Habían pasado 1 año después de mi ascenso, y ya tenia el rango de segundo al mando de la manada, cuando de pronto volvió el oso que nos había atacado hace un año. Puse a toda la manda en posición defensiva, cuando aulló Karlim, toda la manada dio la vuelta para mirarle mientras decía, tranquilos chicos no es un enemigo, es amigo y ya es hora de que te vayas con el Joseph, me dice apuntando hacia el oso.
Por fin, mi nuevo maestro seria el oso, ya había aprendido a ser veloz como un ciervo y furtivo como un lobo, ahora debía aprender lo que me enseñaría el oso.
Le seguí hasta lo que parecía una cueva en lo alto de una gran montaña, cuando llegamos a diferencia de los otros animales, el oso estaba solo, no tenia manada, ni un grupo de animales grande.
Se volteo hacia mi diciendo, chico, es hora de que aprendas el don de la paciencia y la resistencia.
Y se acostó a dormir, por lo que hice lo mismo.
Desperté a eso de las 3:00 pm, era muy tarde, pero el oso seguía durmiendo, así que lo comencé a empujar para que despertase, sin ningún resultado.
A eso de las 5:00 pm despertó, y me dijo ya es hora de entrenar...
En mi cara se notaba la desesperación de entrenar, quería poder transformarme en oso como mi padre el día que el ciervo me eligió.
Fuimos hasta la base de una gran cascada, y se sentó frente al pequeño lago que dejaba la cascada.
Me senté a su lado y me dijo que estudiara la cascada, que viera las rocas que estaban debajo de ella.
Supuse que debían estar roídas las rocas por la fuerza del agua constante cayendo sobre ellas, pero al detallarlas parecían recién colocadas.
Me dijo que esas rocas siguen intactas porque allí se encuentra la resistencia de él.
Muchos años paso debajo de esa cascada entrenando su resistencia tanto física como espiritual.
Así que salte para entrar al agua y llegar bajo la cascada, pero me tomo de la mano y me dijo que aun no estaba listo.
Primero me enseño a cazar salmones, ya que debía conseguir alimento como oso.
Luego trajo un tronco para que yo lo golpeara, diariamente debía golpearlo y hasta que no lo rompiera a la mitad no podría entrenar mi resistencia.
Comencé a golpear el tronco, una y otra vez hasta que mis manos comenzaban a sangrar por los golpes.
Y el tronco parecía seguir igual, sin un rasguño.
Pasaron 3 meses y había empezado a desarrollar unas especie de garras y se me era mas fácil golpear el tronco.
Ya el tronco estaba a punto de romperse cuando el oso grito que me detuviera.
Hice lo que me dijo, luego me hizo mover el tronco casi roto hasta la base de la cascada y no debía dejar que el tronco se terminara de romper.
Pero apenas llegaba a la base de la cascada se rompía el tronco.
Por lo que tenia que volver a dejar un tronco a punto de partirse para volver a intentarlo.
Eso hice, una y otra vez, por suerte ya era mas fácil romper el tronco gracias a las garras.
Logre colocar el tronco sobre una de las rocas centrales debajo de la cascada, y volteé a ver al oso que me gritó que me colocara sobre el tronco.
Pero al intentar subir al tronco las fuertes aguas me empujaban hacia abajo.
Pasaron semanas intentando subirme hasta que por fin lo logre, y me dijo que debía permanecer allí, sin moverme hasta que acabara su hibernación.
Así hice sin replicar, me quede allí sentado, por lo general una hibernación de un oso son aproximadamente 3 meses mientras volvía a hacer calor.
Comencé mi entrenamiento en Noviembre, paso Diciembre, y llego Enero.
Había pasado mucho frío entre noviembre y diciembre, hasta que llego enero y comenzó a hacer un poco mas de calor, hasta que llegó el oso recién despertado, diciéndome
Felicitaciones chico te haz graduado, ya aprendiste a ser presa, ser cazador y a superar el clima y tu debilucho cuerpo.Me baje del tronco y salí del agua, cuando de pronto llegaron mi padre y Jack.
Mi padre transformado en oso y Jack caminando como siempre aunque se veían un tanto mas viejos.
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El Origen De Los Guardianes | Joseph Lezrack
FantasiEs la historia de un chico un tanto peculiar, hijo de una bruja y un druida en un mundo fantasioso lleno de emociones y muchas sorpresas, te invito a que puedas leer esta humilde obra.