Mi felicidad eres tú

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-¿Qué haces acá?-. Dije caminando hacia él a la defensiva.

-Sólo quería decirte una cosa-. Dijo

-¿Y por eso vienes a mi casa?, ¿No podías seguirme en insta, enviarme un direct?, tranquilo, algún día te contestaré-. Le dije cerrando la puerta de a poco.

-Tú novio no es lo que crees-. Dijo haciendo que quedára helada.

-¿Qué estás diciendo?-. Dije abriendo la puerta de nuevo

-Lo que escuchaste, el otro día lo vi saliendo con una modelo, ¿Cómo de llama?..., Ah! si, la Michelle, tan linda que es ella-. Dijo haciendo que mi corazón se destruyera.

Miré a mi novio, y el estaba sorprendido por la información.

-De hecho, tengo fotos-. Dijo mostrandome a los dos, iban tomados de la mano.

-Dejame explicarte todo-. Dijo Alexis, yo sólo bajé la cabeza, me tapé la cara y sentí sus brazos que se acercaban pero los aparté rápidamente.

-Quiero que te vayas ahora mismo, y tú también-. Le dije a mi ex novio, aguantando las lágrimas.

-Si no se van ahora llamaré al Lex-. Amenacé.

Los dos dieron la media vuelta, no quedé tranquila hasta que sentí la puerta cerrarse, en ese momento cerré la puerta de mi habitación, le puse seguro y me tiré a mi cama.

-Soy una tonta-. Dejé que mis lágrimas caígan por mi rostro.

-Amiga, abre por favor-. Escuché que decían por detrás de la puerta, pero yo sólo me quedé acostada, sin moverme y sin contestar.

Apagué mi celular, me puse la pijama y me dormí, estaba agotada.

Para cuando desperté miré a mi lado, al ver que estaba vacío se me vinieron las imágenes de la noche a la cabeza, me acosté boca arriba y puse mis manos sobre mi estómago para pensar.

-¿Amiga?-. Escuché por detrás la puerta, está vez me decidí a levantarme y sacárle el seguro, para luego correr a costarme de nuevo.

-Hola-. Dije al ver a mis tres amigos entrando por la puerta.

-¿Cómo estás?-. Dijo mi ruiso.

-Supongo que bien, ¿Y ustedes?-. Pregunté.

-Supongo que bien-. Respondió el rusio.

-¿Y las visitas?-. Pregunté.

-Se fueron apenas amaneció, sólo era para pasar la noche aquí-. Dijo Valeria.

-Lo lamento tanto-. Dije al ver la cara de tristeza de Valeria.

-No te preocupes amiga-. Dijo Valeria.

-Ahora tienes ensayo, ¿Irás?-. Preguntó Noelia.

-Claro que irá-. Escuché una voz en el umbral de mi puerta, cuando miré vi a mi mamá.

Me levanté corriendo y la fuí a abrazar con todas las fuerzas que tenía en ese momento.

-Eres hija de una ganadora, y no te irás por el desague por un futbolista que lo más probable que volverá arrastrandose-. 

-Te extrañaba-. Dije al escuchar esas palabras.

-Tíaaaa!-. Dijeron mis amigos después de nuestro motivo momento.

-Tia sus abuelas, yo me llamo Katy-. Dijo mi mamá abrazándolos a todos juntos, haciendome reír.

-Ya, ahora usted hija mía se va ir a bañar, se va poner un buzo hermoso y nos vamos a ir a ensayar-. Ordenó mi mamá.

Una historia soñadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora