Vuelvo a diciembre

Capitulo 19

Sebastian y yo seguíamos hablando cada vez más por whatsapp, nunca mencionábamos lo que había pasado, era como si nunca hubiera sucedido.
El me había pedido que nos viéramos en la noche, quedamos en que nos escaparíamos de nuestras familias para vernos, que loco.

Espere anciosa hasta la noche y con una excusa absurda me safe de mis padres. Nos habíamos citado en el parque en la banca donde nos habíamos visto tantas veces en el pasado.
Cuando llegué el ya estaba ahí, vestía con un pantalón negro, una camisa manga larga café y un suéter sin mangas, de veía guapo como siempre. Basta que estoy pensando. Yo vestía un pantalón negro, una playera negra de manga larga y un suéter tejido rojo.
Nos sentamos a platicar acerca de cómo nos la habíamos pasado ese día, le conté que había cocinado con mi mamá, mi abuelita y mi hermana y que nos habíamos manchado toda la ropa jugando con harina, si fue raro.
El me contó que estuvo ayudando a su mamá a hacer el que hacer y así todo estuviera limpio.
-No te vayas a molestar por lo que te preguntaré pero, en estos 11 mese pasados alguien te ha gustado si quiera un poquito?
Me quedé Muda ante su pregunta.
-Si no quieres no me respondas, yo entenderé.
-No esta bien, no me incomoda tu pregunta.
-Y entonces? Dijo él
-Pues tuve o tengo un crush. El abrió los ojos.
-Haha, soy más guapo que el de seguro. Puso una pose de chulito.
-JAJAJAJAJAJA el es guero y de ojo azul. Puse una mirada de suficiencia.
-Aver si te hago cambiar de opinión.
Y entonces me empezó a hacer cosquillas, yo ya no podía aguantar más así que le di un golpe en el estómago sin querer. Bueno la verdad si fue con intención de lastimarlo pero al verlo tirado en el suelo sentí lástima.
Me acerqué para ayudarlo a levantarse pero el muy estúpido me tiro y caí encima de él.
Su rostro estaba tan cerca del mio que nuestras respiraciones se mezclaban.
Nos miramos a los ojos y pude sentir que lo quería, igual o más que antes, nunca lo había podido sacar de mi mente y mucho menos de mi corazón.
Me sonroje por la cercanía y gire mi rostro. El tomo mi barbilla.
Se fue acercando hasta quedar a escasos centímetros de mi.
-Si me pides que me detenga lo haré.
Eso fue lo que me hizo tirar a la basura cada orgullo y resentimiento que sentía hacia él.
Y entonces pasó. Nos besamos. Y justamente sentí las malditas mariposas en mi estómago, me sentí como la primera vez que nos besamos, se sentia tan bien su boca con la mía, encajábamos a la perfección. Seguimos besándonos por unos cuantos minutos, su contacto era dulce y tierno, luego se fue tornando más pasional. Enrede mis dedos en su cabello y el me tomo de la cintura y me apretó al mismo tiempo que yo jale su labio inferior mordiéndolo, el hizo lo mismo y luego nos separamos.
Sus labios estaban hinchados y los míos también, así como nuestras respiraciones estaba agitadas.
-Había extrañado besarte. Me dijo.
-Yo también lo había extrañado.
Me abrazo y así nos quedamos un tiempo hablando sobre otras cosas. Entre ratos nos besábamos y no se porque lo hacíamos, es como si fuese algo natural y no hubiera pasado nada entre nosotros. Como si el no me hubiera engañado y como si yo nunca hubiera dejado de quererlo.