Final

364 47 12
                                    

Bueno... este sí que es el último. Muchísimas gracias a quienes han apoyado esta historia♥♥♥ Me siento un poco extraña porque es el primer fic que publico y termino... Pero qué decir, he disfrutado mucho escribiéndolo y eso que Moonbin y Eunwoo ni siquiera son mis bias. Tengo pensado en escribir más fics (de otros grupos) así que no os librareis aun de mi~ Pronto volveré con más y mejores cosas jsjsjs(?) En fin, muchas gracias de nuevo, disfrutad de este capítulo también! Nos vemos~♥ 

* * * * * * 

Antes de irme a clases me quedé parada enfrente del espejo observando mi uniforme. Era el mismo de siempre, sí, pero esta iba a ser la última vez que podría llevarlo, así que se sentía diferente. No sabía en que forma, pero había cambiado respecto a meses atrás. Quizá era un poco más alta, mi pelo era más largo, mi sonrisa ahora no eran forzada, mis ojos habían recuperado un poco de brillo y me sentía con ganas de salir y hacer cosas. Nunca había sido una persona que se aferra mucho al pasado y, aunque las tragedias nunca son fáciles de olvidar, creo que podría hacerlo. Me sentía ligera, ya había superado todo el sufrimiento del estudio para los exámenes finales y de entrada a la universidad y sabía que después de hoy iba a empezar una nueva etapa de mi vida. Tal y como le había dicho a Sanha no iba a cambiar completamente, solo esperaba que fuera mucho mejor. Escuché a mi abuela gritar mi nombre y salí de mis pensamientos, ya debía ser tarde. Bajé las escaleras apresurada y me acerqué a la cocina, saludando a mi padre que había venido para mi graduación y comiendo rápidamente el desayuno.

-¿Te apetece si por la tarde salimos a cenar? -Me preguntó casualmente. Dejé de masticar por unos segundos sorprendida por su pregunta y después me tragué todo el trozo de tostada de golpe. 

-Eh... lo siento papá, les había prometido a unos amigos que celebraría con ellos la graduación.

-Oh, entiendo... -Bajó la mirada apenado. Hacía meses que no nos veíamos y yo le dejaba plantado, genial- ¿Entonces qué tal mañana? 

Asentí aliviada de que no se lo hubiera tomado a mal y seguí con mis tostadas.

-Así de paso me pones al día con todo lo que te ha ocurrido. -Siguió hablando- Y me cuentas sobre ese novio tuyo que dice tu abuela que tienes. 

-¡¿Huh?! -Dije atragantándome con el pan. Empecé a toser como loca y, sabiendo que de esa no me libraría, me levanté de la silla y cogí mi maleta- ¡Me voy, llego tarde, volveré por la noche! 

-Ves con cuidado -Canturreó mi abuela que había estado todo el rato en el salón. Pude escuchar a mi padre soltar un soplido y cerré la puerta detrás mío, alejándome lo más deprisa que pude de la casa. 

-¡Noona! -Una cabellera pelirroja se acercó a mí corriendo y saludándome con la mano en alto. Como si fuera parte de mi grupo de escoltas personales (osease Moonbin cuando tenía las tardes libres y me acompañaba a casa) Sanha había insistido en venir a encontrarse conmigo camino a clase durante toda la semana de exámenes. Según él era para darme fuerzas y energías para las pruebas y en parte era verdad porque, seamos sinceros, pasar un rato con él por las mañanas era lo mismo que tomarte cinco cafés de golpe. Aunque por otro lado sabía que tenía otros motivos y, como hoy iba a ser la última vez que nos viéramos de esa forma, me los había confesado el día anterior. 

 -Quería pasar todo el tiempo posible contigo... Por las tardes no podíamos vernos porque estudiabas así que... Espero que no te moleste... Ni a ti ni a Moonbin hyung... -Me había dicho lo último sonrojándose y apartando la mirada, haciendo que yo también me ruborizara y enseguida empezara a asegurarle que no había ningún problema. Moonbin y yo nunca habíamos confirmado nuestra relación en voz alta pero un día pillamos a cierta pareja de amigos siguiéndonos con gafas de sol, gorros y bufanda pese a estar en plena primavera. Supusimos que la noticia no tardaría mucho en esparcirse y estábamos en lo cierto. MJ me hacía cejitas cada vez que me veía y Rocky una vez me pidió que por favor no acaparara a Moonbin solo para mí. Sanha, por otra parte, no me había hablado del moreno hasta ayer, aunque la forma forzada en la que intentaba actuar como siempre a mi alrededor lo delataba completamente. Por suerte, esa incomodidad fue desapareciendo con los días y conseguimos volver a la normalidad. 

Estrellas⭐ || ASTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora