• Maltida Apuesta.

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Me moví un poco y sentí que alguien me agarraba por la cintura, cuando abrí los ojos ví que mi cara estaba a centímetros de la de Cárter, me moví para alejarme, pero el me sujeto con mas fuerza.

Ahora tenia mi cabeza en su cuello con aroma a menta. «Umm, menta ¿es idea mía o es lo mas rico que he olido en toda mi vida?.» Agarre los brazos de cárter y los aleje de mi cintura, el se volteo y por fin fui libre

¡LIBRE SOY, LIBRE SOY, YA CARTER NO ME AGARRA MAS! ¡LIBRE AL FIN, ME QUIERO IR!

Me levante de la colchoneta, y fui a la enfermería. La puerta estaba cerrada, agarre una horquilla de mi cabello y la metí en la cerradura, apenas escuche el: "clic". Abrí la puerta y busque en los estantes algo con que cepillarme.

Milagrosamente encontré un cofre con algunos cepillos nuevos, agarre un cepillo verde y deje el cofre en su lugar. Yo ya tenia mi vida solucionada en este fin de semana dentro de la institución ya que sabia donde hallar las cosas necesarias y como abrir puertas.

Pase por el casillero de Bonnie, y me acorde que ella le tenia miedo a los gérmenes y esas estupideces. Así que lo golpee y este se abrió, las primeras cosas que ví, fueron un botiquín de primeros auxilios un jabón, shampoo con olor a miel, avellana y vainilla, una pasta dental, un anti-bacterial, y..... ¿un chaleco salvavidas?. (Además de sus libros y sus anteojos)

«Bonnie esta loca, Bonnie esta loca. Definitivamente Bonnie esta loca». Pensé.

Agarre todo a excepción del chaleco salvavidas, que por supuesto era innecesario en esta ocasión a menos que hubiera una inundación, cosa que podría pasar ya que estábamos en los ángeles, pero nunca había sucedido.

Camine por los pasillos y entre en el baño de mujeres. Mi maquillaje estaba corrido, mi cabello tenia nudos, mi cara estaba demacrada y tenia lagañas en los ojos. No era mi mejor día.

Me lave la cara, en el lavamanos se veían los restos de mi maquillaje correr por las tuberías, levante la cara, se veía natural. Agarre mi cabello y lo desenrede son mis dedos.

Puse la pasta en el cepillo y procedí a limpiarme los dientes. Después de hacerlo, entre en uno de los cubículos hice mis necesidades y sali, cuando salí ví que cárter estaba despierto, y en frente de mi.

—gracias por lo de anoche — yo asentí, y camine rodeándolo, para ir a la cafetería y a las maquinas expendedora. sentí sus pasos detrás de mi— y te ves mejor natural.

—bien. ¿vamos a desayunar?— me voltee en su dirección, el subió y bajo las cejas. Yo lo mire mal y lo golpee.

—auch, ¿tu cocinas?. — asentí —bien, por que si cocino yo, te infectas con que sabe que. —yo negué sonriendo maquiavélica y el me miro de mala manera— ahh no. Yo no voy a cocinar.

—si, ya que si me infecto, estarás cumpliendo uno de tus sueños— el también sonrió, ahora es que nos faltaba camino— hagamos una carrera— nos detuvimos — si yo gano harás lo que te pida sin excepción.

—y si yo gano. Vivirás conmigo por un mes— yo asentí, tenia que ganar, debía ganar.— bien, empecemos a la cuenta de uno, dos y...¡tres!.

Corrí como no tenia idea, pase por los salones y por los gimnasios, a cárter no lo había visto después de que pase por el otro lado, ya estaba por los patios y ví la puerta trasera de la cocina de la cafetería.

Dangerous Bad Girl.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora