HYUNJIN, PERDÍ MI CALCETÍN .ㅡHYUNMIN

Extra.

Era primavera y al fin Seungmin tenía un día libre.

Sí, él tenía día libre, pero estaba recostado en su cama sin nada qué hacer.

Ya no tenía nada qué hacer, todos sus deberes los había hecho en la mañana y ahora solo miraba el techo de su habitación, tratando de encontrarle significado a la pequeña mancha que había al lado de la ampolleta. Sentía que se le estaba olvidando algo.

ㅡ¿Cómo has estado? El asiento de mi lado me trae sentimientos vacíos...

No le gustaba tanto la soledad, más que nada porque se aburría, pero esta era una gran instancia para que su imaginación volara entre experiencia y letras que se enlazaban, mezclaban y horneaban como galletas en el horno que...

ㅡ¡Mis galletas!

Corrió a la cocina casi tropezándose con las agujetas de sus zapatos que no había atado. Sin embargo por más rápido que hubiese corrido ya era tarde cuando sacó la bandeja humeante del horno que contenían pequeños trozos de carbón que se supone eran sus galletas. Eso era lo que se le había olvidado.

Suspiró, viendo su fracaso y lamentándose por ser tan olvidadizo, cuando el timbre resonó en su casa.

No era la hora de que Hyunjin saliera de sus clases aún, pero se dirigió a la puerta con la esperanza de que fuera su novio.

Claro que no esperaba encontrarse con su hermana al abrir la puerta.

ㅡNoona, ¡qué sorpresa! No esperaba verte aquí, no sabía que sabías dónde vivía. Ha sido muchísimo tiempo.

ㅡSí, demasiado tiempo, ¿dos años tal vez? Oh, y no te preocupes, mamá me dio tu dirección ㅡsonrió su hermana mayor, mientras Seungmin seguía sin entender esta extraña apariciónㅡ. Por cierto, hermanito, tengo un pequeño favor que pedirte.

Ahí fue cuando notó al infante que descansaba en el portabebés que su hermana tenía en su espalda.

ㅡ¿Y... y ese bebé?

ㅡEso precisamente era lo que quería pedirte. Este pequeño de mi espalda es tu sobrino.

Las palabras se atoraron en su garganta y sus ojos parecían salirse de sus órbitas.

ㅡTú en serio estás loca, Seunghee. ¿Cómo es que no sabía de esto? ¿Y mamá lo sabe? No lo creo, porque de ser así me hubiera dicho. Noona, tú, no puedo creerlo, tienes muchas cosas qué explicar.

ㅡSí, sí, lo sé, pero no tengo tiempo ahora, necesito que cuides a Dongsun hoy, tengo muchas cosas qué hacer.

No sabía qué tan rápido habían pasado esos minutos entre que su hermana le entregaba las cosas del bebé y se iba, dejándolo ahí.

Estaba en medio de su sala con un durmiente bebé que era su supuesto sobrino.

ㅡHum... ¿Y ahora qué? ㅡPasó su dedo por las tersas mejillas del pequeño, tenía el mismo lunar que su hermana poseía en la esquina de su pómulo, cerca de su ojoㅡ. Dongsun, ¿verdad? Noona es pésima para elegir nombres, te compadezco, pequeño... ¿sobrino? Está bien, esto es raro.

Seungmin decidió irse a su habitación con el bebé para poder acostarlo en su cama y que siguiera durmiendo, pero su plan no funcionó porque apenas lo movió, el pequeño Dongsun comenzó a llorar como si su vida dependiera de ello.

Algo que con lo que el cantante nunca supo lidiar era con bebés llorando.

Pasó horas intentando que su sobrino se calmara, pero entre más pasaba el tiempo  más fuerte se volvían sus llantos. Y creyó rendirse, cuando llegó Hyunjin.

ㅡ¿De dónde sacaste un bebé?

ㅡEs mi sobrino, ¿te acuerdas de mi hermana mayor?

ㅡSí, pero no sabía que ella tenía un hijo.

ㅡNi yo ㅡsuspiró Seungmin cansado. Y el bebé seguía llorando.

ㅡTal vez tiene hambre ㅡdijo el mayor y salió de la habitación para volver unos minutos después con un biberón en la mano.

Seungmin se replanteó todo lo que consideraba adorable después de ver a su novio alimentando a su pequeño sobrino, mientras lo sostenía entre sus brazos. Miró a Hyunjin sin poder dejar de sonreír. ¿Qué es lo que tenía él que lo hacía tan feliz?

ㅡOye, creo que este amigüito ya se quedó dormido otra vez ㅡpasó sus dedos para limpiarle los rastros de lágrimas que tenía en las mejillas y lo dejó suavemente en medio de la cama de Seungmin.

ㅡ¿Tú cómo...

ㅡTengo muchos primos menores, Seungminnie, y un perro, ¿no es parecido?

Seungmin negó, riéndose. Se acercó para unir sus labios como tantas veces lo habían hecho ya, pero seguía siendo igual de mágico. Sus manos se entrelazaban en la nuca del mayor, mientras que este colocaba las manos en sus caderas.

ㅡTú sabes que te amo, ¿verdad? ㅡSuspiró Seungmin en sus labios.

ㅡLo sé, pero no creo que tú sepas cuánto te amo ㅡsonrió el contrario, bajando a besar el cuello del menor.

ㅡHyunjin... El bebé.

El mayor se detuvo al instante y volteó a ver de forma apenada al durmiente que ya no dormía, sino que los miraba con intriga.

ㅡLo siento, pequeño, pero tu tío sí que es... ㅡHizo una mueca de dolor al sentir cómo su novio golpeaba su hombroㅡ. Es muy adorable, ¿no es así?

Seungmin rodó los ojos y fue a recostarse junto a su sobrino.

ㅡSigo sin creer que mi hermana nos haya ocultado la existencia de esta criatura, digo, se fue a otra ciudad y todo, pero...

El bebé atrapó el dedo índice de su tío y lanzó una risa que encantó a ambos de solo oírla, los bebés no eran tan molestos cuando no lloraban.

ㅡ¿Sabes? Una vez me imaginé esta situación ㅡHyunjin daba vueltas por la habitación del contrario, mientras este le escuchaba confundidoㅡ. Siempre pensé que podría tener una familia contigo. No ahora, por supuesto, pero algún día... yo quisiera tener esa vida contigo.

Seungmin solo miraba al bebé, tratando de que las lágrimas no cayeran de sus ojos. Lo hacía sentir tan bien que Hyunjin quisiera proyectarse con él, sentir que no lo dejaría solo, que no era algo pasajero.

ㅡEres muy cursi, ¿lo sabías?

ㅡ¿Yo? Tú eres el que casi llora, Seungminnie.

ㅡOh, callate.

Y ambos rieron. Sí, eso era lo que quería para su vida.