Iguales o Diferentes

Capítulo 2

— Había conocido a chicos estúpidos, pero este sin duda se llevó el premio— subo rápidamente las escaleras, los ascensores estaban ocupados y hacer un pequeño trabajo físico siempre me servía para calmar mi rabia

— Es el primer chico que te dice operada en lugar de traumada— Mafe saca las llaves de su bolsillo y abre la puerta

— Sólo falta ver a las plásticas de nuestras compañeras para hacerme el día

— ¡Hey! No recuerdo haberme hecho alguna operación— me detengo en el marco de la puerta al ver a la chica pelinegra agarrar sus senos y hacer pucheros

— Lo siento, ella como que no está de humor— se excusa Mafe riendo, aprieto los labios y entro, cerrando la puerta a mis espaldas— Mucho gusto, soy María Fernanda pero todos me dicen Mafe— ellas se chocan las manos en saludo

— Soy Jenny, me pueden decir Jenny...— ríe entre dientes, me siento en la cama a un lado del ventanal, he decidido que será mi cama

— Soy Betthany, siento...— hago señas a sus pechos— lo de los pechos plásticos, no todos los días te encuentras con un idiota que te dice operada

— Créeme que es algo normal— se encoge de hombres y toma la cama cerca a la puerta, miro su cuerpo unos segundos, es de mi tamaño, 1,70 más o menos y tiene buen trasero pero no exagerado, aunque sus pechos si se ven de buen tamaño, dudaría sobre si son operados— ¿Les importa si tomo esta cama? — señala nuestras maletas que están en la cama a un lado de la puerta

— No, yo tomaré esa del ventanal y Bet tomará esa— Mafe señala nuestras camas opuestas — Nos dio pereza caminar, así que dejamos las maletas ahí— se encoge de hombros y comienza a bajar las maletas

— Al parecer Mafe no es la única que se muda con todo su armario— río al ver las cuatro maletas junto a la puerta del baño

— Ah, son dos mías, las otras son de la otra chica, Nina

— ¿Dónde está? — frunzo el ceño

— ¡Aquí! — el grito proviene del baño, la puerta se abre abruptamente y una chica bajita y rubia sale dando saltos— ¡Qué genial, no veo a ninguna puta operada!

— Alabado sea Dios— murmuro al ver su ropa decente y la sonrisa genuina

— Besaría sus traseros pero me da asco— reímos ante del comentario de mi mejor amiga

— Y yo te dejaría hacerlo pero me escalofríos tan sólo pensarlo— responde la chica rubia, Nina

Luego de una hora organizando los armarios y hablando sobre que no sería complicado compartir el baño porque ninguna demora más de diez minutos duchándose, hablamos sobre las causas de nuestras estadías en el internado. El papá de Nina es senador de Estados Unidos y la envió al internado luego de haber dañado un poco su imagen al haber irrumpido borracha en una de sus reuniones de negocio y utilizar una de las mesas como carro. Jenny, en cambio, fue expulsada de su Universidad por meter su motocicleta en la piscina, creo que sus historiales permitieron que nos entendiéramos rápidamente

— Atención estudiantes...— el estruendoso ruido proveniente de los parlantes nos hizo sobresaltar

— Pensé que esa mierda era para escuchar música— murmura Jenny frunciendo el ceño

— Dentro de diez minutos se llevará a cabo la reunión en el auditorio central, por favor dirigirse inmediatamente, no se permitirán estudiantes por fuera de este— el hombre murmura unas cuantas palabras de fondo y luego se escucha un fuerte chillido — Los administradores de los dormitorios los recogerán en cinco minutos, sigan instrucciones sin problemas, Gracias