Hoy tus manos

09/06/2016

Íñigo / Alberto / Pablo / Edu 

- Jueves, 9 de junio de 2016 - 

Íñigo se despertó con la sensación de haber dormido más de la cuenta. Miró el reloj de su móvil y se sorprendió al ver que todavía quedaban 10 minutos para que sonase la alarma. Jugueteó con su móvil hasta que por fin se permitió abrir los mensajes y releer los últimos que se había enviado con Alberto. 

* Miércoles, 8 de junio de 2016* 

[21:19] Qué calor hace en Madrid...

[21:23] Yo también tengo calor...

[21:23] Y hablar contigo no ayuda a que se me quite.

[21:24] Si quieres te dejo de hablar...

[21:24] Ya sabes a lo que me refiero.

[21:25] Sí. 

[21:26] Y... te apetece?

[21:27] Alberto yo de esto no tengo ni idea...

[21:28] Aprendemos juntos, Iñi.

[21:28] No te pienses que yo soy un experto. 

[21:29] Yo te digo lo que haría... y si te sientes incómodo me lo dices y paramos.

[21:29] Vale...

[21:30] Imagínate que estamos en un cuarto con una cama los dos solos. Me acerco a ti con una sonrisa y comenzamos a charlar sentados en la cama. 

[21:31] Hasta ahí bien? 

[21:31] Sí

[21:33] Poco a poco me voy acercando a ti hasta que nuestros brazos se rozan. Yo siento ese cosquilleo por el cuerpo, entre nervios y emoción, solo por ese simple contacto. Te miro a los ojos y lentamente inclino mi cabeza para poder besar tu boca. 

[21:33] Sigue

[21:35] El beso comienza como algo dulce y suave pero en el momento en el que nuestras lenguas se juntan, se vuelve salvaje y brusco. Es como si perdiésemos toda nuestra parte racional y nos volviésemos durante un segundo animales. 

[21:36] Te gusta eso?

[21:36] Mucho

[21:36] Estás cachondo? 

[21:36] Bastante. 

[21:36] Sigue por favor. 

[21:38] Mientras nuestras lenguas se enredan la una con la otra, yo te toco el cuerpo. El cuello, los hombros, el pecho, el torso... Necesito recorrerte con mis manos. Pero llega un momento en el que solo con las manos no es suficiente, y comienzo a lamer tu cuello con necesidad. 

[21:39] Buf, Alberto...

[21:41] Escucho como dices mi nombre entre gemidos y lo tomo como señal para quitarte la camisa y tumbarte en la cama. Me pongo encima tuyo y sigo lamiendo tu cuerpo. Cuando llego a tu bajo vientre noto lo abultado que está tu pantalón y no puedo evitar sonreír al ver lo que me esperaba. 

[21:42] Con manos ágiles te desabrocho el botón del pantalón y te lo bajo. Sin ellos tu erección es mucho más notoria y comienzo a tocar tu polla por encima del calzoncillo. Noto tus uñas clavándose en mi espalda de lo cachondo que estás y eso hace que yo me ponga aún más. 

[21:44] La tengo durísima, sigue por favor. 

[21:47] Después de tocártela durante un rato, que por tus gemidos deduzco que a ti se te hace eterno, me decido a bajarte los calzoncillos y descubro ante mí esa maravilla que es tu polla. Comienzo a moverla de abajo hacia arriba suavemente, pero aumento la velocidad a medida que tu aumentas tus gemidos.