YongGuk levantó la barbilla para encontrarse con la respiración agitada de su amante que arribaba a la área donde se encontraba, le regalo una sonrisa, de esas que arrancan suspiros y quitan el sueño, lo jaló de la mano para obligarlo acercarse cuando sus rostros se mantuvieron separados por sentimientos acaricio el contorno de su rostro, le robo un beso, la acción fue dulce, suave, sus labios se encontraron como si hubiesen separado hace siglos.
—Vamos a casa.—Le susurro al oído sensualmente sus miradas se fusionaron en una sola.—JunHong te quiero.
El menor se quedo mudo ante la sorpresiva, repetitiva confesión, nunca antes el mayor había pronunciado esa ultima frase, en menos de cinco minutos se lo había repetido, no opuso resistencia se dejo llevar por esa calmado tacto, fue arrastrado al coche parqueado en la calle donde se subieron, ambos sumergidos en sus pensamientos tratando de mantener a raya sus emociones, el trayecto a casa fue silencioso, callado, sin cuestionamientos solo sus dedos entrelazados, sus respiraciones al mismo compás, los amantes verdaderos no necesitan de palabras para dar a entender sus sentimientos, lo gestos, miradas son las traductoras necesarias, al llegar a esa mansión Jun guardo las palabras sin saber si debía confesar aquel beso o simplemente olvidarlo, para personas como él no recordar un evento era sinónimo de que nunca sucedió, desaparece de su conciencia el hecho, lo usamos como una escudo para evitar los recuerdos hirientes, cargamos la herida por culpa de la misma debemos seguir sufriendo.
—Lo siento mucho.—Confesó YongGuk al llegar a la habitación jalando del brazo al rubio para bajarlo a su nivel.— Jun tengo miedo de perderte por primera vez estoy inseguro de mi.—Acaricio su rostro, sus alientos se envolvieron en un solo suspiro.—Tengo el terrible sentimiento de que solo estas a mi lado por lastima, la idea me vuelve loco.— Con ambas manos guardo aquel blanco rostro.— Te quiero es lo único que tengo claro.
El menor se quedo sin palabras, sin aliento, el amor es un sentimiento tan confuso, las novelas rosas te describen como debes sentirte pero hay veces que no estas segura si es lo correcto, las historias te dan una idea pero los emociones no siempre son las mismas, en el caso de Jun el aliento se perdía en el espacio, sus manos sudaban, sus mejillas se pintaban de un carmín coqueto, extrañas sensaciones revoloteaban en su abdomen bajo, tomo asiento en el regazo del mayor para rodearlo del cuello, sus decisiones eran equivocadas, sus acciones erróneas y aún así deseaba continuar.
—Sé mío, simplemente mírame a mí.— Le pidió con tono de voz autoritario, caprichoso.— Quiero monopolizarte, ser tu razón para despertar las mañanas, el ultimo rostro que mires antes de dormir.— Rozó sus labios peligrosamente robando el aliento a menta del pelinegro.— Nunca he tenido algo que me pertenezca, por favor sé mío.—Su petición fue un claro ruego de su alma abandonada.—Te amo.
Esa ultima frase desarmo al CEO, los humanos somos tontos cuando entregamos el corazón, olvidamos a veces que las personas mienten, engañan, Bang siempre anduvo por un camino seguro escondiendo sus verdaderos sentimientos no entregando todo, amo a Dana hasta quedarse sin aliento, a su hija la idolatro por que era carne de su su carne una extensión de él mismo al perderlas se perdió a si mismo era verdad pero la situación que lo arrastro a la miseria fue haber perdido su seguridad, era medio hombre, incapaz de volver a caminar, verse solo, indefenso débil fue la combinación para arrastrarlo por el abismo de la depresión, Bang quería volver a ser el mismo, dirigir la empresa, ser respetado, temido, admitía tener miedo de entregarse a los sentimientos pero Jun era distinto con él todo poseía un olor nuevo, un color vigoroso, quería intentarlo, deseaba ser diferente esta vez.
—Esta bien.— Contesto besando sus labios, acariciando su cuello.—Seré tu esclavo, creeré solo en ti, en tus palabras.— Bang hablaba enserio, Jae y Him intentaban cambiar para ser felices, él deseaba hacer lo mismo.—JunHong Choi eres mi dueño, te quiero.
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Me before you
FanfictionEn este momento hay más de seis mil cuatrocientos millones, ochocientos dieciocho mil, seiscientos setenta y un habitantes en el mundo, algunos huyen asustados, otros vuelven a casa, alguno cuentan mentiras para poder sobrevivir, otros se enfrentan...