Pasaban los día y Alondra nada que encontraba un empleo que le gustase y en el que se sintiese comoda, un día, como a las nueve de la mañana, ella decide salir a comer en una cafeteria que estaba muy cerca de aquel hotel cinco estrellas en el que ella se estaba quedando, al ella llegar a esta cafeteria, se acerca a las vitrinas y le dice al chico que esta atendiendo.
-Buenos días, me puede dar un café con leche no tan tinto y un pan tostado con mantequilla de maní y mermelada de fresa?
-Buenos días, claro en un momento se lo sirvo. le dice aquel chico de la cafeteria.
-Gracias, muy amable. le dijo ella sonriendo.
-A su orden, es para comer aca o para llevar? le pregunto él.
-Ehhhh..... ¿ Será que como aquí?. se preguntaba ella en su mente mientras el chico le volvia a preguntar.
-Es para comer aca o es para llevar señorita?
-No no para comer aca, disculpe. le dijo ella ropiendo el silencio en el que se había quedado.
Luego de todo esto ella nota que aquel chico era más guapo que el hombre que la había traído a Canadá, pero había un problema, y ese problema es que ella aún pensaba que todos los hombres eran iguales, que todos eran <<Perro>>, y jugaban con las mujeres, o la buscaban solo para tener sexo, o que a lo mejor si llegaba a tener algo con este chico el la iba a tratar igual o peor que Sebástian.
-Tienes movil.? le pregunto aquel chico mirandola a los ojos.
-Si, si tengo ¿Por qué me regalarás uno? le contesto ella siendo un poco arrogante.
-No, no para nada solo que quería ver si me podías dar tu número para seguir en contacto. le dice él con un poco de pena.
-Bueno lo siento. le contesto ella mientras le anotaba su número en una de las servilletas. Toma aquí tienes, le dijo ella mientras le entregaba el número.
Al ella terminar de comer, se levanta y se dirige al baño, al entrar al baño se mira en el espejo que esta en frente del lavamanos, y se pregunta ¿Por qué me habrá pepdido mi número telefónico? ¿Será que quiere ser algo más que amigos? ¿Será que gusta de mi.? ¿Será que solo quiere tewner sexo y ya?. Esas eran las preguntas que a Alondra le pasaban por la mente en ese momento. Salí del baño pero ya era muy tarde el chico ya no estaba, ¡Vaya se ha ido! me dije mientras me dirigía hacía la salida de la cafetería, al llegar a la puerta sonó mi teléfono, era un número que no tenia agregado, pero decidí atenderle.
-Si buenos días, que desea? dije yo al contestar.
-Hola, es Jhonny Malwebers, el chico de la cafetería, me imagino que te estarás preguntando que me hice, ¿Cierto? bueno esto responderá tu pregunta, dirigete hacia la floristería que esta en la vuelta de la esquina. le dijo el antes de colgarle la llamada.
-Mmmm la floristería? me pregunte yo mientras caminaba hacia aquel lugar.
Al llegar a la floristería Alondra se da cuenta que el la estaba esperando con un ramo de rosas rojas en la mano. Las rosas son lo más bello para mi, son las flores que más me gustan, decía yo en mi mente mientras me acercaba lentamente hacia él.
-Toma, son todas tuyas. le dijo él mientras se las entregaba
-Ehhh, Ahhhh, Enserio?.......... pregunte yo entre pausas y pausas de tartamudeo, es que tenía mucha pena y no sabía que hacer...
-Si, claro son para ti. respondio el chico.
-Gracias Jhonny, de verdad que me sorprendiste. le respondí yo acercandomele para darle un beso y un abrazo de agradecimiento.
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La Realidad Del Amor
RomanceEs un libro en el que nos podemos dar cuenta, que no todo es realmente lo que parece, que a pesar de que busquemos miles de maneras para tener un amor perfecto, la mayor parte del tiempo eso solo pasa en los cuentos de hadas. Que no todo en el amor...