Capítulo 10

248 32 5
                                    

Sé que prometí actualización doble pero no esperaba llegar tan cansada del viaje, lo siento mucho. Mañana intentaré subir el siguiente. 

* * * * *  

Las palabras de Moonbin resonaban una y otra vez en mi cabeza, daba igual las cosas que hiciera para distraerme. Quería responderle en cuanto lo viera, tenía miedo de hacerlo esperar demasiado y que se cansara, pero por otra parte me asustaba más apresurar las cosas y tomar la decisión equivocada. 

-¡______! -MJ dio un golpe en la mesa, haciendo que diera un bote en mi sitio- ¿Vamos o qué? No tenemos todo el día y me estoy muriendo de hambre. 

Le hice una mueca y empecé a recoger las cosas para después seguirlo a él y a JinJin fuera de la clase. Íbamos dirección al sitio de siempre cuando recordé algo y me paré en seco.

-Chicos -Les llamé- Id tirando, luego os alcanzo. 

No les dejé tiempo para responder, me giré y deshice el camino que habíamos hecho ya, aunque pude escuchar un "Ten cuidado, no te metas en más líos" burlón por parte de MJ. Rodé los ojos y simplemente decidí ignorarlo, empezando a buscar por los pasillos a cierto representante de la clase. Desde mi "primera cita" con Moonbin había estado pensando en él y en alguna manera para solucionar las cosas entre ellos. A la única conclusión que había llegado había sido que encerrarlos en una habitación con agua y pan seco hasta que arreglaran las cosas no iba a funcionar, pero tampoco tenía nada más así que estaba bastante perdida. Aun así por algún lado tenía que empezar, por lo que en cuanto lo vi le llamé, haciendo que la gente a mi alrededor también se sorprendiera un poco.

-¿Necesitas algo? -Respondió intentando ser discreto. Se notaba que él también estaba sorprendido y que tenía cero ganas de hablar conmigo. 

-¿Has comido ya? -Tuve que obligarme a forzar una sonrisa. Quería hacer las cosas por las buenas, pero me lo ponía difícil. 

-¿Necesitas algo o no? -Dijo molesto con prisa- Tengo cosas que hacer.

-¿No las puedes hacer más tarde? Ahora es hora del almuerzo. 

-_____sshi, estoy ocupado, si no quieres nada discúlpame pero me voy. -Hizo ademán de girarse pero me apresuré a cogerle de la muñeca y detenerlo. Me miró sorprendido e intentó zafarse de mi, pero me resistí.

-¡Espera, sí que quiero algo! -Exclamé desesperada- Quiero hablar contigo, por favor. 

Por lo visto mi tono lo convenció, porque se relajó y accedió a venir conmigo a un sitio más tranquilo.

-¿Y bien? ¿De qué quieres hablar? -Se cruzó de brazos. 

-Eh...pues... sobre... sobre Rocky. -Toda mi seguridad se había esfumado, probablemente por estar ahora a solas con él. 

-¿Qué pasa con él? -Dijo mirando hacia otro lado, intentando disimular ya que ya debía hacerse una idea de a donde iría a parar la conversación.

-Fuiste tu el que borró parte de sus faltas, ¿verdad? -Le pregunté por fin- Y no lo delataste al director, ¿por qué?

-No hagas acusaciones falsas si no tienes pruebas, y el por qué de eso no es de tu incumbencia. -Se defendió, intentando mantener su compostura con excusas baratas. 

-¿Si no fuiste tu entonces quien fue? Estoy seguro de que si hubiera sido otra persona hubieras hecho algo al respecto. -Toda mi confianza había vuelto a mi al ver que tenía probabilidades de ganar la discusión. Eunwoo apretó los labios y los puños y pensé que se estaba tomando su tiempo para contestar, pero no lo hizo- Le ayudaste porque sabes como se siente, ¿verdad? Porque tu también has pasado por algo parecido y sabes que nada es culpa de Rocky, simplemente es que no puede manejar bien su vida. 

-¿Que sabrás tu? -Murmuró con la voz temblorosa. En principio, nada, pero eso no impedía que ya fuera parte de todo el ovillo de problemas. 

-Tienes razón, sé muy poco, pero quiero ayudaros y lo único que me lo está impidiendo es tu maldita tozudez. 

-¿Por que querrías tu ayudarme? -Me miró por primera vez en todo el rato, lleno de fastidio en los ojos. 

-Porque eres importante para Moonbin y él lo es para ti, no lo niegues. 

-¿Desde cuando te importa tanto Bin? No me digas que te has enamorado de él o algo así -De acuerdo, eso sí que no me lo esperé.

-¡No me cambies de tema! -Dije frustrada, intentando contenerme para que mis mejillas no se pusieran al rojo vivo- Hablé con él y está dispuesto a hablar contigo y solucionarlo. Ahora solo faltas tu. 

-¿Va a disculparse? -Dijo con una ceja levantada. Era obvio que Moonbin no lo haría y Eunwoo lo sabía- Entonces nada, no aceptaré alguna otra cosa aparte de una disculpa. 

-¡Eunwoo! -Exclamé al ver que iba a irse otra vez- Por favor, no es tan complicado hablar las cosas civilizadamente. Disculpaos los dos y ya está. 

-Yo no tengo por qué disculparme, no hice nada. -Me dio la espalda pero no se movió del sitio. 

No tenía intención de ponerme de parte de ninguno pero... 

-¡Sí que lo hiciste, le traicionaste! Era tu amigo, quería ayudarte y tu le delataste. 

-¡Él se lo buscó! -Estalló también- No tenía que meterse en mis asuntos, estoy harto de repetirlo. 

-Lo hizo porque eras importante para él y no quería verte sufrir... ¿tan difícil es de entender? -Esta vez susurré, mordiéndome el labio inferior y mirando al suelo. No entendía como podía ser todo tan complicado. 

Cogió aire, probablemente para hablar, pero de nuevo me equivoqué. Empezó a caminar por la dirección en la que habíamos venido y no tardó en desaparecer de mi vista. Solté un suspiro tembloroso, ahora me sentía fatal y tenía ganas de llorar, no podía volver con los chicos. 

-¿Dónde te habías metido? -Preguntó MJ con curiosidad al verme entrar en la clase después de otro grupo de gente. 

-En ningún sitio -Le respondí sin ganas. Me senté en mi sitio y justo en ese momento mis ojos se juntaron con los del representante de la clase, quien estaba sacando los libros de su mochila. Los aparté enseguida, intentando centrarme en la discusión estúpida que estaban teniendo el tonto y el más tonto para no pensar en todo lo que había pasado en la hora del patio.

Las tres últimas horas trascurrieron lentas, tenía en estómago vacío y la mente llena. En cuanto sonó el timbre me levanté de golpe y me despedí con rapidez de mis dos amigos. Hoy me iría a casa sola, aunque tampoco me importaba mucho porque no estaba de humor. 

Después de comer fui a tumbarme a la cama y me quedé mirando el techo, pensando en todo pero a la vez en nada cuando el timbre sonó sacándome de mi mundo. No me moví hasta que escuché la voz de mi abuela llamarme, no esperaba visita así que bajé por las escaleras llena de curiosidad. No podía ser mi padre porque siempre avisaba antes de venir y nunca lo hacía los días entre semana. Tampoco podía ser el cartero porque pasaba por las mañanas, así que no podía imaginarme quien iba a ser. 

-¡Noona! -Abrí los ojos como platos al escuchar la voz de Sanha y verlo parado en la puerta con ropa de calle y una sonrisa en la cara. 

-¿Sanha? ¿Qué haces aquí? -Le pregunté extrañada, no sabiendo muy bien como recibirlo. 

-Hoy no nos hemos visto así que había pensado en venir a verte. -Dijo inocentemente- Lo siento, ¿estás ocupada? 

-N-no -Dije un poco echada para atrás- Pasa, subamos a mi habitación. 

Estrellas⭐ || ASTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora