Júlia
Se había encabezonado en que tenía que darle una explicación de porque no acabamos lo que empezamos, y yo tenía ganas de morirme, no tenía ni idea de qué le iba a decir, y sobretodo, de que iba a pasar aquella noche cuando Vic y yo les confesáramos que no éramos monitoras a todos, ya que aquella noche, era la última noche de nuestras bonitas vacaciones.
Estaba intentando dejar mis nervios y comeduras de cabeza a parte, pero era imposible, Lucas, Hugo y todos nuestros compañeros a quienes les había cogido tanto cariño, se iban a enterar que éramos unas farsantes y que les habíamos mentido en sus caras, yo tan solo esperaba que se lo tomaran mejor de lo que yo me lo habría tomado si estuviera en su lugar.-¿Has pensado como vas a comenzar y en qué momento? -me preguntó chillando Vic desde la habitación mientras yo seguía alistándome en el cuarto de baño.
-No señorita, tu nos metiste en este follón, y vas a ser tú quien nos va a sacar de él. Yo tan solo te seguí el rollo porque te vi emocionada con Lucas. Apechuga con las consecuencias. -le dije muy segura.
-¿Vas a dejarme sola en esto? -la vi aparecer detrás de mi por el espejo.
-Voy a estar a tu lado, cargándome la parte de culpa que merezco. Después de esto, con un poco de suerte, Hugo no querrá saber nada de mi por haberle mentido y por ser menor de edad. -dije riendo aunque por dentro me consumía todo esto.
-¿Crees que se habrían fijado en nosotras si hubiéramos sido unas simple adolescentes de las que tenían que encargarse ellos? -me preguntó Vic.
-Pues no lo sé, si Hugo no se fijó en mi ni cuándo tuvimos el percance con el coche, dudo que lo hubiera hecho entonces.
Cogí una falda de tubo y me puse una camisa verde, junto con mis tacones negros y mi chaqueta tejana, Vic se había puesto un vestido ajustado de encaje de color marrón, y también unos tacones negros, cogimos la tarjeta de la habitación y nos dirigimos a paso firme hacía la sala de monitores, donde ya estaban casi todos.
Cori se giró rapidamente y empezó a reírse, con un ojo inchado y morado, todos se nos quedaron mirando y se hizo el silencio, la Barbie media neurona dio dos pasos hacia delante.
-Vaya, vaya... si tenemos aquí a nuestras monitoras favoritas, Victoria y Júlia. O debería decir..., ¿a nuestras estudiantes favoritas?
Busqué unos ojos azules que me salvaran de ese momento, pero ni siquiera esos ojos me miraban, Hugo bajó la cabeza junto con Lucas y salieron por la puerta, pasando por nuestro lado.
-Lucas, nosotras íbamos a... -dijo Vic cogiéndolo por el brazo.
-No me toques. -él hizo un gesto rápido con el que se deshizo de las manos de mi mejor amiga, ahí pude ver una lágrima resbalándose por las mejillas de ella. Le sujeté la mano y se la apreté con fuerza mostrándole mi apoyo.
Yo ni siquiera fui capaz de tocar a Hugo ni de decirle una sola palabra, sabía que su respuesta iba a dolerme más que su silencio e indiferencia hacia mi.
-Cori, ¿que te costaba esperar a que lo contáramos nosotras? -le pregunté.
-Já. No os ibais a ir de rositas y eso es lo que queríais.
-Albert, te juro que veníamos con la intención de contaros lo ocurrido y de porque nos callamos, te prometo que nuestra última intención era decepcionaros a vosotros y menos después del cariño que os hemos tomado a todos, a ti no Cori, no te emociones.
Sabemos que hemos actuado mal, y que debéis estar pensando que somos unas crías inmaduras que os han intentado tomar el pelo, pero no es así.
Cuando nos confundisteis con monitoras y sentimos que necesitabais más gente que trabajara con vosotros, tan solo queríamos ayudar, y claro que si, aprovechar al máximo estos 7 días. Pero tampoco hemos incumplido ninguna norma ni hemos utilizado esto como una excusa para hacer lo que no hubiéramos podido hacer siendo tan solo dos estudiantes más. Albert, tanto por su parte como por la mía no nos arrepentimos de la responsabilidad qué decidimos coger cuando nos subimos al barco, ni tampoco de todos los momentos vividos y disfrutados haciendo de monitoras aunque no nos pertocara, si lo sentimos mucho por haberos estado mintiendo y llevarlo todo tan lejos, pero sobretodo esperamos que a pesar de esto, aunque nosotras seamos una mentira, el cariño que os hemos cogido no lo es. Lo sentimos muchísimo, ojalá nos lleguéis a perdonar.
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Pólvora.
Fiksi RemajaNunca había sufrido ningún traumatismo, ningún accidente, ninguna picadura de abeja ni de avispa, ni siquiera me habían puesto puntos ni una sola vez. Había ido lo más mínimo al hospital, solo para esas revisiones anuales que todos nos saltamos y l...