Irrumpiendo parte 2 (Sasuke)

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Creo que no salí a la calle en toda esa semana. Ayudaba con el desempaque y veía la televisión y solo andaba alrededor de mi mamá y papá, quienes movían y organizaban los muebles, debatiendo si los sofás Imperio y las mesas rococó aún se ponen en la misma habitación.

Así que, créanme, me moría de ganas de salir a la calle. Pero cada vez que lo comprobaba a través de la ventana, podía ver a Sakura en su patio. Estaba jugando con su balón de fútbol o haciendo patadas altas con ella o empujándola arriba y abajo en su camino de entrada. Y cuando no estaba en eso, se sentaba en el bordillo con la pelota entre sus pies, mirando a nuestra casa.

Mi mamá no entendía por qué era tan terrible que "esa niña linda" hubiera sostenido mi mano.

Ella pensaba que yo debería hacer amistad con ella. 

—Pensé que te gustaba el fútbol, cariño. ¿Por qué no vas por ahí y pateas la pelota?

Porque no quiero que me pateen, ese es el porqué. Y aunque yo no lo podría haber dicho en ese entonces, tenía el suficiente sentido común a los siete años y medio para saber que Sakura Haruno era peligrosa.

Inevitablemente peligrosa, ya que lo menciono. En el momento en que entré en la clase de segundo grado de la señora Yelson, era hombre muerto. 

— ¡Sasuke! —Chilla Sakura— Estás aquí —entonces ella corre a través de la habitación y me abraza frente a todos.

La Sra. Yelson intentó explicar aquel ataque como un "abrazo de bienvenida", pero hombre, eso no fue un brazo. Fue una línea frontal, fue un abrazo estilo "todos a tierra". Y a pesar de que yo la quité de encima, ya era demasiado tarde. Fui marcado de por vida. Todo el mundo se burló. "¿Dónde está tu novia, Sasuke?" "¿Ya estás casado, Sasuke?" Y luego, cuando ella me persiguió por todo el recreo intentando besarme, toda la escuela comenzó a cantar

— Sasuke y Sakura, sentados en un árbol, B-E-S-Á-N-D-O-S-E...

Mi primer año en la ciudad fue un desastre.

Tercer grado no fue mucho mejor. Ella seguía allí cada vez que me movía o me daba la vuelta. Lo mismo con el cuarto año. Pero entonces, en quinto grado, tomé cartas en el asunto.

Comenzó lento —una de esas ideas que al principio no tienen objeto y las olvidas. Pero mientras más jugaba con la idea, más la pensaba. ¿Qué mejor manera de resguardarse de Sakura? ¿Qué mejor manera que decirle "Sakura, no eres mi tipo"?

Y así, amigo mío, urdí el plan.

Le pedí a Karin Uzumaki que saliera conmigo.

Para apreciar la brillantez de mi idea, tienes que entender que Sakura odia a Karin. Siempre lo hizo, aunque yo no entendía el porqué. Karin es agradable, amable y tiene un montón de cabello. ¿Qué más se puede pedir? Pero Sakura la odiaba, y yo iba a hacer aquella pequeña joya de conocimiento la solución a mi problema.

Lo que estaba pensando era que Karin iría a comer el almuerzo a nuestra mesa y quizás caminara un poco conmigo. De esa manera, en cualquier momento que Sakura estuviera cerca, lo único que tendría que hacer era acercarme un poco más a Karin y las cosas fluirían por sí mismas. Lo que pasó, sin embargo, fue que Karin se tomó las cosas demasiado en serio. Se fue por ahí diciéndole a todo el mundo —incluyendo Sakura— que estábamos enamorados.

En muy poco tiempo Sakura y Karin se metieron en una especie de pelea de gatas, y mientras Karin estaba recuperándose de eso, mi supuesto amigo Suigetsu —quien había sido parte de este plan— le contó a ella lo que yo estaba haciendo. Él siempre lo negó, pero ya he aprendido que su código de honor es fácilmente roto por mujeres lloronas.

Mi primer amor (sasusaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora