Capitulo 4

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Narra Milo


Fue un gran día de descanso con algunos camaradas, las chicas que habían pasado si eran muy lindas pero obvio se fijarían en Afrodita porque es la belleza natural, aunque me quede con intriga que una rubia me dio su numero.


Cuando me lo dijo Camus parecía molesto la verdad no hice caso de ese numero y lo tiro, comimos un poco de ensalada pero Mu se comió 5 hamburguesas, la verdad eso fue un gran momento y cada quien se iba a su templo aunque decidí acompañar a Afrodita y Camus.



Afrodita: No era necesario acompañarnos podemos solos.


Milo: Ustedes hicieron esto para que yo estuviera más relajado y esta es mi forma de agradecer.


Camus: Como sea, tenemos que vigilar y no tener distracciones como esa rubia.


Milo: ¿La que me dio la nota? ¿Que tiene?


Camus: Pues es una distracción, detesto ver cosas así.


Milo: Tranquilo es solo una chica, bueno no es que haya tenido una cita pero a mi me gusta estar con pocas personas.


Afrodita: Bueno aquí esta mi portal, ojalá y los pueda ver luego, Camus..... después hablo contigo.


Camus se pone un poco rojo y Afrodita me guiña el ojo desaparece en su portal especial, y me quedo con Camus, caminamos en dirección a su templo y lo veo muy pensativo.


Milo: ¿Me vas a decir lo que piensas?


Camus: No tengo nada que decir.


Milo: Mmm claro lo que digas.


En eso intenta golpearme pero esquivo fácilmente, me toma del cuello y me mira directo a los ojos, sus ojos tenían un raro brillo que abarcaba un poco mas a sus ojos lo cual era misterioso en el, relaja su rostro y yo lo tomo de los hombros y lo abrazo.



NARRA CAMUS


Nunca he estado mas molesto que hoy pero al sentir el abrazo de Milo me sentí aliviado, ese gesto no lo ha hecho pero hoy fue el momento.



Milo: Tranquilo, sabes que cuentas conmigo y te aprecio mucho mi amigo.


Camus: Eh... Si yo también te aprecio.


Sonríe y me deja en la entrada del templo, se despide de mi con un gracioso saludo militar, suspiro y recorro lentamente el pasillo al que me dirigía a mi habitación, Afrodita tiene razón debo de mejorar el control de mis sentimientos, justo como lo hace Milo.



Saga: Vaya ¿donde estabas?


Miro en el jardín de hielo a Saga de Geminis, estaba con su imponente armadura y sonriendo, lo saludo con un fuerte apretón de manos.



Camus: No pensé verte por mi templo.


Saga: Oí que por fin salió de su cuevita Milo.


Camus: Eh si de hecho lo vi.


Saga: Bueno solo te quería decir que mañana el Patriarca nos convocará a todos los Caballeros Dorados.


CONTINUARA

El dia en que te conocí  (MiloX Camus) YaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora