Aunque sea un rato.

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Hugo

Se me abrieron los ojos como naranjas al escuchar decir a Júlia que quería dormir conmigo.

-No puedo, Júlia. Que paso mucha calor. -dije intentando que no se me notara lo nervioso que estaba.

-Prometo no acercarme a ti, de verdad, Hugo, pero no quiero dormir sola, si hace falta ponemos la almohada de separación.

No pude hacer nada más que levantarme y ir a su cama, en su voz había miedo, y no quería que rompiera a llorar, como lo había hecho poco antes.

-No te vayas en toda la noche, ni aunque sea un rato, te lo pido.

-Rubia, voy a ser lo primero que veas cuando abras los ojos y mires para tu izquierda mañana.

Ella me acarició con toda la delicadeza del mundo el brazo en forma de agradecimiento y se dio la vuelta para el otro lado. Permanecí quieto durante 5 minutos y ella ya suspiraba tranquila, estaba dormida.

No pude dormir en toda la noche, no hice otra cosa que observarla dormir, con su cola mal hecha, y esa boca relajada que sabía de maravilla. 

Sonó el despertador, tan solo era martes, y quedaba toda una semana para acabar de trabajar, había chicas muy guapas, pero menores de edad, y Lucas ya me había advertido que no las podía ni mirar casi. Además, tenía una monitora metida en mi cama, no necesitaba mucho más.

-Eh, perezosa, levántate si no quieres llegar tarde a desayunar. -le tiré un cojín.

-Deja, no tengo hambre. -dijo sin nisiquiera abrir los ojos.

-Tú lo has querido. -cogí una cacerola y empecé a dar golpes para que se despertara.

-¿Estás loco? -saltó de la cama para quitarme el trasto de las manos.- Dame eso, para joder, me duele la cabeza. -seguía dando la nota y cantando.

-Rubia tetona, poca neurona.

-Calla. Imbécil. Te voy a matar cuando te pille- chillaba intentando cogerme por la camiseta, pero no podía. -Hugo, para a la de tres si no quieres tener problemas conmigo.

-Ya los he tenido, y la verdad es que no es para tanto. Rubia tetona, poca neurona. -seguía cantando y haciendo ruido. -¿Vas a venir a desayunar o sigo tocando?

-Hostia puta, que sí, vengo, pero deja de tocar que me va a reventar la cabeza, joder.

-Pues vete a arreglar, en 10 min. te quiero en la puerta de tu cuarto, espabila.

Júlia salió dando un portazo, como era habitual, y yo no paraba de sonreír, estaba preciosa recién levantada y con los labios hinchados, y aún lo estaba más enfadada y intentando pillarme, la hubiera destrozado a besos... y en la cama.

Júlia

¿A quien se le ocurre despertar a una chica como lo ha hecho este imbécil? Tenía mucho sueño, y una resaca del copón, no tenía hambre y él se había empeñado en que fuera a desayunar y en que en 10 minutos estuviera lista. Lo llevaba claro.

Cogí mi tarjeta de la habitación y abrí la puerta. Estaba Lucas levantado dándole un beso. A Vic. Medio desnudos.

-¿Que tal si os tapáis un poco? -dije viendo que no se percataban de que estaba yo allí.

Pólvora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora