Un dia lluvioso: 3/3

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La puerta se abrió, José y Giselle entraron gritando. Carlos y yo dimos un brinco y caimos sentados en la cama.

-¿Que estaban haciendo, bellacones?- dijo José

-Nada, presentau.- le respondí

Me levante, agarre a Giselle por la mano y nos encerramos en el baño.

- Cabrona, besa tán rico. Te juro que si no llegan a interrumpir, me lo tiraba.- dije mientras me sentaba y me hacia una cola de caballo.

-¿Lo tiene grande?- pregunto Giselle

- ¿El que?- pregunté

- El paquete, la entrepierna, el pene.. ¿Quieres que te de mas ejemplos? -

- Pendeja...- le dije mirandola mal -Te investigo eso pero no puedes interrumpirme- añadí

Giselle me mira y comienza reir. Nos arreglamos un poco el pelo y salimos del baño. Cuando entramos al cuarto nos comenzamos a tomar fotos. Hubo una foto en especifico que me encantó, salimos los cuatro bien hermosos y con unas sonrisas de oreja a oreja. Estuvimos alrededor de una hora hablando y fue ahí cuando José me preguntó al oido:

- ¿Te atreves meterte con Carlos? -

Yo negué con la cabeza, osea, una cosa era darle un beso y otra era tener sexo. José no insistió, simplemente se quedo callado. Yo miré a Carlos y el me devolvió una mirada un poco pervertida que hizo que me sintiera rara. Rara, pero en el lado bueno. Asi que salí su cuarto y le hize señas para que nos fueramos al cuarto.

Entré al cuarto y me tumbé rapido en la cama. No pasaron ni diez segundos y ya sentí a Carlos cerca de mi. Estaba a mi lado izquierdo, lo miré a los ojos y sin pensarlo me senté sobre el. Y comenzé a besarlo, lo besé como si el mundo se fuera a acabar. Mientras lo besaba le demostraba que yo era quien tengo el control. Cuando fue a tocarme las nalgas, no se lo permití.

- Me estas impidiendo tocarte. Eso no me gusta- me dijo Carlos con una sonrisa perversa

- Conformate con lo que te ofresco.- le dije con autoridad.

Pero en un abrir y cerrar de ojos su cuerpo estaba sobre el mio. Lo que le daba a el todo el control de la situación.

Que pena, a mi nadie me controla- seguido por un beso

Nuestras lenguas se tocaban y sus manos recorrian todo mi cuerpo. Sentia su ereccion sobre mi clitoris y no dude en pasar mi mano sobre su pene. En par de segundos Carlos se habia desecho de mi camisa. Mientras el besaba mis pechos no pude resistir la tentacion de meter mi mano por su pantalón, asi que no lo pense mucho y lo hize. Le desabroche el botón y le baje la cremallera y rápido metí mi mano para poder masturbarlo.

-¡NO SEAS ESPANTA POLVOS Y NO ENTRES! - grito Giselle

Carlos y yo nos miramos confundidos. Y en ese momento José entró al cuarto. Carlos se tapo con una almohada su ereccion, pero desgraciadamente yo no encontraba mi camisa, asi que me tape con las sabanas.

-¿Que hacen?- preguntó José en tono de burla

- Jugando ping pong, pendejo.- le conteste sarcasticamente y a la vez dandole una mirada no muy agradable

- Ay ya, ni que hubiera interrumpido algo importante.- dijo José mirandome a los ojos - Total no iba a pasar nada.- añadió

Giselle me dio mi camisa, me la puse y salí del cuarto. Me paré en el balcón y comenzé a mirar el paisaje. Por un momento me sentí tan mal, estaba siendole infiel a Luis. En ese preciso momento mi telefono vibró y era una llamada de Luis

-Hello -

-Estoy frente a tu escuela, sal afuera. Vamos a comer algo.- dijo Luis

Mierda, que le iba a decir. No podia decirle que no estaba en la escuela, se podia enojar e incluso ir con el chisme de que me escape de la escuela donde mis padres.

- No puedo, la maestra de taller nos va a reunir para darnos una orientacion antes de asignarnos las oficinas donde haremos las practicas.-

- Adiós- y cortó la llamada.

Me sentia mal por lo que estaba haciendo, comenze a llorar. No podia aguantar el llanto, me sentia pésima. Escuche que alguien estaba acercandose a mi y me sequé las lágrimas. Era Carlos, estaba parado detras de mi. Me miró y por su gesto puedo decir que notó que estaba llorando. Se mantuvo a mi lado, no me miro, no me hablo, no me tocó. Simplemente se paró a mi lado y guardo silencio. Mi estomago comenzó a rugir y me comenze a reir por lo alto que se escucho.

- ¿Quieres comida china? -

- ¡Por favor! Tengo una hambre que me esta matando.- le contesté

- Pues vamos a matar la que nos esta matando. Por que yo tambien muero de hambre y luego de eso te dejo en la escuela.- dijo Carlos dandome una sonrisa seguido por un beso en la frente.

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¿QUE CREEN?
¿Entre Neisha y Carlos surgirá algo más que una amistad ó continuarán con sus parejas?

Mi mejor amigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora