Capítulo 19:

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Narrador Omnisciente:

El menor, al separarse del beso, tomó la mano de su pareja y tiró de esta para así llevarlo a las escalera.
Lo guió escaleras arriba hasta la puerta de su habitación. Una ves ahí, Marco abrió la puerta y pasaron.
Al cerrarse la pierta tras ellos los único que se escuchaba en la habitación eran los latidos de los dos.
El pelirosa se acercó al menor, el cual tenía la cabeza media baja.
El primer nombrado tomó entre sus manos el rostro del más bajo y, luego de verlo a los ojos, lo besó suavemente, pero aún así, se notaba cierto nerviosismo en el más chico.

-¿Enserio estás seguro?.- Dijo una ves más para asegurarse de la decisión de su novio.

-Si, solo... Es el miedo, pero se que estaré bien contigo.-

Se volvieron a besar, pero esta ves, ese beso se convirtió en uno más apasionado.

-Ngh.- Gimió entre el beso el pequeño castaño.

Tom se había animado a pasar una de sus manos por dentro se la sudadera y playera que usaba Marco.
El último nombrado había pasado sus brazos por el cuello de su pareja y enredado sus dedos en su cabello, así que tiró de estos y comenzaron a caminar hacia la cama, todavía sin separarce del beso.
Al caer en la cama, Tom había quedado sobre Marco.
El mayor comenzó a repartir besos por el cuello de su pareja mientras que también le quitaba las prendas que llevaba de la cintura para arriba.
Marco intentaba reprimir jadeos y algun que otro gemido, pero no pudo evitar que se le escapara uno al sentir las mordidas del mayor en su cuello, hombros y ahora bajando hacia su pecho.

Narra Tom:

-Ahh...-

Levanté mi vista y vi a Marco sonrojado hasta las orejas y con las dos manos tapando su boca.
Se veía demasiado tierno.
Llevé mis manos a las suyas y se las saqué de la boca para luego darle un beso.
Al separarnos lo miré a los ojos.

-No sientas vergüenza. Solo dejate llevar.- Dije para intentar que se relajara.

Narra Marco:

-...Solo dejate llevar.-

En un acto de valentía, llevé mis manos hacia su camisa y se la quité de un solo movimiento.
Pasé mis brazos, otra ves, por su cuello y comencé un beso.
Sentí como bajaba el cierre del jean negro e introducía su mano.

De a poco la ropa que nos quedaba comenzó a caer por distintas partes de la habitación, pero eso poco nos importaba.
Frente a mi Tom puso tres dedos. Entendí el mensaje y me los metí en la boca, comenzando a lamerlos.
Después de un rato los saco de mi boca y me besó lo cual me distrajo, ya que sentí uno de los dedos entrar en mi.
Solté un quejido de dolor.

-¡Ahhh!... D-Duele.-

-Tranquilo, ya pasará.- Me dijo en un tono suave para luedo introducir un segundo dedo.

-Ahhh.-

A los pocos minutos ya no sentía dolor, si no placer.
Al sentir el tercer dedo no pude evitar arquear un poco mi espalda.

-A-Ahhh... Tom.-

Narra Tom:

-A-Ahhh... Tom.-

Adiós autocontrol.
Me posicioné entre sus piernas e hice que las pasara al rededor de mi cintura.

-Ahora. Calma, ¿si?.-

Vi como asentía y sentí como me abrazaba más fuerte.
De a poco comencé a entrar en él.

Narra Marco:

Esto duele demasiado.

-¡¡¡AHHH!!!.- Grité clavando mis uñas en su espalda.

De a poco fue entrando y  una ves estaba por completo dentro de mi se quedó quieto.
De a poco comencé a sentir placer.

-M-Muévete.- Logré decir entre jadeos.

Él me obedeció. Aunque a la primera embestida sentí algo de dolor, pero luego eso desapareció.

-Ahhh...-

A cada minuto las embestidas se volvían más rápidas y fuertes.

-Ahh... Ahhh... ¡Ahhh!.-

Esto se sentía bien.

En un momento Tom cambió de posición haciendo que yo quedara sentado sobre él.
Supe lo que tenía que hacer y comencé a moverme de arriba a abajo. Después de un  rato el subió para comenzar a morder y besar mi cuello.
A cada embestida sentía más placer hasta que en un punto no pude evitar casi gritar y arquear mi espalda.

-¡¡¡AHHH!!!.-

Los dos jadeabamos y gemiamos, solo que los gemidos de Tom eran más graves.

-¡A-Ahhh!... ¡Tom!.- Dije se nombre cuando me corrí entre nuestros torzos.

Después de unos segundos, el se corrió dentro mio.
Nos quedamos unos minutos inmóviles, tratando de regular nuestras respiraciones.

-Te amo.- Dijo con la respiración ya calmada y pegando su frente con la mía.

-Yo también.- Le contesté.

Seguiamos en la misma posición, así que me levanté para que él saliera de mi, a causa de eso solté un pequeño gemido y me recosté en la cama.
Tom me copió en la acción y se recostó junto a mi para luego taparnos con las sábanas.
Me abrazó con fuerza por la cintura y yome apegué más a él.
Sentí como me besaba la frente y luego de eso me quedé dormido.

No Me Rechazaste. Tomco. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora