Capítulo 3

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Después de explicar a Iván y Anya la situación, estuvimos hablando y me hice muy amiga de Iván. El chico era muy tímido pero era muy amable.
Varios días más tarde nos preparamos para la excursión a la Sierra de Tramontana, no hos suena el nombre? Si, en efecto, es donde murieron mi madre y la de Sunset y Eric. Esa excursión iba a ser muy dura para mi... Preparé la maleta y a la mañana siguiente me dirigí al instituto a las 16:30 dónde recogería a Anya, Iván y Eric para ir juntos a la estación de tren. Cuando llegué, les vi a todos, pero lo que más llamó mi atención no eran sus caras de sueño si no...Sunset! Que rayos hacia ella ahí? Iba acompañada con otra chica la cual se llamaba Lucy y conoció poco después de volvernos enemigas.

- Hola, sois vosotros los amigos de la señorita Aur?.- preguntó la asistenta de mi padre, la cual, conducía el coche.

- Si.- respondieron todos menos Lucy y Sunset.

- Pueden entrar.

Uno por uno, entraron en el coche. El coche era amplio con lo cual estábamos cómodos. A mi lado se sentaron Lucy y Anya. Durante el camino no hablamos mucho, la verdad. Eric intentaba quitarle tensión a el escenario pero era inutil, Sunset y yo nos llevamos fatal.
Una vez llegamos allí Sunset fue la primera en bajar del coche.

- Vamos Lucy...- dijo fría Sunset

- V- voy Sunset.- decía Lucy saliendo detrás de ella.

- A sido el viaje más incómodo de mi vida, y no por los sillones justamente.- reprochaba Anya.

- No mentías con eso de que preferías chupar una piedra a hablarle.- reía Eric

- Nunca miento.- le dije yo.

Salimos y nos reunimos con el resto de la clase. Esperamos varias horas hasta que aparecieron los profesores y subimos al tren. Durante el viaje sólo recuerdo que me quedé dormida y que no desperté hasta llegar a la montaña. Subimos la montaña y acampamos en la parte más alta. Las parejas de las tiendas de campaña las hicimos nosotros así que obviamente Anya y yo decidimos dormir juntas. Ya era muy tarde cuando llegamos así que no faltaba mucho para cenar. Nos dejaron pasear por la zona mientras la cena se preparaba.
Anya y yo comenzamos a pasear y nos adentramos en un bosque no muy denso.

- Esta algo oscuro, no tienes miedo?

- No.- respondí yo.

En ese momento Eric y Iván salieron de entre los árboles y nos asustaron. Las dos gritamos y Anya se lanzó encima de mi. Ambos empezaron a reír.

- Idiota!- golpeaba Anya a Iván.

- Hey! Que no he sido sólo yo!

- No deberíais ir asustando a la gente.- dije enfadada.

- O vamos Aur, no te enfades.- dijo Eric intentando abrazarme.

Y digo intentando porque cuando me fue a abrazar algo llamó mi atención, dejándole a medio camino del abrazo. Era una cueva muy onda con una gran piedra tapando la entrada. Era...la cueva. Me puse blanca como la nieve y comencé a temblar. Ahí es donde mi madre había vivido sus últimos momentos de vida.

- Alumnos! La comida esta lista!

Justo cuando me iba adentrar nos llamaron. Fuimos y cenamos. No nos dejaron solos hasta muy tarde cuando nos mandaron ir a dormir y no salir por seguridad. Eran las 2:13 de la madrugada y no podía dormir, yo quería entrar en aquella cueva. Me puse una chaqueta, desperté a Anya y nos fuimos a buscar a los chicos. Ella también quería entrar y los chicos parecían emocionados cuando se lo comenté. Todos nos abrigamos bien y caminamos hacia donde habíamos visto la cueva. La luna brillaba en el oscuro cielo y se veía al completo.
Para nuestra sorpresa, la cueva ya no estaba bloqueada por una enorme roca. Nos adentramos dentro de la cueva únicamente con la luz de nuestros móviles. Caminamos y era asombroso. Cada vez que nos íbamos adentrando más, aparecían mas cristales azules, blancos, negros, verdes y rojos. Era simplemente hermoso. Al final de la cueva encontramos una gran sala con un gran cristal en el centro. El cristal me recordaba a el de mi collar. Todos nos acercamos a el y comenzamos a mirarlo detenidamente.

- Increíble...

- Será de verdad?.- preguntó Anya apunto de golpear el cristal.

- Anya no!.

Tarde. Anya ya lo había golpeado y... facturado. Bravo!

- Mira lo que has echo.

- Pero...

- Intentemos arreglarlo.

- Espera, y los fragmentos del cristal?

- Hos estoy diciendo que eso ya estaba ahí.

- Enserio?

- No, si te parece te miento.

- Ehh... chicos...- dijo Iván asustado.

- Que pa...

No me dio tiempo a acabar la frase cuando ví que estábamos rodeados por...fuegos fatuos?! Los fuegos nos comprimían contra la piedra.

- El cristal...une los cristales...- decían los fuegos fatuos.

Comencé a mirar por todos lados. Los cristales? Que cristales?

- Aur! Tu collar!

Miré el collar que me regaló mi madre cuando era un bebé. Tenía la misma forma que la rotura del otro cristal. Metí mi collar en el cristal y de el salió un halo de luz que nos cegó a todos. Cuando abrimos los ojos los fuegos avían desaparecido pero una mujer de pelo negro y ojos marrones con una armadura blanca.

- Cuanto tiempo Aurora...

No podía ser... esa voz...esa cara...era imposible ella...había...muerto...

- Ma...ma?

La mujer me abrazó y comencé a llorar. Era ella, mi madre, la de verdad.

- Cuanto tiempo hija mía, has crecido mucho.

- No puede ser...usted...estaba...muerta...

- Hola Eric, cuanto tiempo si vernos. Te has vuelto todo un hombretón. Anda, la pequeña Anya ya no es tan pequeña.

Eric y Anya también se emocionaron . Ellos también apreciaban mucho a mi madre.

- No hay mucho tiempo chicos. Secaos las lagrimas, tengo una misión para vosotros.

Todos le presentamos atención a mi madre.

- Necesito que me ayudéis a salvar un reino.

- Reino?

- Si, pero antes permitidme que hos cuente una historia. Hace muchos años, en el Reino De Ehua vivían 4 poblados en plena armonía bajo el mandato de 2 ciudades. Las gobernantes de ambas ciudades eran hermanos y un día se pelearon. La ciudad de la luz, Luminia y de la oscuridad Darkness entraron en guerra y los poblados sufrían sus ataques asi que se unieron a ellos. Los poblados de agua, Aquaria, tierra, Terraria y aire Aeria se unieron a Luminia y del amor de los gobernantes de Aquaria y Luminia nací yo.

- Que bonito.

- Shhhh Anya, que está interesante.

- Por otro lado, Darkness y Magmaria unieron fuerzas y tuvieron hijos. La gobernanta de Darkness tuvo a tu madre Eric. Ambas fuimos enviadas a la tierra y crecimos allí. Formamos nuestras familias y nos hicimos amigas hasta que descubrimos la identidad de la otra, entonces decidimos volver a Ehua para gobernar pero ambas teníamos aquí hijas que a su vez tenían poderes. Para que estuvierais a salvo, sellamos nuestros poderes hasta que encontrarais esto y entonces se hos fuesen concedidos. Ahora mismo hay una gran guerra allí y sólo vosotros podéis ganarla y liberar de la desesperación al reino.

- Eso significa que...

- En efecto Aur...

AUR: Una Aventura Más Allá De Nuestro MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora