Cap 15

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A la mañana siguiente Steve decidió continuar con aquel consejo que Tony le había dado, ese de ignorar a María para que sintiera lo que el estaba sintiendo, sabía que Tony no tenía muy buenas ideas, pero siempre tenía a la mujer que quisiera.

Llego a su oficina y para su sorpresa María ya estaba ahí.

-Comandante -saludó.

-Capitán -logró responder.

Cada uno estaba en su computadora haciendo sus respectivos trabajos hasta que...

Toc toc
-Pase-respondió María.

-Buenos dias María, buenos días Steve-dijo cerrando la puerta Sharon Carter, se acerco a Steve lo beso en la mejilla y después le dirigió una sonrisa a María, se sento enfrente de Steve y le entregó unos documentos.

-Gracias Sharon, en verdad los necesitaba-

-Es un placer Steve, para lo que necesites-se levantó de la silla-¿Sigue en pie lo de esta noche?-

Steve no sabía de lo que Sharon estaba hablando, pero imaginó que se trataba de Stark.

-Claro Sharon, paso por ti a las ocho-

-¡Ahí nos vemos! , hasta luego María-se despidio.

María intentó controlarse -Hasta pronto Sharon-logro decir.

Steve estuvo apunto de reir ante la cara de celos de María, cara que ella nunca aceptaría.

Eran las 3:00 la hora de comer, regularmente María y Steve salían a comer juntos, pero desde que habían terminado María acostumbraba salir por una ensalada y una botella de agua natural y regresaba al trabajo, mientras que Steve encargaba un Sandwich y lo comía en la oficina, esta vez no sería diferente. María salió a la cafetería por su ensalada y cuando regresaba a su oficina se encontró con un viejo amigo, Alexander.

-Tan hermosa como siempre Ria- dijo para llamar su atención, era una clase de juego entre ellos.

Alexander era un amigo de María y David, nunca se había enterado de lo que paso entre ellos, algunos decían que a Alexander siempre le había atraído María.

-Tan guapo como siempre-Maria contesto sonriendo, era de los pocos recuerdos lindos que tenía.

El se acercó para abrazarla-¿cómo has estado Hill? Hace tiempo no te veo-

-Ha pasado tanto-caminaron hacía la oficina, María olvidando por completo que ese lugar no era solo de ella.

Abrió la puerta ignorando aún la cuestión de la oficina, cuando Steve vió entrar a María logro sentirse tranquilo,era un poco sobreprotector con ella, pero cuando vio al hombre que la acompañaba todo cambió.

-¿Capitán Rogers? Es un verdadero honor conocerlo-dijo Alexander al reconocer a el hombre rubio que estaba dentro de la oficina. María volteó a verlo.

Steve no estaba nada feliz con aquel individuo.

-Un gusto-respondio bastante molesto.

-Bueno ya se conocieron así que vamos Alexander, por aquí esta mi escritorio-hablo María.

Su platica fue muy larga, cuando dieron las 8 Alexander y María salieron de la oficina hacia el elevador con Steve detrás de ellos, había recordado que tenía una cita con Sharon, entraron al elevador y Steve no pudo evitar sentir celos ante lo que veía. Alexander tomaba a María de la cintura y le hablaba en la oreja haciéndola reír.

Por fin las puertas del elevador se abrieron, ese había sido uno de los viajes más largos para Steve en elevador, temía tener que acostumbrarse a eso, ¿quién era ese tal Alexander? ¿qué hacía aquí? ¿qué tenía que ver con María? Y sobre todo ¿qué tipo de interés tenía en ella?.

-Steve, pareces un poco distante-dijo Sharon intentando llamar su atención.

-Lo siento Sharon pero hubo demasiado trabajo en la oficina, ¿qué me decías? - se disculpó Steve.

-Decía que se me hizo un poco raro que me invitarás a salir, más bien, que Tony me dijera que querías que saliera contigo-

-Si, a mi también me sorprendió -Notablemente seguía distraído.

-Bueno, es que creí que tenías algo con Hill-

-Perdón pero no me siento cómodo hablando de eso, ¿podríamos hablar de otra cosa? Claro, si es que no te molesta -

-Claro que no Steve y lamento haberte incomodado-

Así fue casí toda la noche, Steve no podía dejar de pensar en María y eso le impedía hacerle caso a Sharon y ella comenzaba a notarlo.

A la mañana siguiente María llego a la oficina y algo le decía que su día sería un poco incómodo empezando porque Steve había sido el primero en llegar.

-Buenos días Capitán -

-Hill-

El resto de la mañana fue silenciosa, solo se escuchaban las teclas de los computadores y uno que otro mensaje.

Pero cuando dieron las tres...

"Solo era una cita "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora