19/06/2016

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Íñigo/Alberto/Pablo/Edu

- Domingo, 19 de junio de 2016 -

El día del mitin de Galicia por fin llegó e Íñigo se levantó con el estómago revuelto por los nervios. Tampoco ayudaba demasiado el hecho de que hubiese dormido menos de cinco horas. Preparó con lentitud el equipaje; las manos temblorosas solo de pensar en el inevitable encuentro con Alberto. El día anterior había tenido muchas ganas de que llegase ya el día de verse cara a cara al fin, pero ahora que quedaban escasos minutos se notaba más nervioso que nunca. 

Miró el móvil y vio que había recibido un mensaje de Alberto hacía unos minutos.

[07:13] Has dormido bien? 

[07:13] Ya queda poco...

Íñigo tragó saliva y miró la hora en el teléfono. Había quedado en el aeropuerto en una hora y media. 

[07:15] Bueno... 

[07:15] He dormido bien pero no demasiado. 

[07:15] Hasta que no me tome el café en el aeropuerto no voy a ser persona

Y así fue. Cuando Íñigo llegó ya había unos cuantos compañeros de campaña esperando por allí al resto, pero ni rastro de Alberto. Íñigo miró el móvil extrañado, Alberto no solía llegar tarde y en cuarenta minutos salía el avión. Tenían que ir embarcando si no querían perderlo. Entre sorbo y sorbo del café que había cogido en la cafetería, iba imaginándose cómo sería la conversación con su compañero de partido. Ideó distintos escenarios con distintos guiones, aunque sabía que era totalmente inútil. 

Y en ese momento le vio llegar. Llevaba una cazadora vaquera, una camisa blanca debajo y los mismos pantalones beige que llevaba en Málaga. Andaba con esa sonrisa que le caracterizaba e Íñigo no pudo evitar sonreirle tontamente. A cada paso que Alberto daba, sentía como su corazón se aceleraba. Hasta que por fin se quedaron a escasos centímetros el uno del otro. 

- Siento llegar tarde. - comentó Alberto, colocándose bien la mochila y saludando a todos los compañeros. - Aunque lo bueno se hace esperar, no? - añadió, esta vez mirando únicamente a Íñigo. 

El de Madrid apartó la mirada rápidamente, pero podía notar que los ojos de Alberto seguían clavados en él. Agradeció que uno de los compañeros sugirió ir hacia la puerta de embarque, rompiendo así el momento tenso que se había creado en un instante. 

Una de las compañeras del departamento de redes sociales se acercó a él para comentarle algunas dudas y estuvieron hablando hasta llegar a la puerta de embarque, donde tuvieron que parar para enseñar sus billetes y documentos de identidad. 

Íñigo se sintió algo aliviado cuando se dio cuenta de que no le había tocado junto a Alberto. No sabía por qué, pero quería aplazar el máximo posible esa conversación que tenían pendiente. Se acomodó todo lo mejor que pudo en el asiento estrecho del avión y cuando iba a sacar sus notas, notó como le vibraba el teléfono. 

[09:10] Me estás evitando? 

[09:10] :(

[09:10] No

[09:11] Pero no me apetece tener esta conversación contigo delante de todo el mundo

[09:11] Llámame raro

[09:12] Vale, vale

[09:12] Es que me había dado esa sensación

[09:13] Perdona

Hoy tus manosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora