El desayuno acabó siendo muy ameno. Todos hablamos con un tono bastante elevado. Alguna que otra risa apareció en mitad de la conversación. También hablamos sobre nuestra época juntos en el Karasuno. Me explicaron que el profesor Takeda sigue enseñando en el Karasuno, e incluso seguía como asesor en el club de voleibol. Junto con él, el entrenador Ukai seguía ejerciendo de entrenador. De algún modo aquello me alegró un poco.
El primero de levantarse de ambas mesas fue Ennoshita, que parecía tener mucha prisa de algún modo. Recogió sus cacharros, se levantó, los llevó a la cocina y regresó al salón colocándose frente a Daichi firme.
- Capitán, si me disculpa iré a ocupar mi posición para ver si recibo noticias de la familia principal.- dijo Ennoshita con una tono serio.
- Está bien. Avísanos si llega algo. Y no solo lo de la familia principal, sino también sobre el tema de Shiratorizawa. Tenemos que intentar solucionar ambos temas como sea.- contestó Daichi con un tono seco y duro a su vez.
- Sí capitán. En cuanto reciba información, le avisaré.- Ennoshita hizo una pequeña reverencia y salió de allí corriendo.
Tuve como la ligera impresión de que Ennoshita era como algún tipo de mensajero o algo, como si fuese una paloma mensajera. Bueno, esa comparación ha sido un tanto extraña. Miré de reojo como se fue de la sala y seguí comiendo hasta que, sin darme cuenta, acabé de desayunar. Suspiré satisfecho, junté mis manos y agradecí por aquel desayuno. Luego miré a Hinata y la sorpresa que me llevé hizo que llevara mis manos a la cara. Al parecer aquel pelinaranja tenia la boca llena de comida y la cara llena de granos de arroz. A veces no sabía como puñetas los debía "cuidar". Hinata era como un niño grande. Y Asahi. Y Noya. Y Tanaka. Bueno, prácticamente todos eran un niño grande, excepto Daichi. Rodé por un memento mis ojos suspirando y lancé una servilleta al pelinaranja.
- Anda, límpiate un poco la cara Hinata.- le dije sonriendo un tanto poco.
Hinata no tardó mucho en comenzarse a limpiar la cara con la servilleta que le pasé. Mientras tanto, por mi parte, me levanté cogiendo todos mis cacharros y los llevé a la cocina. Por lo que pude ver al entrar, la cocina era bastante grande, con dos grandes neveras por ejemplo. Dejé los cacharros en el lavavajillas y, en el momento en el que me fui a girar, me encontré con Tsukishima. Al parecer también iba a dejar los cacharros en el lavavajillas. Observé como Tsukishima dejaba los platos y todo lo demás dentro de aquel gran electrodoméstico para que luego el rubio comenzara a hablarme a la vez que se giraba para verme.
- Suga-san, ¿te gusta el capitán?
Mis ojos se abrieron como platos a la vez que una sonrisa incomoda aparecía en mi rostro. Creo que mi cara ya decía por si misma la palabra, "Qué?". Lo único que pude hacer luego fue reírme tontamente a la vez que de una manera muy forzada. Aunque luego me quedé pensativo en como responder a aquella pregunta que no fuera "Sí, me gusta Daichi. Me pone.". No iba a decir eso ni en broma.
- Bueno... Daichi es una muy buena persona, y parece ser que os ha cuidado muy bien. Además siempre ha sido un gran capitán en cuanto a deportes... Supongo que es eso a lo que te refieres, ¿no?- le dije con una ligera sonrisa dibujada en mi rostro.
Me acerqué al rubio y le coloqué la mano en su hombro mientras seguía sonriendo. En cambio, por la parte de Tsukishima, él no cambió la expresión seria de su rostro. Se acomodó las gafas y me volvió a mirar, no sin antes suspirar.
- Suga-san, me refiero de manera romántica...
Dejé de tocar el hombro del rubio para luego alejarme un poco, sonrojarme, bajar mi mirada junto con mi cabeza y rascar mi nuca. No sabía como afrontar aquello. Era la primera vez que alguien me decía si amaba a Daichi, y algo raro era que fuera Tsukishima quien lo notó. Tragué un poco de saliva y volví a reír forzadamente sin mover un solo músculo de mi cuerpo que hiciera ponerme en evidencia.
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Dilo aunque duela
FanfictionSuga amaba de corazón a Daichi, amigo y compañero de equipo, pero nunca pudo decir el amor que sentía hacia él. La última oportunidad que tenia la derrochó. Después de eso Suga se fue a estudiar a Hokkaido. Ahora han pasado tres años desde la gradua...