Epilogo

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☆Carta 9☆

Querida mejor amiga,

Solíamos ser tan unidas en nuestros días felices que jamás llegue a sospechar que un día me encontraría en una situación como esta, despidiéndome de ti y aferrándome solo a los recuerdos de lo que un día fuimos: Dos mejores amigas incondicionales, de esas que no se encuentran en la acera de afuera de tu casa o de la mía, y es que por más que hubiésemos oído hablar sobre el destino, nunca logramos advertir que siempre estuvo escrito, que desde el momento en que nacimos nuestro paso por el mundo tenía puesto el punto final, un final que nada ni nadie podía cambiar. Pero una vez más la vida se encargó de enseñarnos la lección, y de la forma más dolorosa que nos podíamos imaginar: Nos separó, ahora tú te encuentras en un pasaje desconocido para mí, un lugar que nadie conoce y que todos añoran, he oído mucho sobre él y por lo que me han dicho, allí te encontraras mucho mejor, pues ahora podrás descansar de todos los duros momentos que te tocaron vivir. Yo solo espero que sea el lugar que sea, estés donde estés, te encuentres bien y regalando sonrisas como solías hacer por aquí, no sabes lo difícil que será aguantar un mundo sin esas sonrisas o tus consejos, un mundo sin ti. Y es que ni siquiera ha pasado un día desde que te fuiste y ya te extraño.

Si te soy sincera, no creo estar preparada para esto y creo que nunca lo estaré, no sé de que forma llevar lo que está ocurriendo, no sé como dejarte ir, y es que si se tratara de mí, por más egoísta que suene, jamás te soltaría. Las horas pasan y los minutos le siguen obedientemente detrás, el tiempo avanza sin ti y yo no puedo creer que esto esté ocurriendo, que dentro de unas horas más tenga que ir al entierro de mi mejor amiga, de la chica que lo fue todo para mí. Esa chica que siempre entrego lo mejor de sí, que tenía grandes sueños, que quería vivir, que adoraba el chocolate casi tanto como leer un buen libro y que esperaba algún día encontrar a alguien especial con quien formar una linda familia.

No sabes lo terrible que es esto, solo te puedo decir que duele como el infierno, ¿Recuerdas cuando vimos "Bajo la misma estrella"? Pues este es mi diez o quizás mi cien, ahora precisamente no se muchas cosas, solo que mi mejor amiga falleció hace unas horas y yo sigo en shock por la noticia, no creo poder volver a levantarme del suelo en que me encuentro ahora, del suelo del hospital al cual me aferre tal como una leona a su presa, y es que una parte de mí se niega a enfrentar a la realidad, mamá y papá se quedaron conmigo, me observan desde lejos, vienen de vez en cuando y me preguntan que si ya estoy lista para irme, pero yo no abro mi boca, solo niego con mi cabeza y ellos se van, ya perdí la cuenta de cuantas veces lo he hecho, solo sé que posiblemente nunca me sienta lista para volver a ponerme de pie, que nunca volveré a ser la misma chica que era antes y que por más veces que me digan "lo siento mucho", nunca nadie en el mundo podrá devolverme a mi mejor amiga, nadie podrá devolverte a mi lado.

¡Esto es tan injusto!, ¿Por qué te tenían que llevar a ti?, ¿Por qué a ti?, ¿Por qué no pude ser yo?, ¿Por qué? He intentado continuas veces cerrar mis ojos esperanzada de que al abrirlos, todo esto no haya sido más que una pesadilla, una horrible pesadilla, y es que es tan malditamente doloroso pensar que nunca más te veré disfrutar de un buen libro junto con una taza de chocolate caliente o de una buena película como tanto adorabas, que el destino te arrebato del mundo justo en el momento en que comenzabas a cumplir tus sueños, y que nunca más oiré tu voz o veré tus ojos brillar otra vez. Todo esto es tan... tan increíble, tan impensable, tan doloroso y yo no puedo hacer nada más que agradecerte por regalarme los mejores momentos de mi vida, por ver más allá de la chica depresiva que solía ser y creer en mí, por apoyarme en cada nuevo proyecto que inicie, por dar los mejores abrazos en el mundo, y por ser mi mejor amiga.

Se perfectamente que no te gustaría verme como estoy ahora, pero créeme que no puedo hacerlo mejor, en el momento que me contaron lo ocurrido escuche exactamente como se partía mi corazón y sé que esas mismas partes que quedaron regadas por alguna localidad de mi ser, jamás se volverán a unir, porque no existe forma de que te haga volver. Y es que una amistad también te puede romper el corazón, no solo un chico, no entiendo porque siempre que hablamos de amor nos imaginamos a un novio, pero no a un amigo o a una amiga, sí tener una mejor amiga o mejor amigo, es de las mejores cosas que te pueden pasar en la vida y es lógico que los lleguemos a amar incluso más que a un chico. Y al hablar de amor, me refiero al concepto universal relativo a la afinidad entre dos o más seres, porque eso es el amor, sentir preocupación por esa persona con la que tienes afinidad, apoyarla en todo y estar ahí cada vez que pise falso. No deberíamos tener miedo en sentir un sentimiento como este hacia la persona que fue nuestro complemento, y nuestra luz en los días grises.

Sigo sin poder creer que lo de las cartas no haya sido más que un sueño, ¡Un maldito sueño!, y que hayas sido tú, la que estuvo todos estos meses en coma. He llegado a pensar que quizás esa haya sido tu forma de despedirte de mí, que en sueños me hayas dicho todo lo que te hubiese gustado decirme en persona, y que si aguantaste mes tras mes esa eterna lucha contra la oscuridad infinita, quizás fue por mí, para prepararme a lo que vendría, porque tu mejor que nadie sabias que yo no iba a soportar algo así, y que para mí esto iba a significar el fin.

Tengo claro que se me vienen unos meses difíciles encima y que es probable que nunca supere tu partida, pero te prometo que no me dejare volver a caer en la depresión o al menos no como tú me encontraste hace años atrás, que algún día volveré a sonreír como lo hacía contigo, que volveré a luchar por mis sueños y también por los tuyos, que volveré a ponerme de pie y que volveré a estar bien... algún día, porque ahora necesito vivir mi duelo.

De hecho, ni siquiera sé si desde donde te encuentras ahora logres leer esto o si es que realmente me estas observando como todos dicen, sin embargo, espero y deseo que así sea, que desde lo más alto del edén, me envíes las fuerzas necesarias para poder seguir adelante en este mundo.

Quiero que sepas que nunca me olvidare de ti, que siempre habrá un destello tuyo detrás de cada accionar mío, que cuando tenga hijos les contare sobre la maravillosa tía que los cuida desde el cielo, que siempre estarás en mis recuerdos, que cada vez que pueda vendré a visitarte y que te querré eternamente.

Aunque ahora no te encuentres conmigo, estuviste desde el principio en este viaje. Gracias por sacarme de ese agujero negro en el que me encontraste y por no dejarme volver a caer en él nunca más. Gracias por todas esas tardes de películas, de lectura y de repostería. Gracias por las sonrisas compartidas, por hacerme reír con tus ocurrencias, por dejarme ver tus marcas y tus pequeños demonios. Tengo que confesarte que fuiste un gran motivo por el cual nunca me rendí. Te quiero, y aunque el destino nos haya separado de esta forma tan cruel, nunca me olvidare de ti o de los momentos bonitos que viví a tu lado. Gracias por ser la hermana que nunca tuve. Gracias por ser mi mejor amiga. Gracias por convertirte en mi ángel guardián, te llevare eternamente en mí y en cada paso que dé, siempre estarás tú.

Te adoro, en la distancia de nuestros cuerpos.

Te amo, hoy y siempre, en la unión de nuestros corazones.

Tú mejor amiga,

Cloe Bellerose.





Dedicado a todas las personas que han perdido a su mejor amiga; esas personitas son mágicas, jamás deberían morir; y a las que me apoyaron en esta pequeña aventura, espero que lo sigan haciendo después de leer esto y muchas gracias por todo.

Cartas A Mi Mejor Amiga ( #LatinosAwards )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora