—¿Qué ocurre aquí?— preguntó Ethan cuando entró en la sala de baile.
Ben, su amigo y sabelotodo Dom, se giró y sonrió.
—¿No lo has escuchado?
—Obviamente no.
—Estamos iniciando una nueva sumisa en el grupo esta noche y está conforme con ser subastada para un juego público.
—¿Quién es, y por qué recién me entero?
—Al parecer, se decidió en el último minuto.
-¿Y? -Quería saber quién.
—Es esa chica que siempre lleva una máscara. Creo que dijeron que su nombre es Angel.
Su estómago se tensó.
—No permitimos las máscaras en esta planta.
—Esa es la belleza de todo el asunto. Llevará la máscara para la subasta y entonces el ganador revelará su identidad.
La polla de Ethan se animó de inmediato al recordar la imagen de la enmascarada en la jaula esa noche. Incluso en el ahumado y oscuro club podía distinguir sus enrojecidas nalgas donde Will le había dado varios buenos azotes en el trasero mientras había trabajado con ella para la multitud. No era la primera vez que se fijaba en ella, pero su abierta y sensual respuesta a la multitud esa noche realmente había llamado su atención. Hasta ahora, no había pasado mucho tiempo con ningún Dom en particular del club.
—¿A qué hora es la subasta?
—Cuando quiera que esa pequeña dulzura traiga ese lindo trasero aquí—Ben se acercó más y bajó la voz—Me enteré de que su actuación en el piso inferior realmente la excitó y necesitó un poco de ayuda para calmarse.
—¿Algo de ayuda? -No le gustaba el sonido de eso.
—Sí, Will ofreció su ayuda pero Marie le alejó y tomó el control de Angel en la esquina del bar. No sé lo que ocurrió allí, pero chico, habría disfrutado observando sin ser visto.
Ethan atravesó a Ben con una fría mirada.
—A veces eres un imbécil.
—Sí, y eso es lo que las sumisas aman tanto de mí—Esbozó una amplia sonrisa—¿Vas a decirme que no tienes curiosidad sobre lo que Marie hizo para calmar a la Señorita Enmascarada ?
La tenía, pero no estaba dispuesto a compartirlo con Ben o cualquier otra persona. Al ver que no mordía el anzuelo, Ben deambuló cerca de la sala de subastas cuando el público se hizo cada vez más grande por la anticipación.
Esto iba a ponerse interesante.
Will se acercó al micrófono y el ruido en la habitación disminuyo.
—Sé que todos han oído hablar del programa a estas alturas, así que ¿por qué no traemos a nuestra nueva sumisa aquí y podemos poner este espectáculo en marcha?
Ethan miró hacia la puerta en la esquina más alejada y vio a una pequeña figura mirando fijamente a través de una ligera grieta en la puerta. Apostaba a que la infame mujer del momento era la que miraba a escondidas. Podía imaginarla allí de pie, mordiéndose el labio y tirando de los bordes de su liso cabello color castaño.
—Las reglas son muy simples. Estamos realizando esta subasta improvisada para la organización caritativa preferida del club y la hermosa Angel ha accedido a jugar una escena pública dentro de los confines documentados del club, por supuesto.
Una ronda de abucheos estalló entre la multitud, seguido por estridentes carcajadas.
—Oh, y no olviden que al cierre de la subasta, el Dom ganador retirará su máscara aquí en el escenario antes de que cualquier juego comience en conformidad con nuestra política del club.
Los aplausos estallaron, como lo hicieron un par de invitaciones a seguir adelante con el espectáculo y, hasta Ethan vibró con una urgencia que no podía contener totalmente. Quería ver quién estaba detrás de esa máscara.
—¿Vas a pujar esta noche, Ethan? -Parecía que Ben no podía dejar
el tema.—No lo sé todavía. Creo que voy a esperar y ver lo que el resto de pervertidos hacen.
—Lo dice el pan de Dios, figúrate.
—Supongo—Le gustaba que, aunque Ben era un bobalicón a veces, no se comportara como un engreído.
Will se inclinó hacia el micrófono y giró la cabeza hacia la puerta.
—Marie, cariño, entra y tráela.
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TÓMAME (+18)
RomanceDurante demasiado tiempo, Angela intentó captar la atención de un hombre, sin poder conseguirlo. Luego de descubrir el secreto de este hombre, que incluye mucho sexo sucio, traza un plan que no podía fallar. Angela siempre obtiene lo que quiere...