No Me Rechazaste. Tomco.

Capítulo 6:

Narra Marco:

Ya estaba preparado para la fiesta, así que me quedé tirado en mi cama leyendo mientras esperaba a Tom.
Después de unos minutos se escuchó como la tierra se rompía y en mi ventana apareció un tipo de carroza endemoniada.
Me acerqué hasta la ventana y la abrí.

-Hola Marco.- Me dijo Tom con una sonrisa.

-Hola Tom.- Dije yo con algo de timidez.

Él me ofreció su mano para que pudiera subir a la carroza, ya que había una separación entre esta y el marco de la ventana.
Después de aceptarla y sentarme en uno de los asientos noté que estaba rodeado de personas que no conocía, a parte de un tal rubio qye se llamaba, ¿Bill?.

-Y, ¿ya es tu novio?.- Le preguntó Bill a Tom.

-¡¡¡QUE NO ES MI NOVIO!!!.- Dijo enojado.- ¿Por qué todos creen que somos novios?.-

-Tal vez por que pareces muy apegado a él.-

-Por que le diste la mano para que subiera a la carroza.- Dijo un chico con el cabello azul muy oscuro con orejas y cola de perro del mismo color.

-Bien, ya entiendo sus puntos.- Dijo fastidiado.- Marco, él es Darikson, o como todos le decimos, El Imbesil.-

-Oye.- Se quejó.

-Ya conoces al dorito. Y él es...-

Y así me fue presentando a todos los que estaban ahí, que en total eran cinco sin contarnos a nosotros.
Al llegar al lugar todos se separaron menos Tom y yo.
Después de un rato de haber bailado y hacer idioteces con varios de sus amigos él me dijo:

-Te reto a ver quien toma más cerveza y aguanta más sin estar ebrio.-

Yo le sonreí de forma desafiante.
-Hecho.-

*Dos horas después*.

Yo llevaba seis cervezas y estaba de lo más consciente mientras que Tom llevaba cuatro y ya se veía medio mareado.

-Bien, me rindo.- Dijo finalmente poniendo su frente en la barra.

-Que poca resistencia.- Dije medio burlón.

Él solo respondió con un pequeño gruñido lo cual me hizo reír.
Se acomodó de la postura en la que estaba y me sonrió por alguna razón.

-Marco, ven a bailar.- Dijo uno de los amigos de Tom desde la pista.
Desvié mi vista hacia Tom como animandolo a que me acompañara.

-No, ve tu. Yo esperaré a que se me pase el mareo.-

-Como quieras.- Le conteste yendome con dos de sus amigos.

Después de un rato un chico... demonio... no se, se me acercó y comenzamos a hablar. Se me comenzó a acercar y eso me puso incómodo. Sin darme cuenta me había acorralado contra una pared, no sabía que hacer.

-D-Dejame ir, por favor.- Le pedí. Los ojos del tipo me daban miedo.

Narra Tom:

Ya me sentía mejor.
Nota mental: "No tomar alcohol en una apuesta contra Marco".
Me levanté ya más estable en equilibrio y fui a buscar a mis amigos, a los cuales no encontré.
Caminé un rato más por el sitio y no los encontraba, hasta que vi a un tipo sobre Marco intentando quien sabe que, pero era obvio que no era nada inocente.
Me enfureció ver eso, no se porque pero lo hizo.
Me acerqué a paso firme y lo primero que hice fue golpearlo en la mandíbula, dejándolo inconsciente.

-T-Tom.-

Giré mi vista hacia donde estaba Marco y tenía una expresión de temor.

-¿Estás bien?.- Dije preocupado.

-S-Si.- Parecía aún estar asustado.
-¿Seguro?.- Me acerqué más a él.

-Si, solo me dio miedo tu reacción.-

La gente nos miraba, pero no me importaba.

-Ese idiota se te estaba acercando mucho, quien sabe con que intenciones. Podria haberte lastim...- Y entre en conciencia de lo que iba a decir.

Noté como Marco se sonrojaba, se veía muy tierno.

-Y después dices que no es tu novio.- Otra vez este.

Avancé hasta el rubio.

-Enserio, ¿porqué insistes con lo de que si somos novios?.- Le pregunté ya harto.

-Eres idiota, confirmado. Fijate en tus ojos y luego en los de él, ahí está la respuesta. Ahora yo me voy, o Dipper me mata. Adiós.- Dijo chasqueando los dedos y desapareciendo.

¿Ojos?, no se referirá a...

-¿Tom?.-

-E-Eh... Marco, acompañame al baño.- Dije comenzando a caminar.

Si no comprobaba lo que Bill me dijo, tal vez cometería el mayor error de mi vida.

-Tom, ¿ahora tu estás bien?.-

-S-Si, sólo...- No sabía que decirle.
Al llegar me puse yo frente al espejo y vi que marca aparecía en mi pupila, cosa que solo hacemos los demonios.
Yo tenía la marca de un tipo de flor roja de fuego cosa que rara ves se presenta en un humano.

-Marco.- Le llamé la atención para que me viera a los ojos y ahí estaba, era la misma marca.

-Tom, ¿enserio estás bien?. Estás algo pálido.-

-Y-Yo...- No sabía que decir, sentía un poco de confusión pero también me invadió el sentimiento de felicidad.-... Ya es tarde, mejor nos vamos.-

Él me miró confundido y me siguió.
Después de un rato ya todos estabamos en nuestras casas.

-¿Ahora qué hago?.- Dije para mi mismo.

Estaba solo en mi habitación, tratando de saber que hacer con esta noticia. No sabía como decírselo a Marco, y menos a mi familia. ¿Y si no lo aceptaban?.