Capitulo 20

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Una suave brisa, acaricio sus cabellos, como si fuera una caricia. Su rostro estaba escondido entre sus rodillas, las lágrimas caían en el suave césped, las copas de los árboles lo protegían de los rayos del sol y el canto de las aves eran lo único que escuchaba.

Tal vez era una mala idea haber huido de esa forma, pero la mirada fría que le había otorgado Sasuke había lastimado su corazón, al igual que esas crueles palabras. Es inmortal pero aun así dolía, dolía todo lo que tenía que ver con Sasuke. Ahora estaba solo, en un "Pequeño bosque", sus alas no dieron para más y aterrizo, además sus lágrimas no lo dejaban ver con claridad.

-Soy un tonto - susurro, alzo su rostro y miro hacia las copas de los árboles - ¿Ahora que hago? -

Naruto cerro los ojos y suspiro, no tenía a donde ir, no tenía en quien confiar, estaba solo...de nuevo. "Si tienes algún problema puedes acudir a tus guardianes", la voz de Fugaku lo hizo despertar.

Miro hacia todos lados, buscando a alguien que lo pudiera ver. El lugar estaba vacío y con confianza se levantó del césped y sacudió sus ropas.

El sabio alzo sus manos - Guardianes de alma, que protegen a sus reyes... yo los invoco, creación de Fukagu, ¡Naruto Uzumaki! - chasqueo los dedos, una enorme luz alumbro el pequeño bosque, los pájaros salieron volando del pánico. En la luz se podía ver dos siluetas que poco a poco tomaron formas humanas.

Un joven de cabellos rojos se hinco enfrente de Naruto, al igual que una linda chica de cabellos del mismo color.

-¡Kurama y Kushina! ¡Para servirle! - dijeron en unísono.

Naruto bajo sus manos y sonrió levemente - Me alegra volver a verlos -

Los dos se levantaron y miraron a Naruto - ¿Estas bien? – preguntaron al ver el semblante decaído del rubio.

-Lo estoy... creo -

Kushina se acercó al sabio - Sabes que puedes contar con nosotros- dijo mientras tomaba sus manos - sabes que somos tus guardianes y pase lo que pase estaremos contigo -

Pequeñas lágrimas se asomaron en los ojos de Naruto, Kushina al verlo soltó sus manos y lo abrazó - No llores...no llores Naruto, no me gusta verte triste -

Kurama se cruzó de brazos y suspiro, sabía que su hermana era muy cariñosa con Naruto, como si fuera una madre - Deja que cuente lo que sucedió -

Kushina lo fulmino con la mirada - Tu no ayudas en nada hermanito -

Naruto se removió, el ya no quería llorar, ya no quería ser débil, pero cada vez que cerraba los ojos, las palabras y la mirada de Sasuke llegaban a su mente – Tiene razón, Kurama... déjame contarles -

Kushina se separó de Naruto y lo tomo de los hombros - Bien, te escuchamos - sonrió.

Kurama se acercó a ellos y se sentó en el césped, Kushina hizo lo mismo.

Naruto tomo el aire necesario - Yo... estoy viviendo con el hijo menor de Fugaku... Sasuke Uchiha... el bueno, él es un buen chico y como todos los seres humanos, también sufrió, pero es un chico muy fuerte, tiene una sonrisa encantadora – sonrió - sabe preparar comida deliciosa, sabe cuidarme y es muy atento conmigo, aparte vive en un hermoso departamento, creo que era así y...-

.-Wow, detente Naruto... ¿Esa es la razón por la estabas llorando?.- Kurama alzo una ceja.- Porque si es así, no es nada de lo que debemos preocuparnos -

-¡Kurama! ¿Por qué rayos eres así con Naruto? Debes de tener más tacto, idiota - Kushina golpeo su costado - Continua, Naruto, no le hagas caso a este...- se detuvo.

Mi Felicidad (Sasunaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora