AUR: Una Aventura Más Allá De Nuestro Mundo

Capítulo 13

Dos días sin apenas comer y dormir debido a las numerosas horas de retraso que llevábamos. Habíamos cogido muy pocas provisiones para los dos y encima parecía que el camino se nos hacia eterno. Eran las 23.45 de la noche y estábamos cansados. Decidimos descansar un rato bajo un árbol. El se sentó a mi lado esperando que le contara la razón por la cual habíamos huido de esa manera del poblado del aire.

- Iván, siento haberte obligado a seguirme.

- No te preocupes, pero...que ha pasado?

No tenia gana alguna de contarle lo sucedido en el castillo pero me sentía mal por no contarle la razón de mi idiotez, así que se lo conté. Detalle a detalle, alzando cada vez más la voz, provocando eso que mis nervios aumentaran y las lágrimas comenzaran a rodar mejilla abajo. El estaba preocupado así que apoyó su mano sobre mi hombro e intentó consolarme.

- Verás, se que soy el menos acertado para  hablar de este tema pero creo que deberías perdonarles. Recuerda que, ambos lo hicieron por ti y, si te lo han dicho es porque la culpa invadía cada parte de su cuerpo. Lo que te intento decir es que - hizo una pequeña pausa para mirar mis ojos y soltar aire pare después continuar - al fin y al cabo, si lo piensas, Eric lo hizo porque no podía soportar estar sin ti y además se enamoró de esa Allysandra porque se parecía mucho a ti.

- Pero...-decía yo entre sollozos- el me quería olvidar.

- Normal, imagina que por una extraña razón, Eric dejase de venir a clases y no pudieras verle ni saber la razón de su desaparición y que encima, estés más de 5 años sin saber si esta siquiera con vida, cosa que el, aunque no sabia, tubo que suponer para no deprimirse.

"Sería horrible..." pensaba yo.

- Aur, creo que deberíamos volver. No es que dude de nuestra fuerza, si no que, si tu madre nos entregó la magia a los cuatro, pienso que es porque deberíamos mantenernos juntos si no, solo te la habría entregado a ti y a Eric.

- Si pero...no podemos dejar a los ciudadanos de Aquaria con ese problema que les he implantado, debemos ir y acabar con eso. Además, no creo que pueda mirarles a la cara y pedirles ayuda después de mi comportamiento de niña mal criada.

- Cierto...Bueno, descansa. Mañana al amanecer decidiremos lo que hacer.

Cerré mís ojos y me tumbé apoyando mi cabeza sobre una de nuestras maletas. Me eché mi pelo suelto y negro hacia atrás y intente dormir.

Estaba soñando algo, no recuerdo muy bien el que pero de repente escuche una voz extraña. Parecía estar hablando con Iván.

- Vaya vaya, buenas noches madamme.- dijo un chico de pelo rojo y ojos llameantes y brillantes como la mismísima lava.

- Corta el rollo Félix.- regaño una pequeña chica con pelo rojo y negro recogido en dos pequeñas coletas y ojos parecidos a los del otro chico.

- Que está pasando?

- Nada muy importante madamme . Le gustaría acompañarnos?- dijo el chico tendiéndome tu mano.

- Las patitas quietas chico.- dijo arisco Iván interponiendo su brazo entre nosotros dos.- Son secuaces de Sunset.

Al escuchar esas palabras, apoyé mi mano sobre en mango de mi espada y me coloqué en posición.

- Oh vamos, solo quiero estar con esta hermosura.

- ¡Eres un baboso hermano! ¡Siempre estas ligando con nuestras misiones!- le gritó la pequeña lolita a su hermano.

Aproveché que esos dos se pelaban para desenvainar silenciosamente mi espada al igual que Iván aprovechó para sacar una pequeña ballesta escondida en su maleta pero desgraciadamente los hermanos no gritaban lo suficiente como para ignorar el ruido de mi espada siendo desenvainada y se lanzaron sobre nosotros. La pequeña loli, cuyo nombre en ese momento desconocíamos, dio un salto tan grande que superó en menos de medio segundo la altura de Iván y, sin saber muy bien de donde sacó unas pequeñas espadas, atacó a Iván haciéndole numerosos cortes en cara, brazos y pecho, rasgando en parte su nueva ropa adquirida en Aeria.