La cena estaba siendo un momento incómodo para todos. Finalmente aceptaron que Ian se quedara a cenar pero gracias a eso, estaba siendo una cena muy silenciosa, solamente se oían los ruidos de los cubiertos y los platos. Fue Jared quién rompió dicho silencio:
-Bueno Ian, cuéntanos ¿dónde está tu familia?
-Murió. -Dijo Ian en un tono triste.
Volvieron al silencio. Eileen no paraba de pensar en lo que acababa de decir su amigo. Estaba realmente muy solo...
-Entonces, ¿por eso quieres aprovecharte de esta familia? -Dijo Cedric.
-¿¡Qué!? ¡Claro que no! Si estoy aquí es porque... -Pero finalmente Ian decidió callarse después de mirar a Eileen.
-No. Venga dilo. -Le desafió Cedric.
-Yo le obligué a venir. -Respondió Eileen, la cual se encontraba sentada al lado de su amigo. -Pensaba que no excluiríamos a nadie. Porque dejarme recordaros que papa y mama tampoco se conocían.
Después de decir aquellas palabras, se levantó dejando de golpe la servilleta en la mesa y se marchó de allí. Ian la siguió, sabía que estaba muy alterada y lo mejor sería ir a tranquilizarla.
-Si me disculpan... -Dijo Ian en voz baja para luego marcharse.
El sol ya se había ido dejando el protagonismo de la noche a la luna. Ian vislumbró a su amiga y se acercó hasta ella. Era guapísima pero a la luz de la luna hacía que su belleza resaltara todavía más. Ian se situó a su lado y los dos se quedaron mirando el cielo lleno de estrellas. Eileen, sin dejar de mirar al cielo, le cogió de la mano a Ian, el cual sorprendido la miró para luego volver a mirar al cielo, pero esta vez una sonrisa asomaba en los rostros de los dos amigos.
En la cena tanto Alba como sus hijas Maya y Evelyn se sentían culpables. No deberían tratarle así. Nunca antes se habían comportado de esa forma. Era normal que desconfiaran de él ya que no le conocían pero se estaban pasando de la raya.
-Amor, creo que nos hemos excedido. El muchacho no tiene la culpa de la catástrofe.
Jared cogió la mano de su esposa y dijo:
-Tienes razón cariño.
Entonces levantó la mano de Alba y le dio un beso en los nudillos para luego levantarse y marcharse en dirección de Eileen e Ian.
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The Second Origin Of Humanity
Ficción GeneralLa civilización ya no existe. No hay Internet, ni televisión, ni móviles. Ya no queda nada que te recuerde que eres un ser humano. Ahora sólo queda un objetivo: SOBREVIVIR. Han pasado los años y los diez hijos de Alba y Jared han crecido, dando lug...