Parte 2

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El primer año en el internado para muchas chicas eran el peor, desde que entraban a sus clases muchas de las chicas que estaban se burlaban por la cara de asustadas que tenían las nuevas, pero ese no fue el caso de los hermanos Morgan.

En su primer día en el internado fue totalmente un escándalo, gracia a dios que se les había dejado estar juntos.

A primera hora de la mañana en su primer día del internado, los hermanos se colocaron sus uniformes de la escuela, los chicos estaban algo asqueados por aquel uniforme, de aquel pantalón color beigs, camisa de manga larga, blanca cual perla con un chaleco de color café oscuro con un saco café claro que provocaba que John se estuviera apunto de vomitar, sus zapatos negros brillaban como si fuera un diamante o un carbón brillante. Ivette por su parte estaba apunto de llorar, pero no por las risas burlonas o las miradas de desprecio que había recibido por algunas que había conocido antes de iniciar las clases, claro que no, era por aquel uniforme que llevaba, de falda a cuadros de colores azules, rojos y negros, una camisa blanca como la de sus hermanos con un chaleco igual del diseño de su falda, su saco era sin lugar a duda más feo que el de sus hermanos.

Habían ido al comedor donde el desayuno iba a comenzar, cuando entraron por la puerta muchos les habían mirado, todo era un caos, las chicas comenzaron a gritar de que como era posible de que hubiera chicos en el internado, muchas gritaban que eran unos pervertidos o que buscaban sonsacarlas para hacer cosas inapropiadas, otras se sonrojaban por lo que estaba pasando, ¿Chicos en el internado?, no eso parecía un cuento de hadas, ellos chicos eran muy guapos.

El desayuno había pasado tranquilamente, las cosas habían quedado un poco en el olvido, los hermanos habían estado en una mesa casi a lado de la de las maestras, los chicos habían ignorado por completo los murmullos, las miradas de asco, los gestos que hacían varias chicas junto a comentarios groseros. Los hermanos Morgan comían tranquilamente, hablando entre ellos y riendo de las cosas que decían.

Desde donde estaba Madame Carter sonreía discretamente, desde aquel día que los conoció habían mostrado ser chicos serios y a pesar de ser bromistas y reírse libremente eran buenos niños, ahora los veía comer tranquilamente, notaban que sabían sentarse derechamente, pero eran un poco despistados a la hora de como agarrar los cubiertos y esas cosas.

El primer día de clases fue de lo más divertido para los hermanos.

Alix había disfrutado mucho las muecas que habían hecho las chicas con las que compartía las clases, muchas le miraban con asco y sobre todo como si el mayor de los hermanos Morgan fueran como portadores de algún virus, claro él había ignorado todo pues no le iba a tomar importancia a las chicas que el no conocía.

En ninguna de sus clases se le fue preguntado su nombre, solo lo tomaban por alto, hasta que llego a su ultima clase donde una maestra de edad avanzada le miro con una sonrisa.

𝐄𝐥 𝐈𝐧𝐭𝐞𝐫𝐧𝐚𝐝𝐨 𝐃𝐞 𝐌𝐚𝐝𝐚𝐦𝐞 𝐂𝐚𝐫𝐭𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora