Flipe parte 1 (Sakura)

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La primera vez que conocí a Sasuke Uchiha, flipé. Sinceramente, solo un vistazo hacia él y me convertí en una lunática. Son sus ojos. Algo en sus ojos. Son negros, enmarcados en la negrura de sus pestañas; son deslumbrantes. Absolutamente impresionantes.

Han pasado más de seis años, y aprendí hace mucho tiempo a ocultar mis sentimientos, pero ¡oh, los primeros días! ¡Esos primeros años! Yo pensaba que iba a morir por la ansiedad de querer estar con él.

Dos días antes de comenzar segundo grado es cuando comenzó, a pesar de que la anticipación comenzó semanas antes —después que mi madre había dicho que una familia con un chico de mi edad llegaría a vivir a la casa al otro lado de la calle.

El campamento de fútbol había terminado, y yo había estado tan aburrida porque no había nadie, absolutamente nadie, en el barrio para jugar. Oh, había niños, pero cada uno de ellos era mayor que yo. Eso era excelente para mis hermanos, pero me dejaba en casa, completamente sola.

Mi madre estaba allí, pero tenía cosas mejores que hacer que patear una pelota de fútbol. Así fue como me lo dijo. En ese momento yo pensaba que no había nada mejor en el mundo que dar patadas a un balón de fútbol, especialmente no lavar la ropa, o los platos, o pasar la aspiradora, pero no madre no estaba de acuerdo. Y el peligro de estar en casa a solas con ella era que me reclutaba para ayudarla a lavar o sacudir el polvo, y ella no toleraría el golpeteo de un balón alrededor de la casa mientras se movía de tarea a tarea.

Para estar segura, esperé afuera por semanas, por si acaso los vecinos llegaban antes. Literalmente, fueron semanas. Me entretuve jugando al fútbol con nuestro perro, Champ. Mayoritariamente sólo bloqueaba, debido a que un perro no puede patear y hacer un gol, exactamente, pero de vez en cuando la paraba con su nariz. Sin embargo, el aroma de una pelota debe abrumar a un perro, porque eventualmente Champ intenta morderla, para luego dejarla.

Cuando el camión de mudanza de los Uchiha finalmente llegó, todo el mundo en mi familia estaba feliz. "La pequeña Sakura" finalmente iba a tener un compañero de juegos. Mi madre, por ser la adulta verdaderamente sensata que es, me hizo esperar más de una hora antes de ir a su encuentro. 

—Dales la oportunidad de estirar las piernas, Sakura —dijo ella—. Querrán algún tiempo para adaptarse —ni siquiera me permite ver desde el patio—. Te conozco, cariño. De alguna manera esa pelota acabará en su patio y solo tendrás que ir a recuperarla.

Así que me quedé mirando desde la ventana, y cada pocos minutos preguntaba:

— ¿Ahora?

— Dales un poco más de tiempo, ¿sí?

Entonces el teléfono sonó. Y en el momento que estuve segura de que ella estaba lo suficientemente ocupada con su conversación, le pregunté

—¿Ahora?

Asintió con la cabeza y susurró

— Está bien, ¡pero tómalo con calma! Estaré allí en un minuto.

Estaba tan entusiasmada que no podía simplemente caminar para cruzar la calle, pero intenté duramente ser civilizada mientras llegaba al camión de mudanzas. Me quedé mirando desde afuera por un período record de tiempo, ¡lo que fue demasiado difícil porque ahí estaba él! ¡A mitad de camino! Mi nuevo mejor amigo, Sasuke Uchiha.

Sasuke realmente no estaba haciendo mucho de nada. Estaba más bien colgando hacia atrás, mirando a su padre mientras éste movía cajas hacia la rampa del camión. Recuerdo que me sentí mal por el señor Uchiha, porque parecía agotado moviendo todas las cajas él solo. También recuerdo que él y Sasuke llevaban a juego camisetas de polo de color azulino con el mismo simbolo en ella, lo que me pareció muy lindo. Realmente bonito.

Cuando ya no pude aguantar más, saludé

— ¡Hola! 

hacia la camioneta, lo que hizo que Sasuke saltara y luego, rápido como un grillo, se pusiera a empujar una caja como si hubiera estado trabajando todo el tiempo.

Podría decir por la forma en que se veía tan culpable de no estar trabajando cuando debía, que estaba cansado de hacerlo. ¡Probablemente había estado moviendo cosas por días! Era fácil ver que necesitaba un descanso. ¡Necesitaba un poco de jugo! Algo.

También era fácil ver que el Sr. Uchiha no estaba dispuesto a dejarlo ir. Él lo mantendría en movimiento hasta que se derrumbara, y para entonces Sasuke podría estar muerto. ¡Muerto antes de que tuviera la oportunidad de mudarse!

Aquella tragedia fue la que catapultó dentro del camión. ¡Tenía que ayudar! ¡Tenía que salvarlo!

Cuando llegué a su lado para ayudarle a empujar la caja hacia adelante, el pobre muchacho estaba tan agotado que se hizo a un lado y me dejó tomar el control. El sr. Uchiha no quería que ayudara, pero al menos había salvado a Sasuke. Había estado en el camión de mudanzas no más de tres minutos, cuando su padre lo mandó a ayudar a su madre a desempacar las cosas dentro de la casa.

Perseguí a Sasuke por la pasarela, y ahí fue cuando todo cambió. Lo alcancé y lo agarré del brazo, intentando detenerlo para que pudiéramos jugar un poco antes de que se metiera a su casa, y la siguiente cosa que sé es que él está sosteniendo mi mano, mirando directamente a mis ojos.

Mi corazón se detuvo. Simplemente dejó de latir. Y por primera vez en mi vida tuve aquella sensación. Ya sabes, como que todo el mundo se mueve a tú alrededor, todo por debajo de ti, todo dentro de ti, y tú estás flotando. Flotando en el aire. Y lo único que te impide irte a la deriva son los ojos de la otra persona. Están conectados a los tuyos por una fuerza física invisible que los sostiene, mientras todo el mundo se arremolina y da vueltas y cae por completo.

Casi me dieron mi primer beso ese día. Estoy segura de ello. Pero entonces su madre salió por la puerta principal y él estaba tan avergonzado que sus mejillas se tornaron completamente rojas, y lo siguiente que supe es que estaba escondido en el baño.

Estaba esperándolo cuando su hermano, Itachi, me vio en el pasillo. El parecía grande y maduro para mí, y como quería saber lo que estaba pasando, le conté un poco de todo. No debería haberlo hecho, sin embargo, porque fue hasta la puerta del baño y comenzó a burlarse ferozmente de Sasuke.

— ¡Oye, hermanito! —Llamó a través de la puerta— ¡Hay una chica caliente esperando por ti! ¿Cuál es el problema? ¿Miedo a que te contagie los piojos?

¡Fue tan vergonzoso! Le di un tirón a su brazo y le dije que se detuviera, pero no lo hizo, por lo que finalmente sólo me fui.

Encontré a mi madre afuera, conversando con la Sra. Uchiha. Mamá le había dado un hermoso Pie de limón, el cual se suponía que sería nuestro postre esta noche. El azúcar glass se miraba suave y blanca, y el pastel aún estaba caliente, enviando un dulce aroma a limón por el aire.

¡Mi boca se hacía agua de solo mirarlo! Pero estaba en las manos de la señora Uchiha, y yo sabía que no volvería a nuestra casa. Todo lo que podía hacer era intentar comer los olores mientras las escuchaba charlar acerca de tiendas de comestibles y pronósticos del tiempo.

Después de eso mamá y yo nos fuimos a casa. Fue muy extraño. Después de todo, no había llegado a jugar con Sasuke. Todo lo que sabía era que sus ojos eran de un azabache intenso, que tenía un hermano que no era de fiar, y que casi me había besado.

Me dormí esa noche pensando en el beso que pudo haber sido. ¿Cómo se siente un beso, de todos modos? De alguna manera yo sabía que no iba a ser como los que había recibido de mamá o papá al acostarme. La misma especie, tal vez, pero una bestia total y radicalmente diferente, seguramente. Así como sólo la ciencia podía poner a un lobo y un galgo en el mismo árbol genealógico.

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parte 1, esta historia es larga por lo que cada capitulo constara de dos partes D: 

Mi primer amor (sasusaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora