Capítulo 14

15 1 3
                                    

- ¡No entiendo! - resoplo cansada - No podemos hacerle una broma a Ethan, me parece inmaduro.

- ¿Cuando hemos madurado? ¿Recuerdas que dijimos que éramos un pan? ¡Los panes no maduran!.

Suelto una carcajada.

- Y según tu ¿Qué deberíamos hacerle?

- Yo creo que un baño de pintura roja estaría bien, dijiste que odia el rojo.

- Si es verdad - respondo pensativa - Bien lo haremos, pero aún no puedo creer que hemos pasado una semana planeando diferentes venganzas hasta quedar sólo en esta, Jonac también va a ayudarnos.

- Te has unido mucho a el - dice Char con sorna - Yo creo que le gustas mucho.

Giro los ojos exasperada.

- Es un buen amigo, me agrada y el chistoso pero no creo que yo le guste como para tener una relación seria, el es el tipo más como Rebecca.

- Katerina, eres una persona muy ciega, y esta como ¿Relación? Que tienen.

Antes de que pueda responder Jonathan entra a mi habitación con tres malteadas.

- Listo chicas, aquí está su café.

- Gracias  - respondemos Char y yo al unísono.

- No hay de que ¿Ya acabaron de planear algo?

- Pensamos en bañarlo en pintura roja. - respondo dándole un sorbo a mi malteada.

- ¿No van a hacer eso de pinchar las llantas de su carro?

- Nos pareció mejor la pintura que dura más. - me encojo de hombros. - Yo sólo quiero que deje de molestarme.

Me siento y Char hace lo mismo Jonathan me ve y asiente.

- Buena idea ¿Es definitiva?

- Por ahora, si - responde Char.

Después de eso nos dedicamos a ver películas y comer palomitas de maíz, Char se quedo dormida a mitad de una película miéntras Jonac y yo nos quedamos despiertos, Jonathan toma mi mano y entrelaza sus dedos con los míos, yo le dedico una mirada y el sonrie, ¡Oh.por.Dios! ¡Soy una mantequilla!, le devuelvo el gesto tratando de mantener los bichos de mi vientre a raya, nos quedamos así hasta que el sueño me vence y me duermo, antes de quedar totalmente dormida siento una suave presión en mis labios, abro un ojo y veo que Jonac me sonrie, le sacó la lengua y me duermo.

A veces el me da unos pequeños besos, y me encanta, pero aún no estoy preparada para volver a entregar mi corazón, lo conozco muy poco aún y me da miedo volver a equivocarme y esta vez más caer más doloroso.

Me despierto aún con nuestras manos entrelazadas y sonrio, suelto su agarre y preparó el desayuno, Martha se fue de paseo con Mark, su enamorado, lo conoció cuando estaba de viaje de trabajo y hasta ahora salen juntos. Me pongo audífonos mientras preparó el desayuno,  la canción de Queen suena.

Muevo mi cabeza al ritmo de la música y siento unas manos en mi cintura, Jonac me abraza por detrás y me da un beso en la mejilla, yo saco uno de mis audífonos y le sonrió.

- Hola dormilón - saludo.

- Hola corazón - responde, yo le sonrio con las mejillas encendidas. - Quiero hablar contigo sobre nosotros.

Me falta el aire.

- ¿Nosotros? - pregunto aturdida.

- Si, nuestra extraña relación, se que sólo son tres semanas que nos conocemos y que las cosas van demasiado rápido pero creo que en realidad me gustas.

Respiro con dificultad buscando las palabras adecuadas.

- Yo aún no estoy preparada para una nueva relación si me pudieras esperar sólo un tiempo podríamos ser algo más.

- ¿Y que somos entonces?

- ¿Amigos?  - pregunto para convencerme a mi misma de que eso es lo único que somos.

- Esperaré lo que sea necesario Kate - susurra y me da un beso casto en los labios.

¡Parezco miel! Este chico es tan dulce, mi corazón se está reparando poquito a poquito y el esta ayudando a reconstruir cada fisura, pero, ahora soy una chica insegura, me da miedo entregar todo mi corazón, pero soy de estas personas que es todo o nada.

Suspiro mientras le sonrió dulcemente y sigo haciendo el desayuno.

Después de desayunar encuentros en una platica bastante cómoda acerca de los planes para ahora tarde todos acordamos ir a hacer las compras para nuestra querida y bienvenida broma a Ethan, por lo que ya arreglados y vestidos nos dirijimos  una ferretería a comprar el arma homicida.

- ¿Esta segura de que quiere la pintura más perduradora?

- Si - respondo poniendo los ojos en blanco - ¿Es que no es normal que vengan a comprar ese tipo de pintura?

- La verdad - dijo el señor perdiéndose entre el montón de estantes con diferentes tarros de pintura - Es muy extraño que la quieran para pintar un cuarto, ese tipo de pintura se usa más para pintar un carro  - el señor apareció con un tarro con tapa roja - Son veintitrés con cincuenta.

Asiento y le doy el dinero.

- Yo creo que debemos mezclarla con un poco de agua, se ve muy espesa - digo frunciendo el entrecejo. - Y así nos puede sobrar un poco para pintar aunque sea una puerta del carro.

- Estoy de acuerdo - asiente Jonac - Pero creo que en vez de pintar una piert debería ir un mensaje en el parabrisas.

- ¡Oh! ¡Oh! Esa es una excelente idea - concuerda Char dando pequeños saltitos. - Un mensaje como:  Tu pene debe conocer más vaginas que páginas de un libro de 'como encantar a una mujer sin llevársela a la cama'

- No tiene sentido pero me gusta.

- Lo nuestro es confundir a la gente que ya está confundida. - suspira Char como si fuera obvio.

- Bien ya está, lo haremos mañana.

Y pensar que cuando estaba con Ethan todo era flores y mariposas, ahora pensar en eso me da arcadas, lo detesto con cada parte de mi, aún se atreve a seguir molestandome después de lo que hizo, siempre cuestionando que hay entre Jonathan y yo.

Giro los ojos.

Nos dirijimos a casa, jugamos y vemos la televisión, cuando ya son las diez de la noche decidimos que es hora de dormir, Char duerme en mi cama, yo en la de mamá y Jonac en el sofá, Char no quiso dormir conmigo porque dice que necesita una cama entera para ella sola, idea a la cual apoyó, una vez que dormí con ella, que más bien no se podría llamar dormir, se movía como una lombriz y no dormí ni un poco, cada uno ya en sus lugares de descanso.

A media noche puedo sentir un peso en la cama, abro un ojo y observó Jonac con el cabello alborotado y ojos soñolientos, mi corazón da un vuelco.

- Hola - susurra.

- Hola - susurro de vuelta con voz suave.

- ¿Puedo quedarme aquí? -  pregunta tímido.

Asiento a modo de respuesta porque se lo incómodo que puede ser el sillón.

Me hago a un lado y el se acuesta en el otro, un sonido de sorpresa sale de mi garganta al notar que con una mano me apega a su cuerpo, su calor corporal invade mis terminaciones nerviosas mientras aspiró su aroma, el deposita un beso en mi frente y yo me vuelvo a sumir en un profundo sueño.

¿Amigos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora