Su mente daba vueltas por las emociones que la atravesaban mientras Ethan la acostaba sobre la cama. Se había sorprendido al ver a Will y Marie compartiendo la escena con ella, pero agradecida por ello.
Mucho mejor que con extraños.
Él frotó todos las dolorosas zonas de su sesión. Primero, sus pulgares acariciaron la piel alrededor de sus muñecas en un ligero movimiento circular mientras que el liso desplazamiento de su lengua atormentaba la suave piel de su seno. A través de los ojos entrecerrados Angel observó a Ethan pasar los dedos a lo largo de los costados hasta los tensos músculos de sus muslos. Su cabeza bajó para mordisquear el camino desde su seno hasta su ombligo donde hundió su ardiente lengua y se arremolinaba por el hueco. Todo el tiempo hizo magia con las manos, masajeando sus músculos hasta que ella prácticamente se derritió en la cama.
—¿Sabes lo maravillosa que eres? ¿Preciada incluso?—Ethan no podía dejar de tocarla pese a sus buenas intenciones. La conmoción de verla en Dark's aún lo tomaba por sorpresa, más aún después de la escena que acababa de hacer.
Su Angela.
Le guste o no, así es como había pensado en ella durante mucho tiempo. Por supuesto, había tenido un obvio flechazo con él cuando era una adolescente, y había crecido siendo protector debido a eso. Pero desde que había regresado de la universidad, había sido su turno de desearla, y él se había sentido culpable por ello. No sólo había una gran diferencia de edad entre ellos, estaba el hecho de que era la hermana de su mejor amigo y eso la colocaba claramente en la categoría de no tocar nunca.
Era el final de ese acuerdo.
Acostado junto a ella ahora, reconfortando su regreso a la realidad, su erección palpitaba por estar dentro de ella.
—¿Cómo estás ahora Angela, te sientes mejor?
—Me sentía bien antes, sólo necesitaba un poco de privacidad para relajarme, pero ahora necesito... -vaciló.
—¿Qué necesitas? —Ella no tenía que pronunciar las palabras para que él lo supiera, pero realmente quería oírselo decir.
—Te necesito a ti, Ethan. Te necesito dentro de mí. Necesito saber que esto es real.
—Oh, todo es real, cariño—Sus dedos se deslizaron entre sus piernas dentro del resbaladizo calor para encontrarla excitada y lista.
Ella no tenía ni idea de lo mucho que su polla temblaba con el deseo de estar enterrado dentro de ella. Por tener sus piernas alrededor de él mientras ella gritaba en éxtasis cuando la hiciera correrse.
—Si no deseas seguir adelante con esto, tienes que decírmelo ahora. Esto lo cambia todo y si vamos más lejos, no creo que pueda detenerme.
Ella ladeó las caderas en las manos de él para que acunara su sexo.
—No quiero que te detengas—Le devolvió la mirada con determinación y deseo en los ojos—Quiero que me tomes.
Sus palabras encendieron la mecha que hizo explotar su control. Él agarró sus muñecas y las empujó por encima de su cabeza, manteniéndolas allí con una mano mientras sus dedos rozaron su clítoris hasta que ella gimió junto a él. Ya no podía jugar más, no podía esperar ni un segundo más para tener su húmeda estrechez chupándole dentro de ella. Se desplazó sobre Angela y le sujetó las muñecas con más fuerza, manteniéndola fija en el lugar, y aplastando su boca en la de ella. Su sabor suave, le condujo por encima del borde hasta que su rodilla abrió con un empujón sus piernas y la punta hinchada se mantuvo en su entrada.
Apartando su boca de la de ella, observó su sonrojado rostro. Esos hinchados labios rojos aun le atraían, pero tenía que escucharla decirlo una vez más.
—Dímelo, Angela, dímelo de nuevo.
Sin dudarlo, ella le miró y dijo:
—Tómame, por favor—gimió.
La suave y húmeda piel de su interior le provocó conforme separó los pliegues con su polla. La agonía se extendió por él mientras intentaba ir lento y no hacerle daño. Era una cosa diminuta.
—Apresúrate, Ethan, necesito más—Sus palabras suplicantes liberaron la fuerza de su necesidad.
Ethan se retiró, dejando sólo la punta en su entrada antes de volver a sumergirse profundamente una vez más. Las piernas de Angela se apretaron en los laterales de él cuando sus caderas se sacudieron hacia arriba. Dentro y fuera, repitió él, con las uñas de ella clavándose en sus brazos y la espalda en cada embestida. Las ásperas respiraciones mezcladas con gemidos y gruñidos condujeron su pasión y necesidad a un frenesí.
Tómame. Tómame.
Escuchó su ruego en la cabeza una y otra vez mientras sus músculos se tensaban y sus pelotas se apretaban contra su piel, hormigueando con el inicio de su liberación. Ella estaba prohibida y la había tomado de todos modos, y ahora necesitaba más.
Lo necesitaba todo.
Su sexo convulsionó alrededor de él con su orgasmo mientras se dejaba ir con un grito que llenó la habitación, y probablemente el club. Se retiró una vez más mientras la poderosa oleada de lujuria y satisfacción subía sobre él y dentro de ella. Los músculos se expandieron y se estremeció mientras continuaba embistiendo dentro de Angela hasta llenarla, luego se desplomó sobre ella.

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TÓMAME (+18)
RomanceDurante demasiado tiempo, Angela intentó captar la atención de un hombre, sin poder conseguirlo. Luego de descubrir el secreto de este hombre, que incluye mucho sexo sucio, traza un plan que no podía fallar. Angela siempre obtiene lo que quiere...