Secuestro {Rubius Y Tu}

✖CAPÍTULO TRES✖

Ví encima de la cama unas fotos, fotos mías desnudas en la ducha, pero...de ahora. Había alguien en mi habitación.

Esto ya se estaba poniendo serio. Detras de una de las fotos había escrito un texto con una letra rara, nunca la había visto:

¿sabes cómo me ha gustado? Pronto serás mía, cuida tus pasos .Se más de ti de lo que piensas.Te quitaré todo de ti mientras lloras de dolor cielo, cuidate

Mis manos temblaban tanto que las fotos cayeron al suelo, mis piernas fallaron y caí al suelo pero de cunclillas se quedaron mis pies.

Me levanté y me senté en mi cama ¿qué estaba pasando aquí?

Recogí las fotos y las guardé boca abajo en el escritorio. Fui al baño y me sequé el pelo intentó hacer como que nada estaba pasándome a mi.

Quería estar en estos momentos con alguien, alguien que me cuidase y estar segura...pero no.

No quería llamar a mis padres para no preocuparlos. Les hablé a mis amigas para ver si en vez de quedar a las 11 podría ser a las 9, no quería estar más tiempo sola.

Salí del cuarto de baño y mire la hora,marcaba las 6, me senté otra vez en la cama y mire la ventana, por la razón de que me vino una corriente de aire, estaba abierta pero no rota. La ventana no se puede abrir por fuera y la puerta de mi habitación tampoco, la cual si estaba cerrada;es decir, cuando cerré todo con seguro, quien fuese ya estaba dentro de la habitación.

Temblaba de miedo ¿me había encerrado yo solita con quien esté haciendo esto?

Me levanté con miedo y me dirigí a mi armario, lo abrí despacio por si había alguien...nada.

Saqué mi ropa: una camiseta corta blanca y pegada con una falda larga por atrás negra y unos tacones altos negros. Fui al baño y pinté mis pestañas con rímel, mis labios con un pintalabios rojo y algo de colorete. Salí del baño, me coloqué mi reloj, tenía que salir de mi habitación pero no quería, tenía miedo, tenía que escuchar a alguien para estar segura. Cogí mi torre de música y coloqué mi pen drive.

Puse la música fuerte, se escuchaba por toda la casa,cogí mi móvil y bolso y abrí la puerta de golpe.

Bajé despacio las escaleras y corrí hasta la sala a encender la televisión.

[...]

Tocaron el timbre, apagué la música y la televisión y corrí hacia la puerta para abrir.

-¿Ya has empezado la fiesta sin nosotras?- dijo Nerea riéndose.

-Ojala y fuera eso- dije triste y nerviosa

-¿Que te pasa ____?- dijo Esther

De camino a la discoteca les conté todo lo sucedido.

-No deberías haber salido de tu casa,deberías haber llamado a tus padres y a la policía -dijo Laura.

-Lo siento, no sabía qué hacer- dije en un hilo de voz.

-Tranquila, no te va a pasar nada- dijo Esther con su tono pacífico.

[...]

La noche transcurrió.
Volvía a casa, sentí que alguien tocó mi hombro y me agarró de la cintura, iba muy borracha para darme la vuelta.

-Mmm...preciosa

Se fue, me di la vuelta, nadie. Corrí.

Corrí como si no hubiera un mañana, quien fuese me seguía, me quité los tacones y los cogí con la mano, seguí corriendo.

Llegué a mi casa casi muerta por no respirar. Corrí a mi habitación y me tiré a un rincón a llorar, mi móvil sonaba y lo cogí sin mirar:

-¿Diga?- dije llorando.

-O preciosa no llores...baja las escaleras ¡ya!

- Quién eres- preguntaba en un hilo de voz.

-Te lo repito por última vez.

-¡He dicho que no quiero!- ahora levanté yo la voz.

-Baja, si no quieres que nos quedemos probando la cama y que les pase algo malo a tus amigas ¿vale?

Colgué temblorosa el móvil y baje las escaleras, salí corriendo para abrir la puerta pero cuando iba a abrir la puerta alguien me tapó la boca con un pañuelo con olor a rancio, todo se tornó a negro.