✖CAPÍTULO DOS✖

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Ví una nota pegada a la nevera, la cual cogí y leí:

Hola hija, hemos tenido que salir para una semana a Barcelona por negocios,la comida la tienes en la nevera, cuídate.
Te queremos: mami y papi.

-Muy bien, me han abandonado- dije casi gritando y alargando la o.

Arrugué el papelito y lo encesté en la papelera; saqué la comida de la nevera y me dirigí al salón, encendí la televisión y comencé a comer.

[...]

Después de unos 15 minutos dejé los cacharros en el lavaplatos y subí corriendo las escaleras hasta llegar a mi habitación en el cual prepare mi ropa que me iba a poner por la noche.

Escuché mi móvil sonar otra vez, mire hacia atrás y lo cogí del escritorio, otra vez el "número privado", respondí:

-¿Quien eres?

-Hola preciosa...¿Nunca te han dicho que correr por las escaleras es malo?

-¿Quien eres?- volví a repetir.

-Oye preciosa, tranquila y ten cuidado, que te tengo muchas ganas- colgó.

¿Que narices? Lo que más me molesto fue lo de "tener cuidado al correr por las escaleras" ¿me estaba viendo?

Mire para todos los lado asustada, cerré la puerta de mi habitación con llave y la ventana con seguro; mire debajo de la cama y nada, yo sola en mi habitación.

No pensaba que cualquier subnormal me arruinara la quedada de esta noche así que me metí en la ducha del baño de mi habitación y me quité la ropa y me coloqué debajo del grifo con el agua templada.

Estuve unos 20 minutos, me enredé en mi toalla y me cepillé el pelo, escurriéndolo. Me coloqué mi ropa interior y una camiseta negra que me llegaba por encima de las rodillas.Sali de el baño con el pelo recogido con una toalla y me quedé helada al ver lo que ví.

Secuestro {Rubius Y Tu}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora