¿Brillarás Para Mi?. ¥Momo x Mina¥

Capítulo 3.

N.Sana

Hace unos días que ya estamos aquí en Corea del Sur y todo me parece muy acogedor y muy cálido, no paro de agradecerle a aquella señora lo gentil que fue al dejar que nos hospedemos aquí.
Además, tiene una niña muy agradable, linda y educada, también es bastante social aunque al principio pensé que era un poco..amm, ¿rara?, Pero quien seré yo para opinar.

Mina y yo dormimos juntas, gracias a Dios había una habitación matrimonial que quedaba libre y a esa la convertimos en nuestra habitación, ahora es las paredes son de un color rosa pastel al igual que la cama y las almohadas.
Los muebles lastimosamente son blancos, Mina no me había dejado comprar más cosas rosas, aburrida.

Ahora nos encontrábamos yo, Tzuyu y Mina buscando institutos a los cuales ir, aunque estábamos pensando seriamente irnos con la pequeña Tzuyu.

—Deberían venir a mi instituto, Mina y Sana serían muy bien bienvenidas, además allí son todas buenas personas, yo cuando llegue allí al ser de Taiwán no sabía muy bien el idioma Coreano, de echo, solo sabía decir "gracias", "gracias". La pequeña Tzuyu río.

—Oh, ya veo. Respondió Mina. —Seguramente no encontremos nada y debamos ir contigo, aunque no sería mala idea, estarías junto a nosotras. Sonrió y revolvió el cabello de Tzuyu.

—Yo quiero ir con Tzuyu. Me decidí, también conocería a las amigas de Tzu-Chan. —Iré contigo Tzu-Chan. Sonreí.

—Entonces si vas tú, supongo que iré yo también. Dijo Mina sin pensarlo.

—¡Bien!, Vamos ya a inscribirlas entonces. Sonrió y nos tomó de las manos para salir corriendo de aquella gran casa.

Ojalá podamos encontrar algo bonito y con gente de igual manera, Ash, quiero ver a Momo-Chan.

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N.Momo

Jihyo y yo estábamos en el centro de aquel Instituto, en el sentido de que nos encontrábamos en el patio de este. Ella comía su ensalada ha que se encuentra a dieta y yo como buena amiga comía ensalada junto a ella, al menos debo apoyarla.

—Estás ensaladas vienen cada vez más buenas. Sonreí y Jihyo me correspondió.

—Lo sé, hace rato no probaba unas así, además, vienen con bastante tomate, amo el tomate. Jihyo amaba el tomate por si no había quedado claro.

Asentí y seguimos comiendo hasta lograr terminar aquella abundante porción de ensalada de zanahoria y tomate, junto con un poco de pollo al horno.
Me gusta este instituto por que me da comida, creo que debes amar a un instituto si te da eso.

—Bueno, ¿quieres caminar?. Jihyo me sonrió y yo asentí, después de todo aún quedaba un poco de tiempo antes de que el receso terminase.

Caminamos y caminamos hasta llegar a la entrada de aquel gran lugar, siempre hay chicos juntados en la entrada hablando de videojuegos o de talleres, algunos presumían sus notas y otros hacían chistes sexosos, lo común.

Aunque por estos lados se encontraban los chicos pequeños, o sea, los cursos bajos.
Había una niña aquí que me parecía tierna y linda, vah, dos.
Si no mal me equivoco sus nombres eran Tzuyu y Chaeyoung o algo así, esas niñas son como pequeños angelitos caídos del cielo, por ahí se rumorea que son las mejores de su clase y ¿como se esto?, Pues hay muchas personas que las adoran y una de ellas es Jihyo, más bien conocida como mamá de la mitad del Instituto, incluyendo aquellas dos angelicales niñas.

—¿Hoy no has visto a tus hijas?. Me apoyé en una de las paredes mirándola.

—Es verdad, hoy no han aparecido. Jihyo hizo un leve puchero, formó un puño en sus dos manos y las froto en sus mejillas.

—Tonta, no hagas eso. Reí y la imité.

—Pero a mi me queda lindo hacerlo. Sacó su lengua y sonrió.

—Yah,yah. Miré hacía la puerta de entrada, la habían abierto y eso significaba que pronto nos iríamos ya que siempre la abren unas dos horas antes de que salgamos.
Cuando la abrieron vi una chica de un color cabello rubio y otra marrón, también me pareció ver a Tzuyu, supongo que ahora tiene nuevas amigas.
—Neh Jihyo, ¿ella no es Tzuyu?. Ella giró su cabello y sonrió. Por lo que veo parece que si es Tzuyu.

—¡Mi Beba!. Gritó mientras salió corriendo hacia su pequeña hija con una lágrima fingida en su ojo.

—¡Mamá!. Gritó la pequeña Tzuyu mientras le seguía el juego a Jihyo, me hacían reír a veces, deberían ser actrices las dos.

Miré a las otras dos chicas y por alguna razón se me hicieron familiares, no podía verlas de cerca como para saber quiénes eran pero, se me hacían conocidas.
El timbre resonó en todo el Instituto y nos dio a entender que debíamos entrar a clases ya que serían las últimas dos horas de escuela, al fin, pronto me iré de esto y podré practicar algunas coreografías que me gustan bastante.

—¡Jijyo, vamos!. Grité y ella me sonrió, camino hacía mi pero, parece estar algo "sorprendida" y no me quiso contar la razón de por qué aquella cara y aquella forsoza sonrisa.

—Maldita, ya terminó el receso y no me quieres contar aquella cara rara que me has echo, ¿por qué?, ¿qué te hice yo o gloriosa Jihyo reina del canto?. Pregunté en tono de broma y al parecer se resigno más a decirme la razón.
—Jihyo, sabías que te amo, ¿no es así?. Pregunté y ella me dio vuelta su cara. —Jihyoooooo. Empecé a hacer berrinches hasta que ella cedió.

—¡Está bien!, Me sorprendí un poco ya que cuando fui con Tzuyu-ah, tenía dos nuevas amigas que nunca había visto antes, hablé poco y nada con ellas pero alcance a preguntarle el nombre a las dos, por cierto don muy bonitas. Jihyo se paraba y miraba hacía el techo simulando imaginarlas.

—¡Yah!, Dime. Formé un leve puchero.

—La cuestión es que sus nombres eran Sana y Mina, me hicieron acordar a tus amigas, las chicas de Japón. Ella me sonrió y por alguna extraña razón sentí un calor invadir mi corazón.

Dejé a Jihyo en medio del pasillo y empecé a correr, necesitaba saber si ellas aún seguían allí y si era verdad lo que Jihyo me decía, si era verdad que esos eran sus nombres, si era verdad que ellas habían vuelto a verme.
No paré de correr hasta que allí estaba, enfrente de aquella puerta abierta y dos chicas se encontraba traban frente a mi, junto a una pequeña y adorable niña.

—¿Momo?....

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//Perdonen la demora y muchísimas gracias por leer, son unas dulzuras 😘//