Capítulo 4.

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ㅡNo sabía que te irías a Nueva York ㅡsoltó Hyunjin luego del silencio que se había asentado entre ellos

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ㅡNo sabía que te irías a Nueva York ㅡsoltó Hyunjin luego del silencio que se había asentado entre ellos. Miyeon tenía su computadora en sus brazos y lo miraba con una mirada vacía, nunca lo había mirado así.

Porque es verdad, Cho Miyeon sí estaba enamorada de él, ¿quién, en su sano juicio, no se enamoraría de un persona tan atenta, amable y dulce como lo era Hyunjin? Pero ella no era tan valiente como para decirle que se iría. Era una gran oportunidad para ella, seguir estudiando lo que tanto le apasionaba en una de las sedes más importantes del mundo, no podía pensárselo dos veces. Pero no quería dañarlo.

ㅡYo te lo iba a decir...

ㅡPero no lo hiciste, Miyeon... ¿Cuando pensabas decírmelo? ¿Cuando estuvieras gozando del aire neoyorquino? ¿O cuando estuvieras en uno de esos taxis amarillos y marcaras mi número: "Oh, Hyunjin, se me olvidó decirte, estoy en Nueva York"? ㅡSus palabras no podían expresar más dolor. Estaba decepcionado, sí, decepcionado y triste.

Miyeon se volteó, no podía verlo a la cara, no podía escuchar sus palabras sin sentir unas terribles ganas de llorar. Lo último que escuchó de él fue un débil Está bien, Miyeon, no hay rencores, espero... espero que te vaya bien. Él ya no estaba, lo sabía y solo ahí se quebró. Miyeon nunca había llorado por un hombre, no, ella era fuerte, excepto en ese momento.

ㅡ¿Eh? ¿Miyeon noona?

La nombrada levantó la vista. No sabía cuánto tiempo había estado ahí, solo sabía que tenía la cara hecha un desastre. Se limpió rápidamente los rastros de lágrimas que corrían por sus mejillas y trató de hablar sin que su voz temblaraㅡ. Sí... Hola, Seungmin.

ㅡ¿Está bien? Digo no, no está bien, pero... Yo, esto, yo... ㅡSeungmin no sabía qué decir, esas situaciones lo alteraban más de lo que podía manejar. No sabía qué hacer, pero terminó abrazando a la chica en un intento de calmar las nuevas lágrimas que brotaban de sus ojos.

Miyeon nunca le había caído mal, claro que no, Seungmin creía que era una chica ejemplar, alegre, estudiosa, responsable y fuerte. Pero en ese momento, escuchando los sollozos de la mayor y tratando de ser de ayuda, sobando levemente su espalda, sintió que se rompería en sus brazos como si estuviese hecha de cristal.

Seungmin aún no lo entendía, pero sabía que ella no merecía llorar.

ㅡ¿Ya está mejor? ㅡPreguntó el chico luego de que Miyeon se separa de él. Su maquillaje estaba corrido y Seungmin le extendió un pañuelo para que se limpiara.

ㅡGracias... Yo... Yo lo siento, es que no... ㅡella suspiró, aún se le notaba que podía seguir llorandoㅡ. Yo debí haberle dicho, él es demasiado bueno y yo... Soy un desastre, Seungmin, yo debí haberle dicho.

ㅡNoona, no diga eso, usted no... ㅡ¿Qué debía decir? ¿Debía decir algo? Esas situaciones de verdad lo superaban.

ㅡSolo... Dile a Hyunjin que lo siento, ¿sí? Yo quería decirle, pero no podía ㅡSeungmin no entendía nada, pero trataba de memorizarlo todo lo que decía la chicaㅡ. Hyunjin es un gran chico, en serio, ojalá que algún día encuentre a alguien que valga la pena.

Eso había sido demasiado extraño para él, pero, inevitablemente, Seungmin volvió a asentir a lo dicho por la chica antes de irse.

Cuando volvió a casa, lo encontró tirado en el sillón, con la vista en la televisión y la mesa de centro repleta con envases de fideos instantáneos y latas de cervezas

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Cuando volvió a casa, lo encontró tirado en el sillón, con la vista en la televisión y la mesa de centro repleta con envases de fideos instantáneos y latas de cervezas.

Seungmin cubrió su nariz porque realmente no soportaba el olor a alcohol. Rodó los ojos y se acercó a la televisión para apagarla, recibiendo una mirada furiosa del mayor.

ㅡ¿Qué haces?

ㅡ¿Qué estás haciendo tú? Mira este desastre.

Hyunjin se levantó y sus miradas conectaron. El menor pudo ver toda la tristeza y rabia que escondían esos ojos oscuros que tanto le gustaba ver, porque brillaban en demasía, pero que ahora no eran más que agujeros infinitos llenos de decepción. Se le habían olvidado todos los regaños que iba a decirle, porque quería abrazarlo, tenía unas tremendas ganas de rodearlo en sus brazos y llenar todos esos vacíos, quería devolverle el brillo a sus ojos, quería ser su ayuda.

ㅡSi haces esto solo para molestarme... ¡Bien! Lo lograste ㅡtomó su chaqueta y se dispuso a caminar a la puerta.

Un Espera salió de la boca de Seungmin cuando lo sujetó por la muñeca, pero otra vez no sabía qué decir. Hyunjin volteó, lo miraba fijamente, él sabía que lo miraba y por esa misma razón no levantaría la vista. No podía volver a ver el vacío que emanaba de los ojos del mayor, no otra vez.

Sintió cómo un calor invadía su mejilla, hasta que se extendió a sus labios y recién ahí cayó en cuenta que Hyunjin lo había besado. Sentía los labios del mayor moverse sobre los suyos, produciéndole un hormigueo. Era como si algo explotara dentro de él.

Hyunjin se separó de él y solo le dirigió una breve mirada antes de salir por la puerta de la casa, dejándolo ahí más que confundido. Por supuesto que era algo que no esperaba, pero todo lo que le había hecho experimentar el simple hecho de que lo besara, era algo que no podía pasar por alto. Se sentía en las nubes, no, más arriba de la nubes. Aun tenía ese hormigueo, esa calidez en sus labios y su respiración se había vuelto inestable al igual que los latidos de su corazón. Sinceramente, seguía sin saber qué pensar sobre eso.

Pero Hyunjin, oh, Hyunjin había corrido tan rápido como sus pies le habían permitido. Estaba huyendo, pero no sabía de qué. Y es que, a pesar de haber sido él quien había besado a Seungmin, no caía en cuenta de nada sobre sus acciones.

Su corazón parecía querer salirse de su pecho, pero él asumió que era por que había corrido. Tenía una sensación agradable en el estómago y sus labios ahora tenían sabor a cereza.

Ese día, sus sentimientos y sensación habían estado a flor de piel, había hecho muchas cosas de las que se arrepentía y otras que no recordaba del todo, pero algo tenía más que claro: había besado a Seungmin.

Y le había gustado.

Y le había gustado

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HYUNJIN, PERDÍ MI CALCETÍN .ㅡHYUNMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora