Cap 19

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-Oh Steve- rodeo su cuello y lo abrazó durante un largo momento.

-Es ahora que me doy cuenta que solo puedo ser feliz a tu lado, que estoy dispuesta a luchar por lo nuestro y no tener miedo de lo que nos depare el futuro. Yo también te amo-

La miro, el brillo había vuelto a sus ojos y las palabras que le acababa de decir se habían clavado profundamente en su corazón y entonces la beso, un beso lleno de esperanza, de tristeza y felicidad, algo indescriptible
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Tan solo habían pasado un par de semanas después de que María había salido del hospital y sin más la desición de volver a trabajar ya estaba tomada.
-Buenos día Rose, ¿podrías decirle al señor Stark que ya estoy aquí?-
-Claro María- pasaron solo algunos segundos para que María pudiera entrar.
-¡Mi querida Icequeen! ¿cómo te encuentras hoy?- no la dejo contestar -Bueno, espero que bien porque necesito que tu y el Capi vayan a una importante reunión-
-¿Dónde esta vez?-
-Me parece que iran a Paris, no estoy completamente seguro. Rose te enviara las especificaciones- María se levanto- Y María... me alegra que hayas vuelto-
-También a mi Tony-

Su relación había cambiado, no podríamos decir que se habían vuelto los mejores amigos pero el miedo a perder a alguien que quieres de alguna u otra manera los unio.

Cuando María llego a su oficina, no pudo evitar esa extraña sensación que tenía cuando veía a SU Steve hablando con una mujer, es que el era tan inocente, ni siquiera podía darse cuenta de que esa rubía frente a el, le estaba coqueteando descaradamente. Entonces se acerco, no era algo que normalmente haría, pero ya lo había dicho, lo que ahora le importaba era estar con el.

-Steve...-interrumpió -¡Oh, lo siento! ¿Interrumpo algo?-sintio la mirada penetrante de la rubia sobre ella.

-No para nada Ría- adoraba cuando la llamaba así- Disculpanos Estela, pero tenemos demasiado trabajo- se escuso Steve.
-No te preocupes, yo ya me iba- se acerco a el y le dio un beso en la mejilla -Un gusto Hill-
-Igualmente Mason-

Maria abrio la puerta de su oficina y después de cerrarla, sintio unas manos que aprisionaban su cintura.
-¿Estabas celosa?- pregunto Steve, colocando su cabeza entre el espacio de su cuello.
-Jajaja...-rio sarcasticamente- Para nada Capitan, yo solo llegue por coincidencia-
-¡Oh! Pues en ese caso...-la giro para besarla-¡Bienvenida al trabajo cariño!-le susurro aún en los labios - Te he hechado mucho de menos- volvio a besarla.

-Gracias, y yo también te heche de menos- dijo aún sosteniendolo de los antebrazos.

-¿Maria, Steve? El señor Stark me ha pedido traerles estas carpetas, es acerca de su viaje...-se las entrego- Espero no haber interrumpido nada-dijo esto último con una sonrisa pícara cerrando la puerta.
-¿En qué estabamos?- dijo un muy meloso Steve.
-Al parecer nuestro viaje será a Francia- respondio una María ya detras de su escritorio. Era una de las cosas que le gustaban de ella, siempre ponía sus responsabilidades primero y no la juzgaba por ello.

-¿Cuándo salimos?- Fue lo único que atino a decir.
-Al parecer tenemos hora y media para empacar un poco de ropa y salir en el vuelo de las 2:00-
-Me parece perfecto nos da tiempo de pasar a comer algo. Necesitas comer-
-¡Oh claro!- dijo sorprendida, aún no se acostumbraba a esa maña de Steve de andar siempre detras de ella, se sentía vigilada y no le gustaba. Pero sabía que así era una relación y estaba dispuesta a experimentar esa parte de el.

Salieron de la oficina rumbo al elevador, en el que habían unas cuantas personas.

-¿Cómo te encuentras María? Me dijeron que saliste del hospital hace un par de días, estuve en un viaje de negocios durante tu accidente y me fue imposible pasar a verte-
-No te preocupes Robert, gracias por tu preocupación pero ya estoy mucho mejor-
-Me alegro mucho, nos diste un buen susto-
-No tienen de que preocuparse, en verdad gracias-
-Hasta luego María, cuidate- se despidio el castaño una vez que se abrio el elevador.
-Bye-

-¿Un amigo?- pregunto un celoso Steve.
-Si, le conozco desde hace un par de meses- contesto restandole importancia con un gesto de su mano.
-Lo que digas-

Una vez fuera del edificio, se subieron al carro de Steve (Tony le había insistido en que debía comprar uno, le había dicho que no era muy bien visto que ahora que estaba con María paseara con ella en una moto. Y ahí estaba el haciendole caso). Una vez que dejo a María en el asiento del copiloto, camino hacia el suyo.

-¿Puedo poner un poco de música?- pregunto María.
-Claro que sí, puedes hacer lo que quieras con este carro-

Empezo a buscar alguna canción que llamara su atención...

La música comenzo y ella no pudo evitar tararear pequeñas fracciones de ella, no era el tipo de canción que le agradaba, pero la había escuchado miles de veces en el radio y era bastante pegadiza.

Mientras seguían su camino, María volteo para ver a Steve, es que esto era subreal, en su vida se hubiera imaginado de esta manera. Ella sentada junto a la persona que hasta ahora más amaba en el mundo, escuchando canciones de amor. Estaba segura que si años atras le hubieran dicho que ella estaría así, se hubiera reido de ese alguien, después de haberle dado una merecida lección.

Miro su mano en la palanca de velocidades e inconcientemente la tomo (como lo había visto en las tontas películas de amor que Clint la obligaba a ver con el).

Era feliz y estaba segura que este era uno de los mejores momentos en su vida.

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⏰ Última actualización: Sep 25, 2017 ⏰

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