El resto de la semana, por desgracia, MyungJoon parecía estar evitándome. Me saludaba de lejos siempre que me veía, pero en cuanto intentaba acercarme a él se esfumaba como el viento. Tampoco podía hablar con él antes de empezar las clases porque o bien llegaba tarde o bien ya lo habían enviado a la biblioteca por mala conducta. Derrotada, el viernes decidí que era mejor dejarlo estar. Estar sentada en la misma mesa que él no creaba ningún vínculo entre Moonbin y yo y, por el tono en que había respondido Eunwoo al mencionar su nombre, no parecía ser un tema de conversación muy agradable.
El sábado, siguiendo las indicaciones de Sanha, quedamos en frente del centro comercial para pasar la tarde. Se había ofrecido para enseñarme la ciudad pero debido a que ya había empezado a hacer mucho calor habíamos decidido quedarnos en un sitio fresquito a pasar la tarde.
-¡Noona! -Alzó la mano y empezó a saludarme con la misma alegría en que lo hacía siempre a las horas del patio. Se calmó en cuanto estuve a su lado y enseguida entramos al centro comercial. No teníamos intención de comprar nada, la verdad, pero aun así entramos en todas las tiendas que nos llamaron la atención, más que nada a probarnos las cosas más feas que encontrábamos. En algún momento terminamos jugando a las escondidas por todo el centro comercial. Era extraño, nunca había sido tan infantil como para ponerme hacer estas cosas en un sitio público, pero la energía de Sanha era tan contagiosa que había sido incapaz de negarme. Sin embargo, después de unas cuantas risas y buscarlo entre los estantes de unas cuantas tiendas, le perdí el rastro completamente. Pensé en llamarlo pero habíamos cometido el error de guardar su móvil en mi bolso, así que lo único que me quedaba por hacer era pasearme entre la gente buscando alguna cabeza pelirroja que sobresaliera por encima de las demás. Gracias a dios el niño era alto y fácil de ver. Estaba tan distraída mirando entre la multitud que, tal y como si su espalda fuera un imán para mi cabeza, choqué con cierto moreno de brillante sonrisa.
-¡______sshi! -Exclamó al girarse- ¿Qué haces aquí?
-¿A ti qué te parece que hace aquí, pedazo de burro? -Respondió JinJin por mi.
-Eh, menos, que de burro tengo poco. -Le dijo el moreno, inflando el pecho orgulloso y girándole la cara.
-¿Que ocurre ______sshi? Pareces preocupada. -Cambió de tema el rubio al ver que yo seguía mirando a mi alrededor.
-En realidad he venido con Sanha, pero antes estábamos en una tienda y lo he perdido... -Le expliqué, omitiendo el hecho de que habíamos estado haciendo el tonto y por eso nos habíamos separado.
-¿Yoon Sanha? ¿Sois amigos? -Dijo placenteramente sorprendido. Yo asentí, pero MJ fue más rápido y me cortó cuando iba a hablar.
-Claro tío, ¿no lo sabías? Todo el mundo habla sobre lo juntitos que están durante las horas del patio. -Sonrió pícaramente y me dio un par de codazos suaves. Toda la vergüenza se me subió a la cara y lo empujé frustrada, haciéndolo callar. ¿Llevaba una semana en esa escuela y la gente ya hablaba de mí y encima de esa forma? Respira, no te alteres. Lo importante ahora era encontrar a Sanha, ya resolvería los rumores y las locuras que iba diciendo la gente cuando fuera el momento.
-¿Donde lo has visto por última vez? Quizá aún esté por ahí. -Preguntó JinJin, quien por lo menos intentaba ayudar.
-En esa tienda de ropa -Me giré un poco y se la señalé con la barbilla- Pero por ahí no está, ya he mirado bien.
-¿Que tal si nos separamos y lo buscamos entre todos? Así será más rápido -Propuso MJ.
-Creo que así solo conseguiríamos perderte a ti también... -Señaló su amigo, haciendo que el moreno volviera a enfadarse.
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Estrellas⭐ || ASTRO
Fanfiction❝ Mi felicidad siempre ha sido como una estrella fugaz, me ha hecho querer desear más y pensar que la vida de verdad vale la pena por esos momentos especiales, pero a la vez ver que es efímera y preguntarme si de verdad vale la pena seguir buscando...