Los huevos parte 1 (Sakura)

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Luego de que derribaron el sicomoro, pareció como si todo se estuviera yendo abajo también. Champ murió. Y luego descubrimos lo de los huevos. Era el momento de Champ de partir, e incluso cuando aún lo extraño, creo que es más fácil para mí lidiar con su muerte que lo que ha sido lidiar con la verdad acerca de los huevos. Todavía no puedo creerlo. Los huevos vinieron antes de los pollos en nuestro caso, pero el perro vino antes de los dos. Una noche cuando tenía cerca de seis años, papá vino del trabajo con un gran perro atado a la parte trasera de su camioneta. Alguien lo había dejado a mitad de la intersección y papá había parado para ver cuán mal estaba. Luego, se dio cuenta de que el pobrecito estaba flaco como un palo y no tenía ninguna etiqueta.

—Hambriento y completamente desorientado—le dijo a mi mamá— ¿Puedes imaginar a alguien abandonando a su perro así?

Toda la familia se había reunido en el porche y yo apenas podía contenerme.

¡Un perro! ¡Un maravilloso, protector y feliz perro!

Me doy cuenta ahora de que Champ nunca fue muy agraciado, pero cuando tienes seis años cualquier perro, no importa lo sarnoso, es una criatura abrazable y gloriosa. Él sevio lo bastante bien para mis hermanos también, pero por el modo en que se contrajo el rostro de mamá, pude notar que estaba pensando 

― ¿Abandonar a este perro? Oh, puedo entenderlo. Definitivamente, puedo entenderlo.

Lo que dijo, sin embargo, fue simple.

— No hay espacio en esta casa para ese animal.

—Vamos amor—dijo mi papá—, no es cuestión de propiedad, es cuestión de compasión.

— ¿No me los estás sugiriendo como... una mascota, entonces?

—Esa definitivamente no es mi intención.

—Entonces, ¿cuál es?

—Darle una comida decente, un baño...luego tal vez lo ubicaremos y le encontraremos un nuevo hogar.

Ella lo miró desde el otro lado del umbral.

—No habrá un ―tal vez‖ sobre eso.

Mis hermanos dijeron:

— ¿No nos lo quedaremos?

—Así es.

— ¡Pero mamá! —se quejaron.

—No está abierto a discusión—dijo—. Lo bañan, le dan de cenar y luego ponen un anuncio en el diario.

Mi papá puso un brazo alrededor del hombro de Matt y otro sobre el de Mike.

—Algún día, chicos, tendremos un cachorro.

Mi mamá ya se dirigía hacia el interior, pero por encima de su hombro dijo:

— ¡No hasta que aprendan a dejar su habitación ordenada, chicos!

Para el final de la semana, el perro se llamaba Champ. Para el final de la siguiente semana, había llegado desde el patio al área de la cocina para dormir. Y no mucho después de eso, ya se había mudado por completo. Parecía que nadie quería un gran perro con alegría. Nadie, excepto cuatro quintos de la familia Haruno, de todos modos.

Luego mi mama comenzó a notar el olor. Un olor misterioso de origen indeterminado. Todos admitimos que lo olíamos también, pero cuando se convenció de que el olor era de Champ, estuvimos en desacuerdo.

Nos tenía bañándolo tan seguido que no podía ser de él. Cada uno de nosotros lo olía muy bien y él olía perfectamente hermoso.

Mi sospecha personal era que Matt y Mike eran los que no se estaban bañando lo suficiente, pero no quería estar tan cerca de ellos para cerciorarme. Y como nuestro campo estaba dividido en quién o quiénes eran los culpables, el olor fue apodado ―el olor Misterioso‖.

Mi primer amor (sasusaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora