Un joven de cabellos rosas desgastados era arrastrado por dos fornidos policías algunos internos de celdas contiguas golpeaban los barrotes para despedirse con gestos morbosos y piropos subidos de tono del lindo chico que les mostraba el dedo de en medio, cuando por fin estuvo fuera dio inicio una serie de insultos, odiaba esos sitios pero le era imposible evitarlos debido a que continuamente era detenido por posesión de alguna sustancia prohibida, sacudió su ropa llena de polvo, manchada de lodo, una fría noche lluviosa fue sometido por los policías cuando trataba de escapar por uno de los callejones de la zona más peligrosa de la ciudad, tenía un par de días vagando por esas calles olvidadas, su casero lo había expulsado después de no pagar seis meses de renta, el dinero ahorrado desaparecido por arte de magia, pego su frente al vidrio de esa ventanilla por donde una mujer le proporcionaba el resto de los artículos que llevaba el día arrestado.
—Espero no volverte a ver en este lugar niño.—Le hablo en tono maternal pero a la vez agresivo, era una pena ver chicos tan talentosos perdiendo su camino a causa de sus malas decisiones.—Agradece a tu primo que se apiado a pagar tu fianza espero ahora aprendas agradecer a tu familia y no los deshonres .
JunHong se giró sobre su propio eje para observar a un individuo de cabellos rojizos, llevaba un pantalón de mezclilla, una camisa de estampados negros y chamarra azul marino, el hombre emitió una dulce sonrisa elevando su mano para saludar al recién liberado, Jun trato de evocar algún cuestionamiento pero de un ágil movimiento el mayor lo sujeto del brazo para arrastrarlo hasta la puerta de salida.
—No digas nada.—Le susurró el alegre extraño al llegar a la acera.—Mi nombre es YoungJae Yoo.—Estiro la mano para saludar, Jun dio un paso hacia atrás inseguro.—No soy un dealer, no te preocupes no pienso hacerte daño pero te aconsejaría no regresar a la calle 50.—Jun desconfiaba de ese extraño, nadie hace algo por alguien sin pedir una comisión a cambio.—Un amigo quiere conocerte, él fue quien pago la fianza busca hacerte una propuesta.
—No sé quien eres pero no voy a ir contigo, puedo hacer lo que quiera con mi vida lo que desee.—Le contesto molesto tratando de alejarse por la calle, él no le pidió pagar la fianza, no le tenía que regresar el favor, sujeto fuertemente su mochila, sus manos temblaban, su boca se sentía seca, pastosa pero a cada paso que daba ese hombre se pegaba a su espalda con su insoportable sonrisa pegada a su hermoso rostro.—He dicho que no pienso pagarte así que aléjate de mi.
JunHong abrió los ojos desesperado lanzó al pelirrojo lejos suyo con ambas manos, necesitaba ir con Bom para que le diera algo para calmar sus ansias, su frente sudaba el tiempo en prisión consumía su voluntad, despedazaba sus nervios, poco le importaba estar encerrado la falta de alguna droga que lo elevara al cielo era su principal razón para escapar de las rejas, ese mes no fue a una cárcel sino su estancia la paso en los separos donde nadie le podía vender algo, trago en seco, su cuerpo se encontraba en un estado lamentable, sus fuerzas escapaban a cada paso que daba, su mente era inundad con la idea de fumar algo, tomar, inyectarse, inhalar, ese hombre a su espalda lo desesperaba comenzó aumentar la velocidad en sus pasos, corría por las calles escapando, su vida sería más sencillo si ella estuviera con él, si esa hermosa sonrisa no hubiese sido arrebatada de esa miserable forma se metió en un viejo callejón entre dos edificios se giro para descubrir que su cazador había desaparecido continuaba andando mirando hacia atrás cuando de pronto golpeo a alguien y fue a dar al piso.
—No hagas más difícil esto.—Un hombre de cabellos rubios casi plateados hizo acto de presencia usaba un elegante traje gris, llevaba las manos en los bolsillos.—No estoy de ánimos para correr así que es mejor que vengas con nosotros.
—No quiero ir con ustedes, no sé que diablos quieren de mi.—Les grito aterrado odiaba la fase de la desintoxicación, ese momento donde necesitas aquello que te ha creado una adicción.— No pienso volver al "Pandemonium" dile eso al maldito bastardo de SooMan, no volveré a ese asqueroso burdel de mala muerte.
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Me before you
FanfictionEn este momento hay más de seis mil cuatrocientos millones, ochocientos dieciocho mil, seiscientos setenta y un habitantes en el mundo, algunos huyen asustados, otros vuelven a casa, alguno cuentan mentiras para poder sobrevivir, otros se enfrentan...