Me gustas, parte 2 (sakura)

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Corrí al garaje, tomé la bicicleta y me empujé por el camino de entrada. Y mientras estaba en la calle y en mi camino, la Sra. Harada voló directo en mi camino. 

— ¡Sakura!—llamó, moviendo su mano en el aire—Aquí,querida. Toma esto. Siento haber tardado tanto en entregártelo.Siempre te pierdo por las mañanas. 

Ni siquiera sabía cuánto me debía. En ese momento no me importó. Lo único que sabía es que el billete en el tope era de diez, y estaba infundiendo terror en mi corazón. 

—Sra. Harada,por favor. Yo...Yo no quiero esto. No me tiene que pagar. 

— ¡Tonterías, pequeña! Por supuesto que te voy a pagar. ¡Aquí tienes! —dijo, y los ondeó hacia mí para que los tomara.

—No, de verdad. No...No los quiero. 

Los metió en los bolsillos de mis pantalones y dijo

— ¡Qué tontería! ¡Ahora vete! ¡Ve a comprarte ropa o algo! —y luego se apuró hacia su camino de entrada. 

— ¿Sra. Harada...Sra. Harada?—la llamé—. ¡No quiero comprarme ropa...!—pero ella se había ido. 

Todo el camino hasta la escuela, el dinero de la Sra. Harada quemaba un agujero en mi bolsillo y en mi cerebro. ¿Cuántohabía?Cuando llegué a la escuela, estacioné la bicicleta, luego nopude aguantar y lo conté. Diez. Quince. Dieciséis. Diecisiete.Dieciocho. Doblé los billetes juntos y los devolví a mi bolsillo. ¿Era más de lo que Karin tenía? 

Todo el primer periodo estuve furiosa conmigo misma por siquiera pensar en eso. Todo el segundo periodo mantuve mis  ojos lejos de Sasuke, pero ¡agh! ¡Era tan difícil! ¡Nunca lo había visto con corbata ni con gemelos antes! 

Luego en el receso estaba en mi casillero cuando Karin salió de la nada. Se paró justo a mi lado y dijo

— Escuché que estabas pensando en pujar por él. 

— ¿Qué?—Di un paso atrás. — ¿Quién te dijo eso? ¡No lo voy a hacer! 

—Alguien dijo que te vio con un fajo de billetes esta mañana.¿Cuánto tienes? 

—No...No es tu problema. No voy a pujar, ¿vale? Ya...Ya ni siquiera me gusta. 

Ella rió

— ¡Oh, ese será el día! 

—Es verdad. —Golpeé mi casillero para cerrarlo. —Adelante, vea gastar tu dinero en él. A mí no me interesa. 

La dejé allí con la boca abierta,que se sentía aun mejor que hacerle una llave.Ese sentimiento me dejó tranquila hasta las once, cuando el cuerpo estudiantil entero se reunió en el gimnasio.

 No iba a pujar por Sasuke Uchiha. ¡De ninguna forma!Luego los chicos cesta subieron al escenario. Sasuke se veía adorable sosteniendo una cesta de picnic con servilletas rojas con blanco saliendo por los lados, y el pensamiento de Karin volteando una de esas servilletas en su regazo casi hizo que los billetes en mis bolsillos ardieran en llamas. Ino vino detrás de mí y susurró

— Hay rumores sobre que tienes un fajo de billetes. ¿Es cierto?   

 — ¿Qué? ¡No! Digo, sí, pero yo...yo no voy a pujar. 

—Ooooh, vamos frentona, mírate. ¿Te sientes bien? 

No lo estaba. Me sentía enferma del estomago y tenia las rodillas temblorosas. 

—Estoy bien—le dije—. Genial. 

Miró de mí al escenario y luego otra vez a mí. 

—No tienes nada que perder excepto tu auto-respeto. 

Mi primer amor (sasusaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora