Íñigo/Alberto/Pablo/Edu
- Domingo, 26 de junio de 2016 -
Íñigo se despertó más temprano que de costumbre, notando una presencia extraña en su cama. Abrió los ojos con lentitud y giró la cabeza hacia la izquierda, donde vio cómo Alberto dormía plácidamente. Estaba destapado, al fin y al cabo estaban en Madrid a finales de junio, y la mirada de Íñigo fue a parar a su pecho desnudo, que subía y bajaba lentamente al ritmo de su respiración. Notó cómo su miembro se ponía duro y su menté voló a los recuerdos del día anterior.
Probablemente habría sido el día más feliz que había vivido en los últimos tiempos. La campaña ya había pasado, era la jornada de reflexión y ellos dos no tenían nada mejor que hacer que explorarse y conocerse a fondo. Habían tenido el día solamente para ellos y lo habían aprovechado de maravilla. Sin salir de casa, con música de fondo, el aire acondicionado a buena temperatura y solo ellos dos y sus cuerpos desnudos y deseosos el uno del otro.
Íñigo sonrió y suspiró. A pesar del poco tiempo físico que había pasado con Alberto, se sentía totalmente cómodo en su presencia. Con él todo parecía fácil, sencillo y alcanzable. Se le quedó mirando embobado hasta que, al fin, se dio cuenta del día que era.
- Alberto, despierta. Alberto. - susurró Íñigo, mientras le zarandeaba levemente de un lado a otro. - Hoy es el día.
- ¿Qué hora es? - preguntó Alberto, medio adormilado, frotándose los ojos con parsimonia.
- ¡Las 7! - contestó Íñigo, entre nervioso, asustado y emocionado. - Y te tienes que preparar para ir a Málaga y hay que hacer mil cosas...
- A ver, relájate. - Alberto se incorporó y cogió la mano de Íñigo, acariciándole los nudillos y los dedos mientras le miraba a los ojos. - Mi tren no sale hasta dentro de una hora y media.
Íñigo se pasó la mano por la frente y se peinó el pelo hacia atrás. La otra mano seguía fija en la de Alberto; le gustaba sentir el contacto de su piel en la suya.
Escuchó el teléfono vibrar en su mesita y se acercó a recogerlo.
[07:11] Estás ya despierto?
[07:11] Sí
[07:11] A ti también te ha costado dormir, eh?
[07:12] Un poco
[07:12] Ahora entiendo como conseguiste enamorar a Alberto por escrito.
[07:12] Eres muy elocuente y articulado.
[07:13] Y tú muy gracioso, como siempre
[07:13] Quedamos para desayunar?
[07:14] Vale
[07:14] 9 en donde siempre?
[07:15] 9:30 mejor
[07:15] 👍🏻
- Pablo. - dijo Íñigo, volviendo a posar el teléfono en la mesita. - He quedado para desayunar con él.
- Y yo que creía que ibas a desayunar unos churros conmigo... - susurró Alberto con voz seductora, entrelazando sus piernas con las de Íñigo.
- Alberto...
Pero Íñigo no pudo continuar porque Alberto le silenció con un beso. Le agarró con firmeza la cara y le atrajo hacia sí para besarle con más fuerza y pasión. Poco podía hacer Íñigo ante tal situación así que se dejó llevar por Alberto. Los dos rodaban por la cama besándose con ganas, mordiéndose los labios, gimiendo suavemente y recorriendo sus cuerpos con sus manos. Íñigo notó la mano del de Málaga dentro de sus calzoncillos y se apartó de golpe.

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Hoy tus manos
FanfictionÍñigo manda un sms por error a Alberto, sin saber quién es en realidad.