If I Stay (AxelxCelia)

*Capítulo 1*

Era una mañana normal y corriente, excepto por el echo de que en la ciudad del Raimon estaba nevando. En casa de Celia todo iba normal, las clases se habían cancelado por la tormenta, así que Celia y Teddy, su hermano pequeño, tenían el día libre. Su madre había dicho a su trabajo que estaba enferma y decidió pasar el día con su familia, y su padre, como era profesor, tampoco tuvo que ir a trabajar.

Celia no se parecía en nada a su familia, todos eran muy de rock y punk, en cambio ella era más de música clásica. A veces Celia se preguntaba como la pudieron haber adoptado sin arrepentirse después, pero ellos la aceptaron como una más sin importar gustos y eso era lo más importante, nunca cambiaría a su familia.

Era invierno, y pronto sería navidad. Solo faltaban un par de semanas para acabar el colegio y hacer fiesta, pero en la ciudad del Raimon hacia ya mucho frío. Celia se sentía muy sola, el equipo del Inazuma Japón tenía un torneo fuera de aquí, había ido todo el equipo, incluidos, su hermano, Jude, sus amigas, Nelly, Camelia y Silvia, y sobretodo, su novio, Axel. Ya llevaban 1 año y medio saliendo y ambos estaban muy bien juntos. ¿Qué inconveniente había? Axel era un jugador de fútbol muy famoso y apenas podían pasar juntos más de 3 días. Los partidos eran muchos y Celia aún estaba acabando su último año en Bachillerato. Más tarde habría otro inconveniente. Si la aceptaban, Celia iría a Julliard a estudiar con el violonchelo, y se verían aún menos, ya que no se verían ni en los entrenamientos. Pero aún así se amaban, era imposible separarlos, además ambos eran muy bien recibidos en la familia del otro, y eran una de esas parejas que nada más ver sabes que acabaran juntos de por vida.

Madre: Mira, ha salido un artículo en el periódico de hoy, el Inazuma Japón ganó 5-1 a la selección Australiana. Han mejorado mucho, y mira tu chico hizo Hat-trick. Vaya, la foto es buena, está hecho todo un hombretón.

Celia odiaba hablar de Axel delante de sus padres, era algo muy incómodo, además, los comentarios de su madre, eran de lo más vergonzosos.

Padre: Deja a la pobre chica, ya sabe que tiene mucha suerte, es un caballero.

Teddy: ¿Cuándo volverá? ¡Quiero jugar otra vez al fútbol con él!

Su padre era como su madre de abierto, y Teddy... Bueno, Teddy era un niño de 8 años que se llevaba muy bien con Axel y siempre esperaba verlo.

Madre: Cambiando de tema, ¿porqué no aprovechamos y vamos a la granja de Willow?

Teddy: ¡Sí!

Padre: Es una idea muy buena, luego podemos cenar con los abuelos. Celia, ¿te apuntas?

Celia: Mmn... No lo se, debería ensayar con el chelo, pero me lo he dejado en clase... Supongo que estaré todo el día en la cama esperando, no sé cuando llegará la carta de Julliard.

Madre: Venga, ven. Sino estarás aquí aburrida todo el día. No hay nadie con quién quedar, además Kim también estaba ocupada, ¿no?

Celia: Sí...

Padre: Anímate y ven. Pondremos tu música en el coche.

Teddy: Venga va, Celia, lo pasaremos genial.

Celia: Está bien... Voy a cambiarme.

De camino al coche Teddy y su padre iban cantando una de sus canciones animadamente. Celia los observaba desde el lado de su madre sonriendo. Eran como dos gotas de agua. A veces Celia sentía envidia de Teddy de ser tan parecido y ella tan diferente a pesar de los comentarios de sus padres de que eso la hacía única y que la querían tal y como ella era. Eso le recordó a Axel. Él siempre le decía lo mismo, que era única y que eso era lo que le había hecho enamorarse de ella. ¿Cómo podía haber tenido tanta suerte con él?