Una historia soñada

No quiero caer de nuevo.

Desperté y miré la hora.

-Oh no!-. Grité, me levanté de un salto y me dirigí al baño.

Llegué tarde anoche, de mi salida con Alexis, y hoy tenía otro ensayo con la banda, y hasta el momento estaba llegando atrasada...

- Chicas, porque no me despertaron!-. Grité al salir de mi pieza apurada.

- Porque llamó Cristian, y dijo que se iba a cancelar el ensayo, estaba ocupado viendo el vestuario-. Me dijo Noe con total relajación mientras yo, ya me sacaba todos los pelos de una.

- Oh esta bien, Y bueno, ¿Que quieren hacer hoy?-. Les pregunté para tener un panorama.

- Yo creo que estar en casa y meternos a la piscina estaría bien-. Dijeron.

- ¿Y pedimos sushi?-. Propuse.

- Eso sería exelente-. Respondieron.

- Está bien, yo lo pediré, ustedes vayan a cambiarse-. Dije mientras tomaba el teléfono y buscaba el número.

Después de encargar el sushi me fui a cambiar, para estar con mis amigas, me puse un mi bikini negro, y una musculera ajustada a mi cuerpo, junto con unos short blancos y sandalias, al momento de terminar de vestirme, escuché el timbre.

- Hola-. Dije algo avergonzada cuando vi a Alexis al abrir.

- Hola Sofi-. Me dijo mirándome a los ojos. - Veo que estás ocupada-. Dijo mirando mi pinta de "Apunto de meterme a la piscina".

- Oh no, no te preocupes, estoy esperando que llegue un encargo, pero pasa-. Le ofrecí.

- Yo sólo venía a invitarte a pasar la tarde en mi casa, con unos amigos, y en la piscina-. Me propuso.

- Mmm, tendría que preguntar, ya sabes, a mis amigas-. Dije, pero antes de que las llamara, el par de locas salen ya habiendo escuchado todo.

- Claro que si, nos encantaría-. Dijeron emocionadas las dos.

- Está bien, las espero-. Dijo dándome un beso en la mejilla y despidiéndose de mis amigas para luego irse a su casa.

- ¿Pero están locas?-. Las regañe.

- ¿Pero que tiene?-. Preguntó Noelia con total normalidad.

- ¿Que tiene?-. Dije levantando la voz y acercándome a ellas.

- Oh oh, parece que se le va a salir la venita del enojo-. Dijo Valeria con cara de miedo.

- Bueno, está bien-. Dije tranquilizándome.

Antes de que dijera alguna palabra más, tocan el timbre.

- Nos salvó la campana-. Dijo Noelia, casi corriendo a la puerta. - Es el sushi-. Avisó.

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-Está bien chicas, quiero que se comporten, no quiero pasar vergüenzas, recuerden que estarán sus amigos, y que al fin y al cabo pueden ser muy amigos de nosotras, así que por favor, tranquilas-. Le dije antes de salir de casa, cada paso que dábamos me ponía nerviosa, entrar a la casa de Alexis, estar con él, estár en su piscina, es raro.

- Hola chicas-. Dijo Alexis cuando nos abrió la puerta - Pasen, pasen-. Nos dijo.

- Bueno, les presento a mis amigos, él es-. Y antes que pudiera de terminar la frase, mi queria amiga Valeria interviene.