Tú me enseñaste a volar.

16. Hugo

Coge sus llaves y sale de casa tras dar una voz despidiéndose de sus padres. Mira el móvil. Marcos y Julián ya están en el polideportivo. Seguramente Diego llegará cuando llegue Marina. Esos dos no se despegan ni con cola. Aunque se alegra de ver a su amigo tan feliz. Sólo por eso merece la pena estar con ellos cuando son tan empalagosos.
Marcos:
Venga tío apúrate, tengo muchas ganas de jugar ese partido.
Hugo:
Ya voy pesado. En cinco minutos estoy ahí.
Han quedado todos para echar un partido en el polideportivo. Normalmente los domingos quedan en casa de uno y juegan a la play. Pero esta vez a todos les apetecía estar con las chicas. Y ellas no querían encerrarse en una casa. Así que decidieron jugar un partido y luego irse a la playa todos juntos. Realmente Hugo no lo puede creer. Si le hubieran dicho hace dos semanas que estaría así con las cuatro chicas se habría reído demasiado. Pero le caen bien, es agradable estar con ellas. Y sus amigos piensan lo mismo. Aunque él está cómodo en especial con una de ellas.

Al llegar allí los que van a jugar ya están preparados y los demás en las gradas. Hace un gesto con la cabeza hacia sus compañeros y se dirige caminado sonriente a una morena. Pero le sorprende que ella no se haya dado cuenta de que él ha llegado. Está ocupada hablando con Emma y con... ¿ese es el hermano de Inés? ¿Por qué está sentado a su lado? ¿Y por qué ella se ríe tanto?
Cuando llega a su lado, Virgi se gira y lo ve. Sus ojos se iluminan y se pone colorada. Él sonríe con suficiencia y deposita un beso en sus labios.
-Hola Holmes.
Ella intenta poner cara de enfado. No le ha quitado ese mote. Le encanta como se sonroja cada vez que él la llama así, porque sabe que se acuerda de la vergüenza que pasó aquella noche, aunque fuera por WhatsApp.
-Hola estúpido-dice ella sonriendo.
Él le revuelve el pelo y se dirige a la pista para empezar a jugar. Empieza el partido. Él está concentrado, como siempre. El fútbol le encanta. Le gustaría poder dedicarse a él profesionalmente, pero sabe que es muy complicado.

Corre con el balón hacia la portería. Es el último minuto y si marca, ganarán. Aunque es un partido entre amigos, odia perder. Cuando está enfrente del portero, coge fuerza y chuta el balón. Entra perfectamente en la portería. Y él levanta los brazos para celebrarlo. Y como acto reflejo, mira hacia ella. Pero Virginia no le está mirando. Ella mira algo en el móvil de Adrián. Y eso le enfurece. Se pone rojo de rabia, y sin decir nada más, se va a cambiar a los vestuarios.

Al salir ella le está esperando en la puerta mientras mira el móvil. Cuando la ve, el enfado se desvanece y esboza una estúpida sonrisa. Esta chica le está gustando demasiado. ¿Eso es bueno o malo?
Virginia levanta la mirada y lo ve.
-Ese último gol ha sido chiripa, que lo sepas.
Él suelta una carcajada. Entonces sí que lo ha visto...
-¿Qué dices? La calidad es la calidad...
Al decir esto le pasa un brazo alrededor de los hombros e inhala su perfume. Ella se apoya en él y levanta la cabeza para depositar un beso en sus labios. Pero él exige más. Retira el brazo de sus hombros y pone sus manos en la cadera de ella apretándola contra él. No se cansará nunca de sus besos con ella. Virginia rodea su cuello y él le muerde el labio.
-Chicos, los baños están enfrente-dice Marcos soltando una carcajada.
Virginia se separa colorada y Hugo vuelve a pasarle el brazo por los hombros.
-Marcos, lo de cortar el rollo se te da de puta madre tío- le dice a su amigo.
Virginia se ríe y tras golpear el pecho de Marcos y guiñarle el ojo a Hugo, camina para juntarse con sus amigas.
Hugo mira enfurecido a Marcos y le suelta una colleja. Entonces los dos simulan una pelea entre risas. Porque ambos están seguros de que momentos como el que Marcos acaba de interrumpir se producirán numerosas veces durante lo que queda de tarde.

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