ㅡ¿Por qué eres tan lindo? ㅡPreguntó el menor abrazándolo del cuello, mientras una hermosa sonrisa inundaba su caraㅡ. No sabes lo agradecido que estoy de tenerte.

ㅡEso debería decirlo yo.

Hyunjin lo tomó de la mano y lo condujo por un camino que ya conocía. Iban hacia la casa del mayor. Sí, la misma casa que antes compartían. El mayor le cubrió los ojos, soltando una risa.

ㅡEs una sorpresa, no trates de ver. ¿Recuerdas cuando nos vinimos a vivir juntos aquí? Yo nunca lo olvidaré, ese día me puse muy nervioso, de forma inexplicable, me colocaba demasiado nervioso dormir bajo el mismo techo que tú. Si hubiera sido un poco más inteligente, en ese momento, me habría dado cuenta que me gustabas. Lo siento ㅡHyunjin susurró en su oído.

Seungmin negó con la cabeza, mientras algo en su corazón no lo dejaba respirar en paz.

ㅡTe amo demasiado, Seungmin y lo siento por no haberme dado cuenta antes.

Las manos de Hyunjin bajaron y su novio abrió los ojos.

Una mesa estaba en medio de la sala adornada elegantemente, la luz era suave y el ambiente lo embelesaba. Era mágico.

Ese día era perfecto, pero demasiado emocional y no pudo evitar soltar unas cuantas lágrimas.

ㅡEspera, no, bebé, no llores ㅡdijo Hyunjin, acunandole las mejillas con sus manos. Lo besó porque sabía que de esa manera dejaría de llorar y porque, vamos, ¿quién se aguantaría de besarlo?

ㅡEres el mejor ㅡsusurró después de que se separaran.

Pero Seungmin sabía que era más que eso, sabía que no podía expresarlo por más que lo intentara.

Se sentaron a cenar y la pasaron entre bromas, risas y besos. No había cosa que hubiesen apreciado más que eso.

Hyunjin no podía pedir más, por supuesto, había sido un completo estúpido en el pasado, dejándose guiar por su inseguridad y su miedo. Pero todo eso había quedado en el pasado y solo podía agradecer que, a pesar de todo, Seungmin quisiera estar con él.

ㅡSon los mejores nueve meses de mi vida.

ㅡLo mismo digo ㅡalcanzó su mano por sobre la mesa y acarició el dorsoㅡ. Eres como un regalo.

Un regalo que amaba demasiado, no había cosa en el mundo que valiera más que él para Hyunjin. Cada parte de Seungmin era preciosa para él. Amaba recorrer su cuerpo con sus dedos, acariciar suavemente cada rincón, besar cada centímetros. Amaba escucharlo decir lo mucho que lo amaba con esa respiración agitada que lo volvía loco. Era todo él lo que amaba.

ㅡSeungmin... ㅡSusurró, haciendo que el chico debajo de él lo mirara a los ojos. Sus ojos brillaban como orbes cristalinos, podía ver el profundo amor que desbordaba para él. En serio estaba agradecido.

Unió sus labios de forma parsimoniosa, mágica, pero intensa al punto que Seungmin tuvo que afirmarse de hombros desnudos del contrario. Hyunjin quería poder transmitir todo el amor que tenía para él. No quería que dudara, quería expresar lo que le costaba decir muchas veces.

ㅡHyunjin... ㅡJadeó el menor en sus labios y sabía que eso era el cielo. Verdaderamente era estar en el mismísimo cielo, junto al mejor y más hermoso ángel que se podría encontrar.

La palabra perfección se quedaba corta en esta escena de amor puro, intenso y verdadero.