Pasaron dos días en el tren. Peeta, Katniss y Effie seguían en el tren pero no por mucho tiempo. En dos horas llegarían al Capitolio.
Los tres desayunaban tranquilamente en uno de los vagones. Peeta se servía una tostada mientras Effie bebía un poco de café. Katniss tenía apoyado el codo en la mesa y en ella su cabeza mirando al vacío.
-¿Qué te ocurre?- pregunta Peeta intentando captar su atención.
-Estoy preocupada por Willow y Niall.- responde Katniss.- Si intentaron hacer daño a la hija de Paylor quien dice que no se lo harán a ellos.
Effie deja la taza en el plato de porcelana.- Tranquila cariño, nadie sabe que estáis aquí. Ellos creen que seguís en el Distrito 12.
Katniss se tranquiliza aunque no lo suficiente para quitarse el tema de la cabeza. Los tres terminan de desayunar y acuden a sus habitaciones para recoger sus cosas, ya que en pocos minutos van a llegar a su destino. Varios guardias recogen las maletas y se dirigen hacia la puerta. Detrás de ellos Effie junto a sus invitados.
La puerta se abre y por suerte no hay apenas gente en la estación. Los tres se bajan del tren y uno de los guardias los dirigen hacia el coche donde los trasladaran hasta la casa de Effie.
El Capitolio está como la última vez que lo vio por el proyector junto a su familia. Las calles repletas de gente, los guardias escoltan los edificios más importantes y cada vez hay más rascacielos y casas futuristas.
La Casa de Effie es bastante grande. Se encuentra en uno de los rascacielos del centro de la ciudad. Tiene tres dormitorios, dos cuartos de baño, un comedor que comunica con la cocina. Una terraza enorme y una sala de estar justo al lado.
-Pasad, pasad.- Katniss y Peeta entran a la casa y la observan.- Este es vuestro dormitorio.
Es muy grande comparado con el suyo en su casa del Distrito 12, decorado con cortinas beige, una cama de matrimonio con una colcha blanca y encima de esta varios cojines.
-Última hora: La presidenta Paylor da un comunicado.- el proyector de la casa se enciende.- Esta noche se celebrará una reunión para la noticia que tiene que dar.
Katniss y Peeta salen de la habitación y se encuentran en el salón con Effie que coge el mando y le da volumen.
-¿Tendrá Panem un nuevo presidente? ¿Qué es...
Apenas pudo terminar la frase cuando Effie lo apagó. Se giró y dirigió la mirada a sus invitados.
-Esta noche va a ser totalmente diferente.- dijo Effie agachando la cabeza.
La tarde pasó en la casa. La reunión sería sobre las ocho de la noche. Effie se puso uno de sus vestidos más extravagantes de color fucsia acompañado de unos tacones enormes y un sombrero. Peeta y Katniss se vistieron cómodos. Como no podían asistir a la reunión ya que podrían meter un lío a Effie o peor, podrían complicarse las cosas y encerrarlos en la prisión del Capitolio, acompañarían a Effie y se infiltrarían en la reunión,
Llegaron a la plaza del Capitolio. Había bastante gente, sobre todo periodistas y habitantes que querían saber lo que estaba ocurriendo. Por una gran alfombra llegaban coches de los que salían ministros, escoltas y representantes de cada Distrito.
Peeta y Katniss se habían bajado justo antes de llegar. Disimuladamente llegaron al edificio y se escondieron justo detrás de él, mientras que Effie ya había llegado.
Los escoltas, más varios periodistas entre ellos, Caesar Flickerman junto a su hijo Agrippa y Claudius Templesmith, junto a todos los Presidentes de los Distritos estaban en una gran sala con varias sillas. Todos se sentaron en sus respectivos asientos. Effie estaba entre los escoltas del Distrito 10 y Distrito 2.
Al momento la gran puerta blanca se abrió dejando salir a la Presidenta Paylor. Su atuendo no era muy correcto. Llevaba un traje de color negro, el pelo bastante dejado, alborotado y de un color pálido. Detrás de ellas dos guardias la escoltaban. La presidenta esquivó la silla y se colocó entre esta y la mesa.
-Buenas...- carraspeó un poco.- Buenas noches. Hoy daré un importante comunicado. Pero antes quiero llamar a mi... compañero. Caius Snow.
Un murmullo se hizo en la sala. Effie miraba fríamente a la puerta esperando que se abriera y saliera Caius. Pero ese momento no llegó ya que este entró por la misma puerta que habían entrado todos. Detrás de él aparecieron cuatro guardias de seguridad armados y un hombre con traje negro con una carpeta en la mano.
-¡Buenas noches habitantes del Capitolio!- saludo irónicamente.- Gracias por este gran recibimiento.- pausó mirando a la Presidenta.- Puede seguir.
La Presidenta lo miró fríamente sin poder hacer nada al respecto.- Os he reunido esta noche para presentaros mi dimisión.- Los murmullos volvieron a saltar en la sala pero esta vez eran más fuertes.- Por favor... Mi nuevo sucesor será Caius Snow.
-Caius Cornelius Snow.- corrigió Caius.- Gracias Presidenta Paylor. Gracias a todos los que estáis aquí.
Caius se acercó al estrado y subió las escaleras. La Presidenta se apartó y este se colocó en su sitio.
-Esta noche me convertiré en lo que siempre quise. En ser Presidente de Panem, como quiso mi padre.- Todos los que estaban allí se miraban con temor.- Y para ello quiero retomar algo que se quitó cuando mi difunto padre estaba al mando de este país.- Se entrelazó las manos.- Pronto se acercan las fechas, así que será una gran inauguración después de que sea Presidente.- pausó y abrió los brazos.- Los Juegos del Hambre volverán a Panem, ya que nunca se tenían que haber ido.